El director y guionista Nacho García Velilla acaba de rodar en su ciudad natal, Zaragoza, su nueva película, que lleva por título ‘Menudas piezas’. Una historia de superación inspirada en la victoria de cinco alumnos del Colegio Marcos Frechín de la capital aragonesa en un torneo nacional de ajedrez y en la figura de su entrenador, Enrique Sánchez, el maestro que puso en marcha el club de ajedrez en este centro escolar del barrio de Las Fuentes.
Nacho, hemos de reconocer que esta historia nos tiene in love desde el primer minuto, así que juegas con ventaja. Como exalumna del Colegio Marcos Frechín, donde –obviamente– me enseñaron a jugar al ajedrez, no podría ser de otro modo. Por ello, nos hemos alegrado mucho de poder colarnos en el rodaje de algunas escenas en el edificio Paraninfo y conocer de primera mano, en una rueda de prensa, las impresiones del director y de la actriz protagonista, Alexandra Jiménez.
Nacho García Velilla pensando que esa escena está quedando justo como la había pensado en su cabeza. (Fotografía: Ñete)
El cineasta conoció la historia de estos alumnos y del club de ajedrez a través de la prensa. “Es una historia de superación de un grupo de chavales supuestamente perdedores y que dan la sorpresa ante unos supuestos ganadores, le dan la vuelta a la tortilla”. Al descubrir el potencial de la historia, enseguida contactó con sus coguionistas, David S. Olivas y Marta Sánchez, y se pusieron manos a la obra con un proyecto que tiene ingredientes dramáticos y cómicos y “un punto de emotividad bastante grande”.
Inspirados por la realidad, convirtieron al maestro en una profesora más joven, y a los alumnos de Primaria del Marcos Frechín en estudiantes de instituto. “Queríamos acentuar el peligro de unos chavales que están a punto de ser delincuentes y a quienes les cambia la vida” gracias al papel que juega su profesora, de modo que “pasan de ser unos perdedores a unos chavales que consiguen hitos y ganan una autoestima que no tenían”, explica Nacho García Velilla.
El rodaje de esta cinta les ha llevado a localizaciones de Zaragoza como el Instituto Pedro de Luna, lugar donde se sitúa la acción, el barrio de la Magdalena, la calle Alfonso, el paseo Independencia y María Agustín y el edificio Paraninfo, donde han terminado de rodar esta misma semana.
Alexandra Jiménez interpreta a Candela, una maestra que tendrá que pasar de pija a quinqui bien (Fotografía Ñete)
TREMENDO CASTING
Alexandra Jiménez protagoniza esta historia acompañada por cinco jóvenes, sin experiencia en el mundo audiovisual y elegidos entre más de 2.500 chicos que han participado en las audiciones en toda España. ¡Esto sí que es tremendo casting, y no los de OT! También encontramos en el reparto a Rubén Martínez, en un pequeño papel en el que interpreta a un abogado (y no decimos más porque ¡no nos gustan los spoilers!), Jorge Asín, Carmen Barrantes –como trío aragonés, además de la prota–, María Adánez, Alain Hernández, Francesc Orella y Miguel Rellán, entre otros actores. “Tienen papeles pequeños, porque la historia la completan la maestra y sus alumnos”, pero el casting se ha cuidado hasta el mínimo detalle para rodear a los cinco jóvenes de actores experimentados.
Para estos chicos es su primera película, así que entendemos que se pudieran sentir como pez fuera del agua en su primer día de rodaje. No obstante, Nacho García Velilla asegura que siempre ensaya “mucho” con todos sus actores, especialmente en las comedias, dado que todos tienen que acordar el mismo tono. “Mi enhorabuena al equipo de casting, con Jorge Galerón, porque tenemos cinco futuras estrellas, sin ninguna duda”, estima el dire. De hecho, uno de esos futuros ganadores de un Goya es de Zaragoza. “Es muy gracioso porque es el chino en la película y es el único que tiene acento maño”, bromeaba Velilla, para elogiar de nuevo al equipo de casting por su trabajo y a los cinco actores.
El dire, en un momento del rodaje en el edificio Paraninfo (Fotografía: Secuenciadas)
Sobre su regreso a un rodaje en Aragón, el director recuerda que se fue muy joven a estudiar comunicación, cine y guion y “toda mi carrera la he desarrollado fuera”, pero siempre ha intentado realizar sus proyectos en su tierra. “Hasta que un Sabina no hace una canción de Madrid, un Dylan de California o Woody Allen una película de Nueva York, parece que esas ciudades o esos paisajes no tienen relatos. Siempre he creído que en Aragón tenemos suficiente talento, pero nos falta la industria para que nuestras ciudades y paisajes tengan relatos; por eso, siempre que he podido he traído rodajes de envergadura a esta región”.
Ese talento aragonés lo ha incorporado también al equipo técnico con la presencia de la empresa Entropy, de efectos visuales, y con el músico Juanjo Javierre. Tras el rodaje, comenzará el proceso de postproducción, que durará entre ocho y doce meses, y después llegará el estreno, aunque el equipo aún no tiene una fecha decidida. Será “una peli muy bonita, estaréis orgullosos de la ciudad” gracias a esta historia que tiene “un punto de comedia emotiva”.
Además, Nacho García Velilla está terminando de escribir una miniserie y con otra película en mente. Al mismo tiempo, gracias a ‘Menudas piezas’, se ha puesto al día con el ajedrez, un deporte que jugaba de pequeño, pero que “hace años que no practicaba” y que esta peli le ha dado la oportunidad de retomar.
Nacho y Alexandra posan sonrientes para los medios (Fotografía: Secuenciadas)
ILUSIÓN
También cuando era una niña aprendió la actriz zaragozana Alexandra Jiménez a jugar al ajedrez. “Me enseñó mi padre, pero después no he avanzado, ni lo he desarrollado y ahora que estoy contando esta historia me dan ganas de retomarlo”, reconoce. A su padre le enseñó el abuelo de Alexandra y, por eso, “a mi padre le ha hecho especial ilusión que esté contando esta historia, porque a él el ajedrez le cambió sustancialmente en su trayectoria”, mejoró sus estudios y “le abrió un mundo de posibilidades”.
A la protagonista de ‘Menudas piezas’, a Candela, también le enseña a jugar su padre, con el que no tiene una de las mejores relaciones. Candela es profe piji en un colegio privado de Madrid, pero por circunstancias es despedida y regresa a Zaragoza, su ciudad natal, donde se reencuentra con su padre, con sus orígenes y con unos alumnos “muy complicados”. Deberá olvidarse de esa mujer de la alta sociedad “que se ha empeñado en inventar” y reconectar con la chica de barrio que es en realidad. Su prota “tiene un carácter tremendo, un pronto muy fuerte, es vanidosa y bastante inaguantable”. ¡¡Pues menuda pieza!!
No obstante, Candela no es nada soberbia y “eso la salva”, considera la actriz. Es una mujer que conecta con las necesidades de las personas y esa forma de ser le permitirá cambiar a lo largo de la película.
Rodar en Zaragoza le trae a Alexandra recuerdos de rincones e historias “muy significativas” en su vida. “Es la primera vez que tengo la oportunidad de rodar aquí”, indica, y el Paraninfo le acerca a vivencias personales, como las ocasiones en que iba con su hermana a disfrutar de las charlas sobre cine que modera el profesor y escritor Luis Alegre en este edificio. “Esa conexión con los orígenes me conecta directamente con el personaje, por muy opuestas que seamos, pero al final a todos nos suceden las mismas cosas, nunca dejas de ser la persona que eras”, afirma.
¡Menudas piezas en este rodaje! ¡Tremendo equipazo! (Fotografía: Ñete)
ALGO NUEVO CADA VEZ
De esta historia de superación destaca el papel “fundamental” que juega el ajedrez como elemento que motiva y enseña que “uno probablemente tiene más capacidades de las que piensa”. Y como este deporte ayuda a unos chicos que “no dan un duro por sí mismos” y comprueban que son más inteligentes y capaces de lo que ellos mismos pensaban, “se redescubren a sí mismos a través del ajedrez”.
Trabajar con estos cinco jóvenes ha sido “muy bonito” porque su plena disposición “ayuda a uno a recuperar ese tipo de disposición cuando llega al set de rodaje de ir con toda la humildad posible” y de darse cuenta de que “todo es nuevo cada vez y hay que estar atenta y absorber como una esponja si quieres avanzar”, concluye Alexandra Jiménez.
Como os decíamos al principio, en Secuenciadas ya somos fans absolutas de esta peli, que producen Telecinco Cinema, Felicitas Media y Menudas Piezas AIE, con el apoyo de Aragón Film Commission y Aragón TV.
El Festival Internacional de Zaragoza de Cine y Series de Historia, Saraqusta Film Festival, ha clausurado con éxito su tercera edición. Desde 2021, los amantes de las pelis y series históricas estamos de enhorabuena gracias a un certamen que nos permite disfrutar de trabajos internacionales de gran calidad, y que han conseguido triplicar el público que ha acudido este año a las salas de los cines Palafox y Cervantes –sedes del Saraqusta– con respecto a su primera edición.
El periodista Javi Vázquez fue anoche el encargado de conducir la gala de clausura, en la que el actor portugués Joaquim de Almeida recibió el premio Saraqusta. El intérprete comparte el reconocimiento con los actores Alfonso Bassave y la aragonesa Salomé Jiménez, quienes lo recogieron en la gala de inauguración del festival.
Con buenas dosis de humor, De Almeida reconoció en la gala que gracias a Zaragoza y al Saraqusta se ha dado cuenta “de la cantidad de películas históricas que he hecho”. Recordó que, cuando era muy joven, “era muy mal estudiante, pero la disciplina que me gustaba más era la historia, porque teníamos un profesor que era extraordinario, la forma cómo contaba la historia nos hacía querer volver a clase”.
El actor expresó su deseo de volver a trabajar en el cine español y elogió a la ciudad de Zaragoza, donde “me han tratado muy bien”. “Es una ciudad muy bonita, con una arquitectura que me ha encantado; si quieren, ¡yo vuelvo!”, aseguró. Y se ha debido de quedar muy in love de la ciudad, porque finalizó su intervención con un sonoro “¡Viva Zaragoza!”.
En la gala se concedieron también los premios a los trabajos presentados a concurso. ‘Il Boemo’ y ‘Urraca, cazador de rojos’ se alzaron con los galardones a Mejor Película y Mejor Documental, respectivamente. El audiovisual de Pedro de Echave y Felip Solé sobre la figura de un policía español que perseguía a republicanos exiliados en Francia durante la ocupación nazi también fue reconocido con el premio a Mejor Guion.
Los franceses Ilona Bachelier y Omar Sy lograron los premios a Mejor Actriz y Mejor Actor por sus interpretaciones en ‘La historia de Annette Zelman’ –cinta ganadora también de Premio Jurado Joven– y ‘Padre y soldado’. El chileno Sebastián Moreno fue reconocido con el galardón a Mejor Dirección por su trabajo en el documental ‘Sergio Larraín, el instante eterno’.
El público ha llenado las salas para disfrutar de la sección Panorama Saraqusta y de los docus y pelis a concurso (Fotos: Saraqusta Film Festival)
UNA CITA QUE SE CONSOLIDA
El festival Saraqusta “no sería posible sin el apoyo tenaz y decidido del Ayuntamiento de Zaragoza, a través de Zaragoza Cultural”, subrayó en la gala el director del evento, José Ángel Delgado, para agradecer también su apoyo al Gobierno de Aragón, la Diputación Provincial de Zaragoza y los patrocinadores del certamen.
“Vamos creciendo, nos vamos consolidando, cada vez viene más público y el festival despierta más interés”, afirmó Delgado, para precisar que este año el público se ha triplicado con respecto a la primera edición, “hemos hecho comunidad gracias a la venta de bonos (para ver las pelis y docus a concurso) y hemos conseguido que vengan más personas, y más medios”.
El director del Saraqusta Film Festival concluyó su discurso con una reflexión: “Es algo que intuíamos cuando el comité de selección hizo la terna de películas: cómo el conflicto, la guerra, los momentos de opresión, son tan protagonistas en un festival de historia. Lo relevante que es el conflicto en la historia, aunque desearíamos que no lo fuera”.
UNA CIUDAD DE CINE
Por su parte, el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, resaltó también el éxito del certamen en su tercera edición. “Fue una buena idea que tuvo José Ángel unir la historia de la ciudad con la historia del cine y construir uno de los festivales de mayor repercusión nacional e internacional sobre cine histórico; fue una magnífica idea y el festival seguirá creciendo”. En este sentido, recalcó que desde el ayuntamiento “estamos encantados de promocionar nuestra ciudad de todas las formas, pero especialmente con el cine”.
Aunque se han escuchado voces audiovisuales de distintos puntos de Europa y el mundo, queremos destacar la presencia aragonesa en esta tercera edición, que comenzó en la gala inaugural con la proyección del documental ‘Florián Rey. De luz y de sombra’, de Vicky Calavia. Además, esa presencia aragonesa ha sido constante en las distintas mesas redondas celebradas y con un documental a concurso, ‘El olvido del mar’, un trabajo sobre Odón de Buen dirigido por Mirella R. Abrisqueta,
Como buenas fans del género histórico, nos quedamos siempre con ganas de más. Por eso ya estamos pensando en la cuarta edición de nuestro festi favorito, al que le deseamos una larga y prósopera vida.
El polifacético actor, humorista, director, guionista y presentador, Luis Larrodera, presenta este lunes, 27 de febrero, a las 19.30 horas en los Cines Palafox de Zaragoza, su segundo cortometraje como director, ‘El peor oficio del mundo’, del que también es protagonista y responsable del guion. ¡Este hombre hace de todo y todo bien!
Las conversaciones de ascensor siempre son incómodas y en esta ‘barruntamos’ drama (Fotograma y fotografías del corto ‘El peor oficio del mundo)
Si os preguntamos cuál sería para vosotros el peor oficio del mundo, seguro que saldrían unas cuantas profesiones poco queridas y, entre ellas, fijo que aparecería la que ejerce el protagonista, comercial de funeraria. “Es la historia de un hombre que vive atrapado en su trabajo, triste, agobiado, para quien el trabajo es una condena, que se siente de todo menos realizado”, resume Luis Larrodera, para explicar a Secuenciadas que esa es “una de las definiciones del peor oficio del mundo”.
Luis, pero para ti ¿cuál es ese peor oficio del mundo? “Depende de si hay que pagar la luz, el agua y atender necesidades, porque eso elimina el poder de elección”, reflexiona, si bien admite que ser comercial de una funeraria es un trabajo para el que “hay que ser de una pasta especial”. “En el corto se les reconoce ese valor, porque son gente que están todo el día rodeados del dolor de los demás y ese trabajo me costaría mucho, hay que tener mucha fuerza, ese punto de tacto y empatía, pero también de autoprotección, o llegas a casa destrozado”. Sin duda, nos parece un oficio muy complicado.
Vuelta a las aulas para rodar. El equipo atento a las explicaciones del profe
El dire y protagonista escribió esta historia “hace muchísimos años” y el guion “dormía en un cajón” junto a otros cortos, hasta que sintió la necesidad de rodarlo. Su deseo era grabar antes, pero la pandemia paralizó el proyecto. No obstante, “he tenido buenos compañeros de viaje que han hecho que, por fin, sea una realidad”.
Con esos compañeros de viaje navegan por un corto que mantiene un tono de comedia, a pesar de que el tema, a priori, de cómico no tiene nada para “alguien que vive el trabajo así, desde la anulación de sus sueños”, aunque esta circunstancia, y su oficio, propician situaciones cómicas “que surgen desde un punto de realidad”, detalla.
IN LOVE DEL CINE
Es la segunda ocasión en que Luis Larrodera se pone detrás de las cámaras en un cortometraje, después de ‘Padre’ (2018). “He crecido amando el cine y he hecho cosas detrás de las cámaras periódicamente en televisión, en rodajes, vídeos… Poder hacer un corto con historias que he escrito es gratificante y un viaje maravilloso”, subraya feliz.
En ‘El peor oficio del mundo’ ha acabado protagonizando la historia de forma casual, porque “mi plan inicial era dirigir a otro actor, pero hubo que ajustar fechas y fue complicado encajar agendas”. El también director Miguel Ángel Lamata animó a Luis fuertemente a dirigirse a sí mismo, pero Larrodera le puso como condición que estuviera también en el proyecto como coach de interpretación y como ayudante de dirección.
Luis Larrodera intenta venderles el kit funerario completo a Marisol Aznar y Francisco Fraguas
Además de Miguel Ángel Lamata como refuerzo en dirección, encontramos a Borja Echevarría como ayudante de dirección; a Adrián Barcelona en la dirección de fotografía; Sergio Marqueta como script; David Navarro como foquista; Jorge Yetano, gaffer; Raúl García Medrano en la dirección de Producción; Camino Ivars como jefa de producción; Cristian Lázaro y Laura de la Calle como ayudantes de producción; Daniel Orta y Daniel Gracia en sonido; Ana Sanagustín en vestuario; Ana Bruned en maquillaje, con Irene Tudela como refuerzo en esta labor; y a Daniel Caudevilla en la dirección de arte.
En el equipo artístico tenemos a caras muy conocidas como Rufino Ródenas, María José Moreno, Jorge Asín, Eva Magaña, Yolanda Blanco, Luis Rabanaque, Encarni Corrales, Marisol Aznar, Francisco Fraguas, Juako Malavirgen, Jaime García Machín, Diego Peña, Jorge Asín, Minerva Arbués, Juan Anillo, Borja Echevarría, Irene Alquézar, Alberto Castrillo, Laura de la Calle, Jimena Larrodera, Dylan Larrodera, Marina Larrodera, Tonacho, , Ángela González y Raúl García. No, no hemos puesto nombres al tuntún, es que Luis Larrodera se ha acompañado de la mitad de Aragón para este corto.
Luis Larrodera y Adrián Barcelona se parten de risa pensando en la siguiente escena
UN REGALO
Rodar con ellos “es un regalo con mayúsculas, porque son gente a la que quiero, admiro y respeto, a algunos los conocía y a otros a partir del rodaje y es un lujazo”, destaca, aunque reconoce que le dio “mucho pudor” proponer algunos de estos papeles porque “son participaciones pequeñas, aparecen muchos actores y personajes, pero son pequeñitos, y me daba apuro proponer cosas tan pequeñas”. Sin embargo, “todos me mostraron un cariño enorme y una complicidad maravillosa y fantástica”.
El corto se rodó en octubre pasado, tras las fiestas del Pilar, durante tres días en el Colegio Santo Domingo de Silos, en el zaragozano barrio de Las Fuentes, en el Hospital Miraflores y algunos planos en Tarazona, así como otros exteriores en Zaragoza.
Un must en cualquier rodaje: No claqueta, no party!
En cuanto a sus próximos proyectos, Luis Larrodera está preparando ya la 35 edición del Festival de cine de l’Alfás del Pi (Alicante), del que es director, y acaba de terminar el desarrollo de una serie y el capítulo piloto, del que están en proceso de preproducción. Además, ya tiene un tercer guion entre manos para rodar otro cortometraje.
“Ahora quiero disfrutar al máximo de ‘El peor oficio del mundo’, pero estamos viendo la posibilidad de llevar a cabo” este tercer audiovisual. Esta vez sería para tres actores y en dos localizaciones, “todo mucho más ajustado”, y de género fantástico. “Mi primer corto fue un drama, el segundo comedia negra y este sería ciencia ficción y me gustaría repetir rodaje en Zaragoza”, señala, para aclarar que, de momento, solo tiene escrito el guion y está centrado en la historia de este comercial de funeraria que se estrena ya en Zaragoza e iniciará su recorrido festivalero.
¿Cuál es la peor pesadilla de un repartidor? ¿Realizar la entrega tarde? ¿No llegar? ¿Que te roben la bici, la moto o la furgo? Seguramente todas ellas, pero también la posibilidad de que tu bici siga en su sitio, pero se haya quedado atrapada y no puedas continuar trabajando. Este es el punto de partida del cortometraje ‘La bici’, el estreno detrás de las cámaras, como guionista y también productor, del zaragozano Antonio Oliete, que en su primer corto decide poner en aprietos a un joven repartidor que padecerá varias peripecias intentando liberar su bicicleta en pleno barrio de la Magdalena en Zaragoza.
El dire, Antonio Oliete, muy concentrado mirando la acción en la pantalla mientras piensa cómo putear más a su prota (Foto Marcos Cebrián)
Oliete, afincado en Barcelona, se atreve por primera vez con la dirección en este audiovisual después de realizar un curso de escritura de cortometrajes. “Me apunté por mi trabajo entonces, relacionado con la distribución y venta cinematográfica, para aprender a valorar mejor los guiones, aunque ya me había picado el gusanillo antes”, explica a Secuenciadas.
Aunque tenía distintas ideas para escribir su guión, ninguna llegaba a cuajar hasta que un día fue en bici al gimnasio en Barcelona y, al dejarla en el aparcabicis, pasó la cadena también por el cuadro de la bici de al lado. “Poco faltó para cerrar la cadena, me di cuenta y se me encendió la bombilla, pensé que la podía haber liado un montón y que sería una faena para el dueño de esa bici”, recuerda.
¿Quién podría acabar más puteado si le ocurriera esto? Pues blanco y en botella sobre ruedas: un repartidor. De este modo, la historia trata de un repartidor que va a buscar su bici y la encuentra atrapada junto a otra, no la puede sacar y “a partir de ahí suceden una serie de peripecias en las que trata de recuperarla”. Primero, llamando a su casa, pidiendo a su hermano unas cizallas, acudiendo a la ferretería y una sucesión de ideas locas para intentar liberar a su bien más preciado. Pobre hombre, no tiene bastante con aguantar todos nuestros pedidos y lo dejas sin su elemento básico de trabajo. Vaya tela, Antonio.
¡Prevenidos! Parte del equipo rodando una escena en un portal ‘magdalenero’ (Foto Marcos Cebrián)
Al principio, el dire escribió el guión, pero “no lo había concebido como algo que rodar, aunque a medida que avanzaba me di cuenta de que lo imaginaba con ritmo, con música, y un amigo me dijo que acabaría rondando algo antes o después, algo que no se me había pasado por la cabeza jamás”, asegura. Gracias a su colega se lo planteó y apostó por dar a su primer trabajo calidad cinematográfica, por lo que fue contactando con distintos profesionales hasta conformar todo el equipo.
MUCHAS HORAS Y ENERGÍA
El corto tiene toques de comedia y mucho de thriller y de acción. Ya nos imaginamos a nuestro sufrido repartidor corriendo como si no hubiera un mañana, siguiendo el ejemplo de Forrest Gump, para intentar recuperar su tesoro. También el director ha tenido que esforzarse al máximo porque, como él mismo reconoce, crear un corto es “un currazo, lleva muchas horas y energía” y más aún cuando se asume también la labor de guionista y productor.
“No quería depender de nadie, me lo quería pagar yo y hacerlo yo”, detalla, para observar que cuando el presupuesto comenzó a aumentar “ya era tarde”. Así que con fondos propios y de sus amigos ha logrado rodar el trabajo y “ha sido muy guay no depender de nadie, ha surgido todo de manera muy natural”. Con el equipo casi formado antes de la pandemia, ya que el ayudante de dirección se sumó a ‘La bici’ tres días antes del inicio del rodaje, decidieron grabar en septiembre y en los meses pandémicos acudieron a localizar por la ciudad.
El prota, Manuel Egozkue, corriendo como si no hubiera un mañana. Esperamos que con la mochila vacía (Foto: Marcos Cebrián)
La acción transcurre en la Magdalena, en el cruce de las calles Estudios y Cortesías, en un aparcabicis donde rodaron tres escenas; también en la Taberna Urbana, que tantas buenas tardes y noches nos ha dado; en las calles detrás del Mercado de San Vicente de Paúl; junto a la Iglesia de la Magdalena; en interiores y, por último, también en la margen derecha del río, aunque “ha sido todo bastante Magdalenero”, bromea el dire, para reconocer que, como director novel, “me dejé un poco demasiada energía en hacer y rehacer cosas, por eso de ser la primera vez, pero lo hice todo con mucha ilusión y muchas ganas”.
Circunstancias familiares le llevaron a pensar este corto para su grabación en Zaragoza y a elegir este barrio popular para enseñar “esa Zaragoza más canalla, más vanguardista y alternativa, más parecida a otras ciudades como el Raval de Barcelona”.
TRES DÍAS DE SEPTIEMBRE
Fueron tres días de rodaje del pasado mes de septiembre y, como en tantos otros proyectos, la pandemia estuvo a punto de cancelar todo el proyecto, pero el equipo decidió continuar y pensó: “o nos chapan el chiringuito o no paramos”. “Siempre hemos sido prudentes en los pagos por si luego no podíamos rodar, pero todo siguió su curso aunque la amenaza estuvo ahí unos cuantos días”. Para el rodaje decidieron alquilar el equipo y utilizaron una cámara Red Gemini.
José Luis Esteban, practica cómo convertirse en estatua con la script Lara Meléndez, y Jorge Asín, intentando cobrarle el almuerzo al repartidor, en ‘La bici’ (Fotos: Marcos Cebrián)
Como actor protagonista absoluto encontramos a nuestro repartidor favorito Manuel Egozkue; José Luis Esteban hace las veces de sufrido padre; Alma Oliete aparece como motera; Ángel Gotor, como novio motero; Jorge Asín tiene una aparición estelar como camarero; Álvaro de Paz es músico; y desfilan ante la pantalla en la ribera Celia Sanlázaro, Carolina Camara y Lorena Torrijo; mientras que escucharemos las voces de Gonzalo Canalejo, Mikel Cormantoral y Aimar Flordelís.
En el equipo técnico tenemos a Carlos Martín como ayudante de dirección; Lara Meléndez, como script; Marcos Cebrián, productor asociado y foto fija; Claudia Andrés, como directora de producción; Inés Bielsa, en las labores de auxiliar de producción Claudia Salcedo, como productora ejecutiva. Nacho García es el DOP; Sandra Gómez, ayudante de cámara y foquista; Cristina Gómez, auxiliar de cámara; Manu Buil y Luis Cuartero, eléctricos; Albano Sánchez, steadycam; Rafael Toledano, como jefe de sonido directo; Almudena Gotor, directora de arte y vestuario; Macarena Buena, ayudante de arte; mientras que en postproducción, Río Bravo Cinema Studio se está encargando del montaje y Veni Studio de los VFX.
Tras el rodaje, el corto está en fase de montaje, efectos, etalonaje y sonido. “No he pensado en fecha de estreno”, afirma el director, para reconocer que le gustaría tenerlo acabado a principios de año, pero por disponibilidad de todo el equipo “estará en no menos de dos meses”.
Manuel haciendo como que escucha a Antonio mientras canta mentalmente a lo Manolo Escobar: ¿Dónde estará mi bici, dónde estará mi bici? El dire le indica en un plano el punto exacto donde la aparcó para que no se vuelva a olvidar (Fotos Marcos Cebrián)
EL DESPERTAR
Este proyecto “ha despertado mi vena creativa o narrativa, que he tenido apagada muchos años, pero que estaba ahí”, manifiesta Oliete, para indicar que tiene nuevas ideas en mente, aunque aún no se ha sentado a escribirlas. “De crío me gustaban mucho las redacciones, escribir e inventarme historias, y dibujar y al dirigir una peli se juntan las dos cosas, inventar una historia y ponerla en imágenes”, subraya.
Antonio Oliete estudió LADE (Administración y Dirección de Empresas) en la Universidad de Zaragoza, cursó un máster en Marketing, Distribución y Venta Cinematográficas en la Escuela Superior de Cine y Audiovisual de Cataluña (ESCAC) en 2009 y ha sido jefe de ventas en la agencia Film Factory Entertainment hasta el pasado año. Asimismo, ha realizado varios cursos de guión y producción que le han llevado al rodaje de ‘La bici’ y está cursando un máster de dirección en la ESCAC.