En su juventud José Alberto Andres Lacasta lo daba todo en Huesca en los conciertos de su cantante favorito. Se sabía todas sus letras y las cantaba como si no hubiera un mañana. Quién le iba a decir que años después dirigiría un documental sobre Manuel Méndez, más conocido como Manolo Kabezabolo, un artista punk que ha traspasado el tiempo, el espacio y las modas, sin renunciar a sus principios.

Manolo Kabezabolo, con ropa de Desigual, con su inseparable amiga, la guitarra.
«Manolo no es un punky de fin de semana, Manolo es un punky de 24 horas al día, y ha sido muy coherente con su forma de vivir y con su forma de pensar, a lo largo de toda la vida». Así defiende el director Lacasta a su protagonista ‘Manolo Kabezabolo’, un trabajo que se estrenará próximamente en dos festivales muy top; In-Edit (Barcelona) y Zinebi (Bilbao).
El proyecto surgió hace cuatro años: «me gustaba mucho tanto la música que hacía, como sobre todo las letras de las canciones», destaca Lacasta, para indicar que «es un artista que surgió a finales de los 80 en la escena punk nacional, cuya eclosión fue de una manera curiosa». Y es que en esa época no existía el Spotify, ni YouTube, ni siquiera los Compact Disc. Manolo grabó dos maquetas con el sobrenombre ‘grábasela a tus colegas y pásala’. En muy poco tiempo aquellas maquetas se hicieron virales.
«Y cuál fue su sorpresa que en uno de esos primeros conciertos, fuera ya de su ámbito zaragozano, llenó la plaza de toros de Vitoria con 4.000 espectadores» recuerda Lacasta. Se sabían todas sus canciones, un pedazo de éxito de Manolo que le llevó a grabar su primer disco. Y a día de hoy sigue en activo, el 20 de enero podéis encontrarlo de concierto en Guadalajara. Este hombre es indestructible.

Manolo afinando su instrumento de trabajo.
SI TODAVÍA TE QUEDAN DIENTES ES QUE NO ESTUVISTE AKÍ
Esta frase es el subtítulo del documental de Lacasta, que recuerda uno de los discos de Kabezabolo. Una frase muy ingeniosa que «hace referencia a lo que fueron los años 80 y 90. Unos años de vida intensa, de vida salvaje, de mucha diversión, pero también de mucha implicación socia”, explica Lacasta a Secuenciadas.
En este audiovisual autobiográfico se habla de su carrera artística, pero también de su vida personal. «Él tiene una enfermedad mental desde niño y ello ha generado una especie de leyenda. Algunas de las anécdotas que se cuentan y se dan por buenas no tienen absolutamente ningún sentido, ni son verosímiles». Manolo cuenta en primera persona esta realidad. «Tratamos de dar visibilidad y normalidad a todo lo que tiene que ver con la enfermedad mental. Él la ha sufrido, pero también se ha recuperado. Buena parte de su trayectoria artística va muy ligada a estos episodios de ingreso en el hospital», relata Lacasta. «Se habla abiertamente de eso».
Para documentarse hablaron con amigos y compañeros del artista en diferentes épocas de su carrera, pero se dieron cuenta de que el material bueno estaba en los fans que habían seguido a Manolo. «Nos encontramos con un legado de muchísima gente que lo ha seguido durante muchísimos años, que tenía cintas, documentos, fotos… Nos hemos dedicado, una buena parte del tiempo, a rescatar ese material inédito«. Una labor de investigación, a lo CSI, que ha liderado Elena Rodrigo.

Manolo y Lacasta repasando la letra de las canciones del último disco.
Al músico zaragozano lo acompañan varios artistas y gente de su entorno: Evaristo Páramos de la Polla Record, Albert Plá, Fernando Madina de Reincidentes, Santi Ric ex apoderado, Rakel Winchester, cantante y más gente chachi. Sin embargo, nadie le hace sombra al personaje principal de la historia. «A pesar de las numerosas participaciones, el peso del documental lo lleva Manolo. El documental es Manolo», recalca el director oscense.
El largo está producido por Du Cardelin Studio. El equipo técnico lo componen Jorge Yetano como director de fotografía y montador, realizador y cámara Diego Martín y banda sonora original de Manuel Méndez Lozano, Naiel Ibarrola y Marina Barredo, entre otros.
El director y guionista José Alberto Andrés Lacasta está imparable con su productora Du Cardelin Studio, con la que no solo producen proyectos propios. Han producido la peli ‘Los restos del pasar’, de Luis Soto y Alfredo Picazo, que tras su paso por el Cannes Docs podrá verse en noviembre en el Festival Internacional de Cine de Gijón. Cuenta una historia con la Semana Santa de Baena (Córdoba) de fondo. También están inmersos en el rodaje del corto documental ‘Yo albañil’, próximamente rodarán un documental en co-producción con Francia llamado ‘Queer-me’. En él la oscense Irene Bailo narra todo su proceso. «Es un documental crudo, es fuerte, porque ella se expone much, pero es maravilloso», adelanta Lacasta. Y siguen las buenas noticias porque son finalistas para estar nominados a mejor corto de animación por ‘Y Eva también’ de Laura Torrijos-Bescós en los premios Goya.
El docu ‘Manolo Kabezabolo’ tendrá un pase especial en diciembre tanto en Zaragoza como en Huesca y se estrenará en salas en enero. ¡No nos lo perderemos!

- Iván Castell lleva el cine fantástico a La Aljafería
- Paula Ortiz nos invita a volar con ‘Teresa’
- Germán Roda y la brecha generacional, en ‘La Aljafería, un lugar de cine’
- Gerald B. Fillmore regresa a Aragón
- Isabel Genis da voz a quienes no la tienen
- Manolo Kabezabolo, el documental más punkarra