
“La Magdalena es mucho más que el juepintxo”
Tiempo de lectura: 4 minutosQue levante la mano quien haya disfrutado en La Magdalena de una noche con amigos o de un paseo por sus calles y comercios. ¿Ya estamos todos con una mano arriba? Ahora imaginad que podéis descubrir las historias de esta zona de la capital aragonesa de la mano de sus vecinos, los mejores cicerones que se pueden encontrar.
Recuperar la calle y el contacto con nuestros vecinos son precisamente las propuestas del documental colectivo ‘Madaleneando’, liderado por la polifacética periodista María de Rada y su productora ‘El patio de las pinzas’, un audiovisual aragonés con el que nos adentramos en este barrio de Zaragoza a través de 19 historias y sus protagonistas.
“He trabajado como periodista, reportera y guionista de televisión, pero hubo un momento en el que quería contar historias que, de otra manera, no se podrían contar, historias más pequeñitas y de gente de la calle”, explica la periodista a Secuenciadas.
Además, vivimos en una época en la que nos comunicamos por pantallas, como si Black Mirror ya dominara nuestras vidas, por lo que Rada un día pensó en crear un audiovisual que favoreciera el contacto entre las personas. Así, así, ¡viva el roce!
“Había escuchado hablar de los documentales colectivos y pensé en dedicar uno a nuestros vecinos, a las historias que no conocemos”. Ir más allá del tradicional: qué majo es el vecino que me saluda y conocer su vida, implicarse en ella.
RETORNO SOCIAL
De este modo, los vecinos toman el liderazgo de este trabajo, supervisados por María de Rada, para contar esas pequeñas historias que permiten conocer el entorno. Es un documental audiovisual, artístico, pero también con retorno social porque, al final, se trata de que nos comuniquemos cara a cara, como en los tiempos en que no llevábamos al señor Google en el bolsillo y nos interesábamos por el último vídeo clip que habíamos grabado de nuestros grupos musicales favoritos en la tele.
Trabajando codo con codo con los vecinos, se propusieron temas y surge un proyecto “que al final es mucho más auténtico» porque uno puede ir a un sitio y hacer preguntas, y a veces hasta que se las contesten, pero si quien te interpela es una persona conocida siempre estarás más receptivo a abrir las puertas de tus recuerdos.
Son 19 relatos de vida distintos y muy variados, que recorren desde el trabajo de Cáritas o Gusantina en el barrio, a festivales culturales, la recuperación de la Iglesia de la Magdalena, los antiguos comercios o las nuevas tiendas. “La Magdalena es mucho más que el juepintxo”, es diversidad cultural, historia de Zaragoza y lucha social. Y nosotras queremos saber.
“Propusimos una visita guiada por los vecinos y para los vecinos, para recordar cómo era el barrio, y vinieron 200 personas, fue flipante”, resalta Rada, para detallar que la experiencia se ha prolongado más allá del documental, dado que un grupo de vecinos ha retomado la conexión, quedan todas las semanas y se cuentan historias. Vamos, que han creado su propio «patio de las pinzas», su grupo de WhatsApp en vivo. «Ese es el objetivo final del documental, no es que vaya a ganar premios, pero une personas”.
TORRERO
María de Rada rodó un trabajo previo similar en el barrio de Torrero, uno de sus favoritos de la ciudad, y dedica este documental a la Magdalena por ser una zona donde ha trabajado y que merece la pena conocer, «es muy especial”.
El documental fue elegido como proyecto de innovación social dentro de la convocatoria Mediación, Innovación y Emprendimiento de la Universidad de Zaragoza y Zaragoza Activa. María de Rada dedicó la parte teórica a estudiar el periodismo comunitario y la práctica fue el rodaje del trabajo, que inició su andadura en marzo, con las primeras reuniones de vecinos, se grabó en junio y julio y se ha editado entre agosto y septiembre, cuando se ha estrenado en el Centro de Historias. Para haber contado con la complicidad de tanta gente, nos parece un tiempo récord.


Su deseo es que pueda emitirse en televisión y hacer un pase doble con el trabajo sobre Torrero, también dedicado a este tipo de proyecto colectivo en el que los vecinos sugieren los temas, aportan su enfoque y realizan las entrevistas, de la mano de la periodista y con una dirección coral, ya que en el proyecto han participado unas 300 personas. Y engancha, porque Rada reconoce que le gustaría retomar este formato “en todos los barrios de Zaragoza, en otros municipios de Aragón» y seguramente en el resto del mundo y parte de la galaxia. Porque, cuores, quedar, echarse unas risas y hablar cara a cara es lo más sano que hay.
Tras esta experiencia, María de Rada lo tiene claro: “es muy importante que recuperemos las calles, a los vecinos, el contacto con los seres humanos, con las personas, porque no es lo mismo poner un mensaje en Facebook que verte la cara, mirarnos. Así nos entenderemos mejor y contaremos mejor nuestras historias”. Pues eso, más quedar y menos chatear porque las mejores redes sociales siguen siendo las calles.