Eugenio Monesma, Simón de Honor 2022

Eugenio Monesma, Simón de Honor 2022

Tiempo de lectura: 7 minutos

Especializado en el documental etnográfico desde 1979, Eugenio Monesma continúa, cámara en mano, mostrando los oficios perdidos, fiestas, tradiciones, leyendas, la gastronomía tradicional y las costumbres y rituales de nuestra historia. Tiene un archivo de los más importantes de España, con más de tres mil documentales etnográficos y compite con ‘Cuéntame cómo paso’ con uno de los programas más longevos de la televisión ‘Fogones tradicionales’, de Canal Cocina, que lleva 22 temporadas. Lo suyo fue amor a primera vista, desde que se fue de trashumancia con un pastor con solo 18 años y comenzó a grabar con una Super 8 para el Instituto Aragonés de Antropología. Charlamos con Eugenio Monesma, para que nos haga una breve sinopsis de todas las temporadas de su vida profesional.

Eugenia monesma, cineasta, director de cine, cineasta aragonés, simón de honor, cine etnográfico, cine documental, cine aragonés, audiovisual aragonés, espiello, fogones tradicionales, programa aragón tv, navateros, etnografía, documental, documental etnográfico

Eugenio Monesma, previusly…

¿Cómo recibes el premio Simón de honor de este año de los Premios Simón del Cine Aragonés?

Con una gran satisfacción, llevando más de 40 años en la producción audiovisual, es un honor para mí que los profesionales, entre los que también hay bastante joven, hayan pensado en mí para darme este premio. Lo recibiré con mucha alegría y muy contento.

¿Cómo empezaste en el mundo audiovisual?

Empecé en el año 79 realizando varios cortos vinculados a temas pacifistas, antibelicistas… Algunos de ellos eran cortos de animación como fue ‘Jaque de Reyes’ (1980) que era sobre un tablero de ajedrez. Daba a entender cómo se organizaban las guerras y sus consecuencias. Cómo morían todos los peones y los reyes celebraban la fiesta sobre la sangre de los peones. Ese documental a mí me dio bastantes premios y seguí haciendo algunos de esa temática y también con animación, con dibujos animados o muñecos de plastilina.

En el año 81 me vinculé al Instituto Aragonés de Antropología, con Ángel Gari y Manuel Benito, y ya surgió la necesidad de recoger todas aquellas tradiciones, viejos oficios, rituales, que se estaban perdiendo. Empecé a hacer documentales en Super 8, sobre herreros, carboneros, alfareros, aquellos oficios que en ese momento se estaban perdiendo. Hasta el año 83 que hice la peli de ‘Navateros’, que fue la que me abrió todo un mundo de posibilidades dentro de lo que era el cine etnográfico en España.

Eugenia monesma, cineasta, director de cine, cineasta aragonés, simón de honor, cine etnográfico, cine documental, cine aragonés, audiovisual aragonés, espiello, fogones tradicionales, programa aragón tv, navateros, etnografía, documental, documental etnográfico

Monesma, temporada 31, grabando ‘Maderas en el Pirineo’ (2010), estrenado en Espiello, fuera de concurso

¿Por qué has centrado tu trabajo en el documental etnográfico? 

Tenía bastante vocación por el tema de nuestros pueblos y las raíces populares. Ya con 18 años me fui con un pastor a la Sierra de Guara, justo en las fiestas de San Lorenzo de Huesca, a pasar una semana y a conocer el mundo pastoril. Cuando me meto en el Instituto veo que se estaban perdiendo muchos oficios y algunos rituales. Principalmente los oficios, me interesaban todos los oficios o que estaban a punto de desaparecer o que habían desaparecido ya. En el caso de que hubieran desaparecido, me ponía en contacto con la gente que había practicado ese oficio, por ejemplo en San Juan de Plan el cáñamo o Hilario Artigas con una carbonera o una calera etc. Les proponía conseguir la financiación para que ellos pudieran cultivar, por ejemplo, un campo de cáñamo y hacer todo el proceso, desde la siembra, hasta convertir esas fibras en unos tejidos. Eso era lo que en un principio me motivaba bastante, esto es como el que se colecciona cerámicas, monedas… este oficio me falta, pues hay que conseguirlo. Ahora creo que tengo más de mil oficios recogidos por toda España.

¿Alguna vez te ha tentado dirigir ficción?

No no, nunca. Bueno, hice un corto en el año 82 que lo titulé ‘Caputelos y Montescos’. Formaba parte del grupo de teatro la Tartana de aquí de Huesca y con los compañeros de la Tartana, los amigos del Instituto Ramón y Cajal y algunos otros amigos montamos ahí una parodia muy extraña, pero nunca me ha apetecido dirigir ficción.

Has realizado más de 3.200 documentales, que es una pasada. ¿Si tuvieras que nombrarnos tres trabajos cuáles serían y qué destacarías de ellos?

Una historia muy bonita es que estábamos grabando con el equipo en Quintanal de la Sierra en Burgos y una tarde que no teníamos nada que hacer nos dicen, pues aquí en el pueblo hay un taller de carretería que está idéntico, como si lo hubieran dejado de trabajar esta tarde. Fuimos a verlo y nos dijeron “si quieres os hacemos un carro” y les dije “con que me hagan una rueda vale, porque es un trabajo doble de carpintero y herrero y con mucha precisión”. Hicieron la rueda, le mandamos el vídeo para que lo vieran y se quedaron tan contentos que dijeron “venga, vamos a hacer el carro entero”.

Ahora recientemente he estado acabando el guion de un documental que estoy haciendo con el Gobierno de Navarra, ‘Contrabando y evasión en el Pirineo navarro’, en el que he recogido testimonios de contrabandistas de los valles de Salazar y Aezkoa . Contrabandistas que estuvieron hasta hace 18 años y también sobre la evasión de los judíos en Francia cuando la Segunda Guerra Mundial o los maquis después, en la lucha y la resistencia contra Franco. Eran los que pasaban a todas estas gentes mediante redes de paso que ya tenían formadas, clandestinas, para evadir tanto para un lado como para otro.

He hecho varias cabañeras, pero la última fue hace dos años, que bajé andando con los ganaderos desde el Pirineo navarro hasta las Bárdenas, durante 8 días. Fruto de esa convivencia con los pastores, hice un documental de 90 minutos bastante interesante y que lo tengo subido en el canal de YouTube.

Eugenia monesma, cineasta, director de cine, cineasta aragonés, simón de honor, cine etnográfico, cine documental, cine aragonés, audiovisual aragonés, espiello, fogones tradicionales, programa aragón tv, navateros, etnografía, documental, documental etnográfico

Eugenio Monesma, con 18 años, cambia el Tubo de Huesca por una ruta pastoril

En 2020, creaste un canal de YouTube en el que empezaste a subir tus documentales y con él, has alcanzado más de 625.000 suscriptores y más de 165 millones de visualizaciones. ¿Por qué crees que ha tenido tanto éxito?

Lo manejan más mis hijos porque yo estas cosas tecnológicas me desbordan. Es curioso porque cuando lo pusimos, yo no pensaba que le fuera a interesar a tanta gente y pensaba que el público sería gente mayor, sin embargo lo que nos está sorprendiendo es que la franja de edad ronda entre los 25 y los 40 años, la mayoría es gente joven. Por la mañana contesto a todos los comentarios porque para mí es una satisfacción que todavía la gente aprecie estos valores de los campesinos.

Llevas más de 40 años haciendo cine. ¿Cómo has vivido la evolución tecnológica a la hora de grabar, editar, capturar sonido… ?

Es que estamos hablando del año 79 que empecé a grabar en Super 8, la calidad era bastante regular, mala. Luego grabé cinco documentales etnográficos en 16 mm que los vendí a Televisión Española y era la calidad mínima que exigían.

Luego ya pasé al Umatic, que había que ir dos personas, una llevaba la mochila con la grabadora y otra con la cámara al hombro, con eso hice mi primera trashumancia. Comparado con ahora que puedes ir perfectamente con una cámara pequeñísima y que no pesa, con muy pocas baterías y con unas memorias que te caben a lo mejor 4 o 5 horas. Antes una tarjeta te duraba 20 minutos, las baterías pesaban un montón y había que pensar en que había que cargar las baterías.

Luego ya la Betacam SP, que era ya más manejable y luego ya a lo digital, a la cámara digital, con memoria, sin cita y eso es una maravilla. Luego tengo una serie en canal cocina, que llevo 22 años con ella y la grabó yo toda, recorro los pueblos de España, está ya todo preparado, pero yo me ilumino, yo tomo el sonido, yo grabo, voy solo, no llevo a nadie.

Así que ¿también te pones detrás de la cámara? 

Además es que disfruto. Hubo unos años entre finales de los 90 hasta el 2010 que prácticamente no tocaba la cámara para nada, porque estaba dirigiendo tres equipo de producción, grabando por toda España, tres mesas de edición, tres ayudantes elaborando los guiones y demás. Éramos un equipo de 20 personas y yo tenía que estar dedicándome a eso. Ahora estoy disfrutando porque me cojo la cámara y me voy a grabar.

Eugenia monesma, cineasta, director de cine, cineasta aragonés, simón de honor, cine etnográfico, cine documental, cine aragonés, audiovisual aragonés, espiello, fogones tradicionales, programa aragón tv, navateros, etnografía, documental, documental etnográfico

Eugenio Monesma editando con Betacam ¡Viva lo analógico!

Del audiovisual aragonés, ¿a quién sigue Eugenio Monesma?

No veo la tele casi, porque mi mundo va sobre el tema de investigación de piedras rituales y piedras funcionales, hoy mismo he estado en el monte viendo piedras rituales que estoy estudiando. Ya prácticamente me desvinculo hace tiempo del mundo audiovisual, no he seguido a nadie en particular. Se que hay gente muy buena, pero no veo prácticamente televisión ni cine. Veo un poco el informativo y luego me pongo a leer porque normalmente llevo varios temas en marcha.

¿Cuáles son tus próximos proyectos? 

Ahora mismo estoy terminando el documental ‘Contrabando y evasión en el Pirineo Navarro’, que lo estrenarán en la Filmoteca de Pamplona en septiembre u octubre. He comenzado a grabar el del Bocal de Tudela, la casa de compuertas y todo el poblado que hubo allí en Torlo y el palacio que construyó Carlos V donde arranca el Canal Imperial de Aragón. Y por supuesto los ‘Fogones Tradicionales’ de Canal Cocina. Ahora he estado 15 días por toda la parte de Andalucía, Extremadura y Zamora grabando 18 capítulos y luego en septiembre tengo que ir a grabar a Elche y Galicia. Es el programa más longevo que hay de cocina en una misma cadena.

Eugenia monesma, cineasta, director de cine, cineasta aragonés, simón de honor, cine etnográfico, cine documental, cine aragonés, audiovisual aragonés, espiello, fogones tradicionales, programa aragón tv, navateros, etnografía, documental, documental etnográfico

Eugenio Monema celebrando la navidad con uno de sus programas favoritos, ‘Fogones tradicionales’ de Canal Cocina

Para conocer algunos de sus trabajos podéis visitar su canal de YouTube. Si sois más exigentes y os gusta disfrutar del cine en pantalla grande, acercaros a la Filmoteca de Zaragoza el 17 y 23 de junio, donde se proyectarán a las 20:00 horas sus docus ‘Homenaje a Hilario Artigas y su familia’ y ‘La cañada de los Roncaleses’. El 25 de junio recogerá el Simón de Honor de los Premios Simón del Cine aragonés en su ciudad natal, Huesca, en el Palacio de Congresos.

Compartir por
El tesoro guardado en el ropero de Ansó

El tesoro guardado en el ropero de Ansó

Tiempo de lectura: 6 minutos

El municipio pirenaico de Ansó descubre el último domingo de agosto uno de sus mayores tesoros. Guardados y protegidos todo el año en el ropero, en el Día del Traje Ansotano los vecinos desfilan por el municipio luciendo sus vestimentas tradicionales en una fiesta declarada de Interés Turístico Nacional y de la que nos habla la directora zaragozana Isabel Aparicio en su nuevo documental ‘Ansó. Rasmia, funcias y muita historia’.

Un trabajo dedicado al traje ansotano, pero narrado desde las emociones, las que sienten los ansotanos cuando visten sus trajes tradicionales, cuando recuerdan su historia y explican cómo los miman para que perduren en el tiempo. 

El equipo escucha con atención las vivencias de una ansotana, mientras les muestra fotografías vistiendo el traje
(Foto: Elena Rubio)

Este proyecto surge por encargo de Hacer Creativo, el centro superior de diseño donde Isabel Aparicio trabaja como profesora desde hace seis años. “Mi compañera Roberta (Bueso) presentó una documentación a una institución europea que concede subvenciones y nos la concedieron”, recuerda. Así, pasaron a formar parte del proyecto Stitch, de digitalización del patrimonio textil europeo, en el que también colaboran las universidades de Albania, Hungría y el Museo del Textil de Prato (Italia). ¡Viva lo internacional! 

Cada universidad ha realizado un documental sobre un traje tradicional de su zona, han impulsado talleres de técnicas, un catálogo, una impresión en 3D de las vestimentas y se han puesto en marcha proyectos culturales sobre esos trajes. “Nosotros elegimos el de Ansó porque nos parece, de todos los de España, el más bonito, el más rico, el más significativo; tiene una variedad brutal”, subraya la dire.

Reconoce que sabía “muy poco” del traje ansotano antes de comenzar el docu y ponerse con el guión. Lo conocía como aragonesa y por sus raíces familiares, dado que su bisabuela era de Hecho, cerca de Ansó, y su abuela “estaba enamorada de la indumentaria de esa zona” y se la mostraba de pequeña cuando veían la Ofrenda de Flores a la Virgen del Pilar. “Son trajes preciosos, espectaculares, muy llamativos” y al trabajar en este proyecto “he descubierto una serie de matices que no conocía y ha sido una experiencia muy chula”, asegura. Vamos, que se ha quedado totalmente in love del traje ansotano por la variedad y riqueza de matices que presenta, especialmente los femeninos, relacionados con el trabajo, la religión o el momento vital de la mujer.  

Fotograma del documental 'Ansó. Rasmia, funcias y muita historia', de Isabel Aparicio
Dos ansotanas rememorando junto al fuego lo mucho que disfrutaron en el último Día del Traje y la odisea para encontrar novio para vestirse que no fuera su pareja

CUIDANDO ESE TESORO 

“Lo más significativo que tiene Ansó respecto a su traje es que se lo siguen poniendo, en el Día del Traje” gracias al ropero que conserva 85 piezas completas de esta indumentaria. Aunque confeccionan réplicas, algunos de esos trajes tienen más de cien años “y los tienen súper bien conservados, los almidonan, los planchan, los arreglan, porque a veces se estropean”. 

Un grupo de mujeres de Ansó se encarga, “por amor al arte”, de cuidar de este tesoro del que disfrutan todos una vez al año en una fiesta que comienza días antes, con el sorteo para poder vestir los trajes, y se inicia ese mismo día a las cinco y media de la madrugada, cuando comienzan a vestir a los vecinos, desde las mujeres de trabajo, que después repartirán las migas para los visitantes, hasta que se termina con los niños y las ansotanas que utilizan el traje de novia. Un traje que, por cierto, pesa bastante (unos 35 o 40 kilos) y que pueden lucir ese día si encuentran un novio que no sea el suyo propio ya que, según dice la leyenda, si la pareja se viste de novios ese día, la relación se acaba. ¡Cosas de la tradición!

Todo el pueblo vive por y para el traje, es algo que les une mucho, es su cultura, su identidad, y la llevan allá donde van. Verles cómo se emocionan hablando del traje y cómo lo viven es una gozada”, indica Aparicio. 

Las ansotanas cuidan con mimo sus trajes para conservarlos en perfecto estado (Foto: Isabel Aparicio)

EL PUEBLO, A TOPE CON EL DOCU 

Pero rebobinemos. Antes de palpar estas emociones, el equipo estuvo tres meses documentándose, con Fermín Castillo (documentación) viajando a Ansó para empaparse a tope de la indumentaria tradicional ansotana. “Todo el pueblo se volcó, fueron híper generosos”, recuerda la realizadora, al apuntar que “llegamos con nuestras cámaras a grabar su traje, desde el respeto absoluto, y las mujeres nos abrieron todos los armarios del ropero, nos enseñaron todas las prendas y joyas, lo que quisimos”. Dos jóvenes del pueblo se vistieron para el documental, y otros vecinos “nos invitaron a sus casas, nos enseñaron fotos de sus bodas, de sus nietos”, rememora. Por si os lo estáis preguntando, os confirmamos que Isabel y su equipo se metieron hasta la cocina en las casas de Ansó, literalmente, para poder descubrirnos su tradición. 

“Es un documental de tipo etnográfico, un trabajo en el que valoro mucho más la vivencia de las personas, cómo lo cuentan ellos, la intensidad con la que lo viven”, manifiesta. De hecho, aunque comenzaron el trabajo “con una idea más técnica”, “nos hemos dejado llevar por los testimonios y al final dura el doble de lo previsto y podría durar cuatro veces más” por la cantidad de material grabado. Inicialmente estaban previstas ocho entrevistas y han acabado con el doble y logrando la implicación de otras instituciones, como el Museo del Traje de Madrid, donde entrevistaron a una experta en indumentaria tradicional que después viajó a Ansó “para ver el traje en primera persona”. 

Fueron cinco días de rodaje, cuatro sesiones en Ansó y una en Madrid, non-stop, mientras que en el verano han llevado a cabo el montaje y la música original, obra de Jesús Aparicio, una maravilla banda sonora que evoca la música popular y que compuso expresamente para este documental. El resultado es un trabajo que explica el traje ansotano desde el punto de vista institucional, de las vivencias, cómo ha influenciado el traje a historiadores, escritores, cineastas o pintores y cómo se custodia en los museos. 

Fotograma del documental 'Ansó. Rasmia, funcias y muita historia', de Isabel Aparicio
Uno de los protas del documental, Antonio Jesús Gorría, muestra su libro ‘El traje tradicional del valle de Ansó’, la biblia del traje ansotano

SEIS MESES INTENSOS 

Han sido seis meses “intensos” de trabajo en el marco del proyecto Stitch, que comenzaron en febrero, pero que no acaban con la presentación del documental, que ya puede verse en YouTube junto a otras dos grabaciones de talleres de técnicas tradicionales de almidonado y recrebado de cuellos de camisa y de peinado de churros, que llevan las mujeres en el Día del Traje. Estos audiovisuales son solo una pieza de un proyecto más amplio, que contempla exposiciones, jornadas, desfiles. 

El trabajo, con un título en ansotano que resalta su cultura, ya ha sido proyectado en Ansó, ha sido preseleccionado en Espiello, el Festival Internacional de Documental Etnográfico de Sobrarbe, y se proyectará también en Albania y Hungría, entre otros lugares. “Lo más importante de este documental es que busca difundir la indumentaria popular tradicional para que sirva de inspiración a jóvenes diseñadores que puedan crear sus nuevas colecciones basándose en la riqueza de la textura, los tejidos y los patrones que tiene”, detalla Isabel Aparicio. 

Tras este trabajo sobre el traje ansotano, en enero estrenará un cortometraje en el que ha participado como realizadora y que dirige su hermano, Jorge Aparcio. Se trata de ‘Golosinas’, “una historia sencilla y tierna, en la que contamos con niños que no son actores y que ha sido un reto, pero muy bonito”, concluye. 

Isabel Aparicio es licenciada en Comunicación Audiovisual y ha estudiado dirección y realización. Es directora y guionista de numerosos trabajos, como el documental ‘Ver el mundo de otra manera’, y compagina su love por el audiovisual con su trabajo como profesora en el Centro Superior de Diseño Hacer Creativo de Zaragoza.

Compartir por