‘El Refor’, historia de un barrio

‘El Refor’, historia de un barrio

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Si os preguntamos por algún lugar con historia de vuestro barrio seguro que os vendría a la cabeza más de un sitio emblemático, curioso, turístico o que, simplemente, ha significado algo en vuestras vidas. En el barrio de Valdefierro, en Zaragoza, existía uno de esos lugares únicos, el reformatorio del Buen Pastor. El edificio fue derribado en verano del pasado año y ahora un documental, ‘El Refor’, recoge su historia. 

Los vecinos recordando cuando en Valdefierro no había tiktokers y la gente jugaba en las calles

Este proyecto surge en el marco de la iniciativa europea Erasmus + Graffiti Art In Prison-Universidad de Zaragoza. Está formado por un equipo de estudiantes e investigadores de las universidades de Palermo, Zaragoza, Colonia, el Kunsthistorische (nada, no nos pidáis que lo digamos en voz alta porque es imposible) Institut de Florencia y la Academia de Arte y Diseño – Abadir de Catania. Está financiado en el marco del programa europeo Erasmus + (Asociaciones Estratégicas para la Educación Superior) y se ha desarrollado durante tres años, desde 2020 a 2023.

“Estábamos realizando este proyecto europeo sobre graffitis en general, desde el arte histórico al contemporáneo” en distintos espacios históricos de privación de libertad, como lo fue en una época la Torre del Trovador del Palacio de la Aljafería, y relacionarlos con aquellos existentes en prisiones contemporáneas, explica uno de los miembros del proyecto en la Universidad de Zaragoza, Jorge Jiménez, a Secuenciadas. 

El equipo conocía la existencia de una “cantidad inmensa” de pintadas y expresiones artísticas en el interior del reformatorio. “El derribo era inminente y quince días antes fuimos a intentar grabar todo, a registrar la mayor parte del conjunto de graffitis y arte mural, que estaba genial, pero no nos dio tiempo a mucho y esa situación nos frustró”, recuerda.    

De ese sentimiento de frustración surgió la idea de hacer este docu sobre la historia del reformatorio del Buen Pastor. Para ello, “inicialmente contactamos con las trabajadoras, que ahora se encuentran trabajando en otras cosas y que nos contaron las historias y el vínculo afectivo extraordinario que tenían con el reformatorio”. “El derribo era un tema sensible y les dolió la desaparición” del edificio, afirma Jiménez. 

Antes todo esto era reformatorio

VALOR HUMANO 

También los vecinos aportan su punto de vista en este trabajo, así como arquitectos que han dado su visión sobre el equipamiento. El equipo de profesores que lidera este proyecto contactó con Adictos Producciones para llevar a cabo el trabajo y ya desde las primeras grabaciones “vimos que todo el mundo se conmovió y que había que hacer este documental”. Ni cortos ni perezosos, y con una velocidad que para sí quisiera Speedy Gonzales, en el mes de junio de este año mantuvieron las primeras reuniones para darle forma al proyecto y, a continuación, se pusieron a filmar. 

El hilo conductor es el propio edificio y el documental nos contará su historia, su valor arquitectónico, humano, sus transformaciones con el paso del tiempo y su última etapa, hasta llegar a su derribo. Junto al material que han encontrado en prensa sobre la inauguración del reformatorio o la vida cotidiana en el centro, “cada historia nos hace entrar en aspectos que merece la pena conocer” y también se plantea la relación entre el patrimonio, la administración y los vecinos. 

“Cuando se habla de patrimonio cultural se desacata el valor humano o el vínculo con el entorno, pero pocas veces se ahonda en esa idea”, observa Jiménez. Este documental nos muestra un edificio normal, que no destacaba en lo arquitectónico, pero que tenía un gran valor humano. “Con su derribo, han aniquilado su memoria y los vínculos afectivos de todo el barrio con el edificio”, lamenta. De hecho, durante el rodaje los participantes se olvidaron de las cámaras y “estuvieron emocionados recordando toda su historia en la explanada”, unos testimonios que podrán verse en el trabajo. 

Como os decíamos, el equipo se puso enseguida “al lío” y en quince días en el mes de junio vivieron un rodaje maratoniano. Ahora, “la idea es trabajarlo con más calma, ir depurándolo y presentarlo en Valdefierro”, después de una primera presentación del proyecto que se celebró el pasado mes de junio en el Centro Joaquín Roncal, donde también se pudo ver una exposición de 32 fotografías seleccionadas por el grupo GAP-Universidad de Zaragoza y captadas unos días antes de iniciarse el derribo del refor. 

Sonido y cámara a punto para escuchar la historia del Refor

EQUIPO 

El equipo de la Universidad de Zaragoza que promueve el GAP Project está formado por los profesores del Departamento de Historia del Arte: Ascensión Hernández –investigadora principal–, Pilar Biel, Jorge Jiménez y Juan Carlos Lozano, y por los estudiantes de doctorado Belén Buil, Inés Colás, María Forcada y Marcos Larraz. 

En este trabajo audiovisual han sido responsables de guion y dirección del documental Pilar Biel, Ascensión Hernández, Jorge Jiménez y Juan Carlos Lozano. En el equipo técnico, por parte de Adictos Producciones, encontramos a Talín Arbas en cámara y edición; Rubén Terrén, Vlad Todica y David Navarro como cámaras; Arial Morales como técnico de sonido; Josete Meléndez como responsable de la música y Juan Nunquam de la ilustración. Han colaborado en la grabación, además, las asociaciones de vecinos Aldebarán y Las Estrellas de Valdefierro. 

Y como se trata de arte urbano y graffitis, el equipo ha pedido a grafiteros de la ciudad que intervengan los carteles del docu, por lo que cada uno será una obra única y una buena forma de rendir homenaje al proyecto con las diferentes visiones de los artistas. ¡Ya estamos deseando verlo!

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