
El visitador o cómo colarse en el médico de manera elegante
Tiempo de lectura: 6 minutosLa de cosas que pasan en la consulta de un médico, tantos pacientes cada día, tantas historias. ¿Y alguna vez os ha ocurrido que se cuela un visitador médico? Nosotras nos acordamos perfectamente, el típico señor bien arreglado, o señora, por supuesto, que llega a la consulta en el último momento y, sin más miramientos, entra a hablar con el médico de turno en cuanto sale el paciente que estaba en la consulta. Y tu te quedas anonadado, pensando que aún saldrás más tarde de lo previsto y acordándote de toda la industria farmacéutica. Pero, ¿qué pasa dentro de esa consulta cuando entra el visitador?
Esta es la historia que cuenta, en clave de comedia, el corto ‘Entre paciente y paciente’, dirigido por el zaragozano Paco Gómez Luesia, que se estrena detrás de las cámaras con este proyecto surgido de su pasión por el audiovisual. De hecho, este trabajo está basado en sus vivencias como visitador médico y le ha permitido cumplir un sueño y hacer realidad aquello de que nunca es tarde, si la dicha es buena. ¡Querer es poder, amigos!

“He trabajado 30 años como visitador médico en la industria farmacéutica y he vivido cantidad de anécdotas y vivencias”, explica el director a Secuenciadas, señalando que a ello se añade que “siempre he querido estar detrás de las cámaras”. Su deseo de juventud era ir a estudiar imagen y sonido a Madrid, pero aquel objetivo no se pudo cumplir entonces, estudió empresariales y acabó dedicándose a la venta de medicamentos. “A veces la vida la enfocas hacia un lado y te lleva hacia otro”, relata, asegurando que, no obstante, ha sido el fotógrafo y realizador oficial de la familia en BBCs y viajes, grabando vídeos en súper 8 y manteniendo viva esa vocación por la cámara.
Ahora, a sus 59 años, tiene otro trabajo y una vida “más tranquila”, lo que le ha llevado a lanzarse de cabeza a rodar. Para ello, realizó un curso de formación en la escuela Un perro andaluz, en la que explicó a sus profesores su ilusión por grabar un corto. “El guión lo escribí en 2016, aunque luego he ido haciendo cambios, me dejé aconsejar mucho por Javier Millán, uno de mis profesores de la escuela, que me ha llevado de la mano”, detalla.
De ese primer guión original que escribió de forma autodidacta, leyendo libros y empapándose de tutoriales de YouTube, han salido después hasta seis o siete versiones, ha añadido y eliminado personajes y admite que, si rodara el corto el mes que viene, “seguro que cambiaría algo también”, porque un guión es un ser vivo y nunca se acaba de encontrar la perfección. Vamos, que si pudiera seguiría cambiando cosas hasta que el visitador encontrara el medicamento para acabar con la pandemia, como pasa a quienes escriben, que nunca saben cuándo parar.

EN CLAVE DE HUMOR
‘Entre paciente y paciente’ es una crítica a la industria farmacéutica, pero en clave de humor. Es una comedia que desvela el misterio de qué ocurre detrás de la puerta del médico cuando entra un comercial de un laboratorio para intentar convencerle de que sus pastillas son las mejores para quitar dolores de cabeza o dormir más plácidamente. “Es una historia de amor y de odio de la industria farmacéutica con la clase médica” y también un reflejo de esa escena que todos hemos vivido en la sala de espera: el visitador que se cuela sin piedad delante de tus narices.
En este sentido, Gómez recuerda que antes a los consultorios de los pueblos no se acudía con cita previa, sino que los pacientes se pedían la vez entre ellos. “Cuando llegábamos los visitadores nos llamaban despectivamente carteristas o viajantes, porque llegábamos allí y les pedíamos el favor de que nos dejaran pasar para no tener que coger la vez en cada pueblo”. Así, haciendo amigos en todas las consultas. Cada día se marchaban con diez o quince enfermos mirándoles “con mala leche, porque sabían que nos íbamos a colar”.

En este corto tres visitadores intentarán llevarse el gato al agua con el médico mientras lidian con pacientes en modo enfurecido. La historia transcurre en una época pasada, no determinada, pero aproximadamente unos diez años atrás. El espectador lo notará al comprobar que el médico recurre a su vademécum para ver qué medicamento va mejor para cada paciente, por su antiguo teléfono y ordenador y otros detalles que sitúan unos años atrás.
REPARTO
En el reparto encontramos a Luis Trébol bordando el papel de doctor Don José; a Pablo Gimeno como Pablo, uno de los visitadores y que va a ser el bueno de esta película; a Francesc Tamarite como visitador inmigrante, encargado de un humilde laboratorio; y a Daniela Vassão interpretando a ‘La Cuqui’, una visitadora de armas tomar que se valdrá de su belleza y juventud para intentar encajar sus medicamentos.

Entre los secundarios, Pedro de Miguel como médico colega, y compañero del director en el curso en la escuela Un perro andaluz; Amparo Baró como madre de un paciente; Jorge Andolz como paciente catalán e Inma Chopo como otra de las pacientes. Aparecen también Elena Monsalve, Martín Tejero, Nicolás Usón, Daniel Usón, Javier Alcober, Sergio Zayas, Vicenta Martín, Nuria Rubió y el propio Paco Gómez que da vida a un jefe de ventas algo cabrón que pondrá en aprietos laborales a uno de los visitadores.
En el equipo técnico, acompañando a Paco, se encuentra Nuria Rubió, de Tiramisú Producciones, como ayudante de dirección; Hugo Falcón como director de fotografía y operador de cámara; Francisco Javier Millán como productor y responsable de edición y montaje; Javier Gómez como ayudante de producción; Manuel Sánchez y Pedro de Miguel ejerciendo de coach de actores; Eduardo Sánchez en script y claqueta; Blanca Blanco en dirección de arte; Sergio Lázaro en la foto fija; Lucía Sanz en maquillaje y peluquería; Patricia Gómez como responsable del catering y redes sociales; Rafael Toledano en las labores de jefe de sonido; David Calle como su auxiliar; y al frente de la música está Ángel García con los raps que animan esta producción.
DE OFICINA A CONSULTORIO MÉDICO
La historia se rodó en un fin de semana, los días 3 y 4 de octubre de este año, con una cámara profesional Lumix en una oficina del edificio Aida, en Zaragoza, en un espacio de 300 metros que permitió al equipo cumplir con todas las medidas sanitarias. Además, en una oficina anexa se encontraba el espacio para maquillaje y el catering. “Reconvertimos una oficina de directivos en consulta y sala de espera y creo que da el pego”, considera el realizador, que se reconoce como un amante de la comedia.

El proyecto ha conllevado un año de planificación y “a la vez que he ido rodando he ido aprendiendo, he preguntado y me han asesorado”. “Este corto es cumplir un sueño”, destaca Paco Gómez Luesia, para precisar que moverá el trabajo por festivales, pero “no espero nada, soy realista y si un día me llaman y me seleccionan me daré una alegría de la leche”. Reconoce también que estar detrás de las cámaras “crea adicción” y para este trabajo ha realizado un esfuerzo económico personal para que técnicamente quedara perfecto. “No se si mi historia gustará o no, pero si lo hago, lo hago bien”, defiende, deseoso de que el corto pueda verse en pantalla grande.
Su familia, su mujer y sus dos hijos, le han respaldado en todo el proceso e, incluso, trabajan en el corto. “A todos los he involucrado, creo que es importante que se sientan partícipes y salimos todos de extras”. Este trabajo nos demuestra que querer es poder: “lo he preparado desde 2016 hasta ahora, he hecho el curso de cine, no he pedido subvenciones a nadie, soy un trabajador y me ha costado mi esfuerzo”, un camino en el que la palabra clave ha sido, según su experiencia, planificar y “tener esa ilusión” por lo que se está haciendo.
Próximamente en los mejores festivales, mientras tanto aquí tenéis el tráiler.