¿Tienen fecha de caducidad los glaciares?

¿Tienen fecha de caducidad los glaciares?

Tiempo de lectura: 5 minutos

Esta es una de las preguntas a las que da respuesta el documental ‘The melting point’, dirigido por Adrián San Román. El trabajo, que surge como proyecto de final de master del dire, ha ganado el premio Prisma a la divulgación científica y explica la evolución que están teniendo tres glaciares pirenaicos, Ossoue, Maladeta y Aneto. 

Imágenes espectaculares de los Pirineos. ¡Ojalá hacer CHAS y aparecer allí! (Fotograma ‘The melting point’)

“Cursé un master de reportaje documental transmedia en la Universidad Carlos III y el proyecto final era hacer un reportaje documental”, explica San Román a Secuenciadas. “Empezó siendo un proyecto muy austero”, reconoce, si bien después “se fueron apuntando amigos”, se vinieron arriba y acabaron formando un equipo de nueve personas para investigar qué está pasando a los glaciares del Pirineo.

Un exhaustivo trabajo de documentación, con libros de la colección Prames y otros aconsejados por el investigador Pierre René, y visitas a los lugares de grabación para conocer el entorno y “cuáles serían los glaciares más interesantes y más característicos para poder grabar”, llevó al realizador a elegir estos tres gigantes de la nieve y el hielo para su trabajo. Ossoue por ser uno de los que más se estudia cada año; Maladeta, por tener un amplio recorrido histórico en cifras; y Aneto, por ser el único que dispone de una estación meteorológica que mide su temperatura y, además, el más grande de los tres. 

Aunque no era la primera vez que Adrián San Román se calzaba las botas de montaña y visitaba un glaciar, “sí era la primera vez que iba a trabajar en ellos”. Y, obviamente, es algo muy diferente. Cuando uno sube a la alta montaña, normalmente llega a la parte más alta, disfruta del logro, y regresa, porque son zonas “muy hostiles, y no es agradable quedarse ahí”. Sin embargo, si uno sube a trabajar necesitará pasar tiempo allí, “cinco o seis horas en condiciones duras, de frío, ventisca, de sol que te puede quemar la cara y la cornea, como fue mi caso por no tomar las precauciones necesarias”, relata. 

Pero, ¿por qué elegir los glaciares para este trabajo? El director lo tenía claro: “siempre me ha gustado mucho la montaña, vengo de una familia muy montañera” y los glaciares reunían la espectacularidad de las imágenes de montaña con el interés que tienen como grandes indicadores de lo que el cambio climático está provocando en el planeta. “Queríamos que a nivel de divulgación científica tuviera mucho peso, además de imágenes espectaculares, y en esa conjunción encontramos los glaciares”, resume. 

El equipo, durante el rodaje, a vista de pájaro, o de dron.

MESES DE PREPRODUCCIÓN

El rodaje necesitó, por tanto, de mucho entrenamiento previo. El director y los cámaras, Diego López y David Puerta, dedicaron sus fines de semana a subir a la montaña cargando con el equipo, para comprobar cómo sería grabar allí y permanecer “en esas temperaturas”. “No hicimos todo el aclimatamiento que nos hubiese gustado y de ahí algunos sustitllos que nos llevamos”, recuerda San Román, para indicar que el documental se grabó en diez días, pero la preproducción les llevó “meses y meses”. Utilizaron cámaras sony A7SII y Canon 6D y un dron Mavic Pro 2 que han dado lugar a unas imágenes alucinantes. 

En media hora, ‘The melting point’ nos lleva a recorrer los tres glaciares acompañados por el presidente de la Asociación Morraine y guía de montaña, Pierre René, junto a su equipo; el co-director de Spesa Ingeniería, Eduardo Lastrada; y el investigador y divulgador científico, Javier del Valle. Y otra pregunta nos surge al verlo, ¿son los glaciares enfermos terminales? “Eduardo los llamaba así, decía que tenía la sensación de que, cuando los estudiaba, estaba estudiando enfermos terminales y eso quizás es porque Maladeta es uno de los glaciares que más rápidamente están despareciendo”, detalla, al apuntar que la inclinación y la exposición al sol están causando un retroceso “muy acelerado”. 

No obstante, hay otros glaciares donde ese retroceso se ha frenado, como Infiernos, que lleva “prácticamente diez años estancado y es porque se ha quedado en la zona de umbría de la cordillera y el sol ya no le da tanto, se ha quedado en una forma residual, en la que no puede considerarse tanto glaciar, sino helero”. En todo caso, “cada glaciar es un mundo, retroceden a distintas velocidades”. 

Todo esfuerzo tiene su recompensa. Javier del Valle en pleno ascenso pirenaico.

DESPEDIR A LOS GLACIARES

Este trabajo recibió el premio Prisma, “los galardones más importantes o prestigiosos de España a nivel de divulgación científica”. San Román reconoce que recibir este premio fue “un subidón” y fue entonces “la primera vez que pensamos que habíamos hecho algo que era bueno y útil, que serviría para la divulgación”. 

Como bonus track, y en este caso nunca mejor dicho, el documental finaliza con una canción cedida por Jorge Drexler, ‘Despedir a los glaciares’. “Soy muy fan de Jorge Drexler y cuando escuché su canción pensé que le iba como anillo al dedo al documental”, asegura el director. Por ello, contactó con el manager del cantante, le explicó el trabajo y le envió una primera versión. El artista se quedó in love del trabajo y cedió su tema. “Fue genial contar con su canción porque, aunque está dedicada a los glaciares de Bolivia, no de los Pirineos, se ajusta muy bien a la idea final que queremos contar con el documental y es que, a pesar de que sabemos que van a desaparecer tenemos que despedirnos de ellos y de la mejor manera, que es estudiándolos”.  

En los próximos meses esperamos poder ver este docu en Aragón TV y que siga su exitoso camino, una trayectoria en la que ha intentado llamar la atención sobre “el modo de relacionarnos con el medio ambiente”. El estado de los glaciares y su evolución nos debería llevar a una reflexión: “puede que a estos glaciares tengamos que darlos por perdidos, pero no podemos perder ni uno más. Tememos que empezar a frenar el calentamiento global, a estudiar cómo se comportan estos glaciares para, si vemos esos mismos síntomas en otras cordilleras, poder dar un toque de atención” y que no se pierda “ni uno más”.  

Una de las impactantes conclusiones del docu ‘The melting point’

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El mundo en tus manos

El mundo en tus manos

Tiempo de lectura: 6 minutos

Dos compañeras científicas, bióloga y geóloga, están tomando un café y de repente tienen una brillante idea.

RECREACIÓN BASADA EN HECHOS REALES, PERO INVENTADA POR SECUENCIADAS

Graciela: Qué bien te maquillas todos los días. Yo que voy con la legaña pegada al ojo, anoche me quedé hasta tarde pintando un cuadro.

Alejandra: Es que además de geóloga me encanta el maquillaje y a veces me saco un dinerillo extra con ello, ya sabes, esto de la ciencia…

Graciela: Oye, ¿qué te parecería juntar nuestras dos aficiones en un cortometraje?

Alejandra: ¡Sería muy chulo! y así divulgaríamos la ciencia, pero no muy largo que a la gente enseguida le cansa.

Y así Graciela Gil Romera, bióloga y aficionada a la pintura, y Alejandra Vicente de Vera, geóloga y maquilladora, abandonaron momentáneamente los laboratorios del Instituto Pirenaico de Ecología-CSIC de Zaragoza y crearon el cortometraje ‘Cambio a flor de piel’ con el que quieren concienciar sobre el cambio global, vamos que el ser humano está tratando malamente al planeta Tierra, pero por suerte no está todo perdido, amigos.

El mundo en tus manos. Fotograma de Eduardo García Tomás del corto ‘Cambio a flor de piel’.

«Queríamos enseñar lo que nosotras hacemos y hablar del cambio global, pero sobre todo desde un punto de vista muy positivo. Las cosas se pueden solucionar, pero hay que trabajar», comenta Alejandra a Secuenciadas. Lo cuentan todo con una innovadora mezcla de ciencia, música, poesía y maquillaje corporal. Y es que aquí es donde ellas sacan el arte que tienen, mostrando este problema en imágenes que ellas mismas han pintado en un lienzo humano y que adquieren movimiento al ritmo de una música y de una voz. «Es el único corto que conozco de divulgación científica que se ha realizado con la técnica del body painting, es muy único en ese aspecto», apunta la maquilladora.

«Puedes encontrar muchísimos documentales, cortos o largos que hablan del cambio global, sin embargo todos ellos aportan las evidencias y lo que nosotras queríamos generar era conciencia ambiental apelando a las emociones internas«, subraya Graciela. Vamos que si la gente no se mueve por una cuestión de esto va a pasar, a los mejor sí por ver que el planeta es la única casa que tenemos y, por ello, hay que cuidarla amorosamente. «Hemos querido explotar esta idea utilizando recursos estéticos, audiovisuales, líricos y musicales» y no han utilizado más porque no les llegaba el presupuesto.

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Cuando te haces las uñas y te pasas un poco del borde. Fotograma de Eduardo García Tomás del corto ‘Cambio a flor de piel’.

NO SOLO EL DICHOSO CAMBIO CLIMÁTICO

Como era previsible el cambio climático es uno de los protas de este corto: «ya hemos oído hablar tanto que a veces genera un hartazgo en la población», se sincera Graciela, agregando que «el actual cambio climático no tiene precedentes en cuanto a las dimensiones que está teniendo, pero sí que ha habido antes otros cambios climáticos y la tierra se ha recuperado, así que tenemos que ser capaces de ayudarla en esa recuperación, está en nuestras manos», sentencia.

Y con estas ideas, en la primera parte del corto explican cuál es su trabajo como investigadoras. Para ello, viajamos en el tiempo para observar cómo los paisajes han cambiado ante distintas presiones en el pasado. «La naturaleza acumula información de lo que le va sucediendo en archivos naturales. Nosotras descodificamos ese lenguaje oculto» y así ven cómo los ecosistemas han respondido a los cambios y se puede intentar generar un conocimiento útil para el actual cambio global que esta sucediendo; Filomena prepárate.

MANOS A LA OBRA

Aunque las dos han usado sus manos para pintar las escenas, Graciela se ha dedicado más a dibujar el story board, representar las escenas en un boceto y Alejandra a adaptar esa escena a las manos, y con mucho amor y arte las dos se han dedicado al maquillaje de manos. «Tengo un poco de experiencia de pintar en papel, pero no es lo mismo que pintar en unas manos», asegura Graciela, que se estrenaba en el maquillaje corporal, pero con unas clases aceleradas de una gran maestra como es Alejandra, nada podía salir mal. «Yo enseñé a Graciela fundamentos básicos y a partir de allí ambas fuimos creciendo. Usamos un maquillaje que se llama aqua colores que se activa con agua. Es muy agradable trabajar con él en la piel y tiene muy buena cobertura».

Graciela Gil Romera pinta que te pinta en un momento de antes del rodaje. Foto de Eduardo García Tomás.

Lo que tiene de único este proyecto es que aquí los actores son partes del cuerpo, bueno casi todo manos, pero no las de la Familia Addams porque estas manos pertenecen a unos cuerpos. «Cuando comentamos que íbamos a hacer el cortometraje si algo nos sobraba eran ofertas de actores, conforme íbamos planeando las escenas íbamos decidiendo quién según tamaño y todos estaban encantados con el papel que les había tocado», recuerda Alejandra. Los compañeros del Instituto (IPE) querían ausentarse del trabajo de campo y saltar al estrellato en el modelaje de manos. «Son compañeros, gente amiga y muy cercana. Quiero destacar que trabajaron gratis, por amor a nosotras y al proyecto», apunta Graciela.

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Alejandra Vicente de Vera pintando la bola del mundo en las manos de su compi del IPE, que está feliz de no haber ido ese día a trabajar ¡me haces cosquillitas Jana! Foto de Eduardo García Tomás.

Y es que estos actores y actrices se tomaron muy en serio su papel. «Trabajamos muy a gusto con los actores porque les maquillamos de árbol, de agua, de fuego… y ellos se sentían así y estaban con el personaje. Se metían totalmente en el papel y te lo comunicaban de una forma que era maravillosa», rememora Alejandra.

SU PRIMERA VEZ

Para ambas era la primera vez que dirigían un audiovisual, así que han recibido la ayuda de un profesional que se encargó de la producción, realización, edición y posproducción de ‘Cambio a flor de piel’ y este super hombre es Eduardo García Tomás. «Yo fuera de tres entrevistas que te hacen un día para la tele nunca me había expuesto a ese nivel», bromea Graciela. «Fue muy divertido y un aprendizaje muy profundo» y es que la bióloga reconoce que se emocionó cuando vio las primeras versiones del montaje, ¡lo vivió a tope! «Tener una idea y verla en pantalla para mi eso ha sido emocionantísimo, pero a nivel ¡de que se me saltaban las lágrimas!».

Para Alejandra era su primera vez dirigiendo, pero ya había estado en más de un rodaje, eso sí como maquilladora como en el cortometraje ‘Valiente’ (2020) o ‘Millenial’ (2019), en esas ocasiones empolvando caras. El rodaje del corto duró una semana completa y «fueron días intensos de empezar a las 8 y acabar a las 8 o las 9 de la noche, con todas esas personas que participaron por amor al arte. Fue maravilloso, nos lo pasamos tan bien». A la siguiente semana comenzó el confinamiento, se acuerda de la suerte que tuvieron.

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¡¡La manicura se nos ha ido de las manos!!. Foto de Eduardo García Tomás.

La música que acompaña al corto es de la pianista Sofía Díaz Gotor, que también pone la voz al audiovisual. Una vez montado el trabajo, sin la música, la artista pudo componer la banda sonora, de manera que está absolutamente ajustada y así puedes sentir que música e imagen van de la mano.

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Maravilloso story board de esas manos donde gira el mundo gira en el espacio infinito. Foto de Eduardo García Tomás.

FUTURO PRÓXIMO

‘Cambio a flor de piel’ que cuenta con la financiación de la Fundación General CSIC, podrá verse este sábado a las 12:00 por streaming desde el canal de Youtube de Divulgación Innovadora D+i con la presencia de las autoras. Y para terminar habrá una breve interpretación al piano de la música del corto, D+i ofrecerá por la tarde un taller para aprender a comunicar con la técnica del maquillaje que darán estas polifacéticas mujeres.

Originalmente estas científicas tenían la idea de llevar ‘Cambio a flor de piel’ a las aulas de Secundaria, un propósito que nos encanta pero que, como muchas iniciativas, quedó arrasado por la pandemia. Pero han tenido la suerte de que Carmen Serrano y Pilar Perla se fijaron en él para incluirlo en las jornadas de divulgación innovadora D+I.

Si tenéis que trabajar ese sábado, no os preocupéis que nos han chivado que más adelante se colgará en diferentes redes, tanto del equipo, como del CSIC y la idea es traducirlo a varios idiomas para que sea más fácil moverlo y llegue más allá. ¡Le auguramos muchos premios!

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