
Que me quiten lo bailao
Tiempo de lectura: 5 minutosParece que bailar es un derecho y un placer que todos tenemos, pero el documental ‘Pares sueltos’, de Javier Gracia, demuestra que no es así.

En el docu se pone en tela de juicio si se cumple el artículo 27 de la Declaración Universal de Derechos Humanos que indica: Toda persona tiene derecho a tomar parte libremente en la vida cultural de la comunidad y a gozar de las artes. Y no estamos hablando solo de accesibilidad a un evento cultural: ¿te has planteado alguna vez que una persona, por ejemplo en silla de ruedas, pueda ser la artista que va a mostrar su arte en ese evento cultural? «Me parecía muy interesante conocer de mano de las protagonistas, si efectivamente se cumplía o qué problemas hay y qué barreras», explica el director, Javier Gracia, a Secuenciadas.
Un día Gracia, que trabaja de operador de cámara en Aragón TV, estaba en una grabación y conoció a la persona que le motivaría a realizar este corto. «Conocí a una artista que se llama Lydia Onaran y me enamoré de ella, porque me parecía muy guay cada movimiento que hacía en la representación que estaban grabando». Un momentazo el que vivió el director con Lydia. Se trataba de la compañía de danza inclusiva Pares sueltos, que ofrece clases de teatro y danza para todas las personas, sin exclusión, cosa que ¡nos encanta! «Sobre todo quería grabarla a ella, y a raíz de eso conocí a Violeta y Letizia que son la profes y creadoras de la compañía. Poco a poco, documentándome, descubrí que había también otra historia que contar».
Javier Gracia le propuso a Mirella R. Abrisqueta, responsable de ‘Sintregua Comunicación’, producir el corto. Y así comenzó a seguir con la cámara a estas artistas, pero no se limitó solo a ello, ya que decidió dejarse llevar y experimentar con algo que hasta entonces le era ajeno. «Las primeras semanas estuve yendo a bailar con ellas y me metí dentro de las clases. Aunque me escapaba enseguida a ponerme detrás de la cámara, en cuanto me perdían de vista», rememora.

Violeta Fatás, fundadora de la compañía Pares Sueltos, entrevista a la bailarina francesa Mailys Arabit; el dire Javier Gracia atento a la derecha.
Con el método dirty dancing, Gracia empezó a ganarse la confianza de los protagonistas de su documental. «No todo el mundo se abre así de primeras a un persona que llega», afirma. «Creo que una vez que vieron que estaba ya dentro, confiaron en mí y se lo agradezco mucho. Creo que ha quedado bien por eso, porque han confiado en mí y estoy muy contento». Entre baile y baile, el dire iba entrevistando a los bailarines que cuentan a cámara su opinión sobre el sitio que ocupan ellos, personas con diversidad funcional, en el arte. También entrevista a otros miembros del grupo que cuentan lo que a ellas les aportan estos bailes.
PARES SUELTOS Y LYDIA
A Gracia, además de quedarse in love de Lidia, también le conquistó el nombre de la compañía, ‘Pares sueltos’. Tanto es así que, sin ninguna vergüenza, copió el nombre para el título del docu. «Creo que es un nombre que no dice mucho, pero que a cada persona le puede inspirar una cosa distinta de lo qué es un par suelto«.
En el trabajo seguimos al grupo de baile, pero en un giro de guion Lydia Onaran decide volar sola. «De repente un día después de mucho tiempo, cuando además estaba muy atascado con el documental, Lydia me dijo que lo que habíamos grabado hacía un tiempo no podía hacerlo ya, que su cuerpo no estaba para ello. Por otro lado, le habían llamado para participar en el festival ‘Pies para que os quiero’, en el Teatro del Mercado», recuerda el realizador.

Lydia Onaran haciendo flexiones en el Teatro del Mercado
El director, que vivía un momento de bajón creativo, volvió a emocionarse y a grabar los ensayos de la artista. «Un documental es algo muy vivo y de repente cuando estás atascado te manda un mensaje Lydia y te dice que va actuar en el Teatro del Mercado y todo vuelve a revivir«, subraya. «Por eso hablaba mucho antes de la confianza, no basta con llegar a un sitio y ponerte a grabar, tienes que implicarte mucho. Quizás si no Lidia nunca me hubiese mandado ese mensaje de que iba a actuar», considera.
Estos ensayos culminan con su actuación en el teatro, que tiene unos problemillas de accesibilidad. «Ya no de acceder como público, sino de ser el artista, que es una de la cosas que nunca nos planteamos, que una persona que se mueve en silla de ruedas pueda bailar o pueda ser la protagonista del espectáculo», aclara. A pesar de que iban a mostrar esta realidad, el director asegura que fueron todo facilidades a la hora de grabar dentro del Teatro del Mercado de Zaragoza.
También hay más protagonistas que participan en el corto, como el locutor Javier Vázquez. En su caso, Gracia valoró que sería «una forma interesante de contar algo, en vez de grabar entrevistas a cámara, hacerlo a través de la radio» y con Mailys Arabit, quien «vino a impartir un taller de danza a Pares Sueltos y tuve la oportunidad de grabar su experiencia como bailarina y coreógrafa desde la silla de ruedas«.

Javier Vázquez enterándose de qué es Pares Sueltos. Violeta Fatás y Letizia Solanas se lo cuentan. Javier Gracia cuando no bailaba
DETRÁS DE LAS CÁMARAS
Javier Gracia es el director, guionista, cámara y editor de la obra, una multitarea que le ha llevado más de dos años de trabajo. Mirella R. Abrisqueta es la productora ejecutiva y tiene amplia experiencia en el mundo del documental, también como directora; Ana Esteban ha realizado la producción, es actriz, locutora y ganadora del último premio Simón 2021 del Cine Aragonés a mejor dirección de producción; y Marisa Fleta ha estado de cámara y sonido.
‘Pares Sueltos’ se estrenó dentro del ‘Festival Dispar’, en diciembre, y en su primera proyección el público quedó emocionado y algunos sorprendidos de que existiera esa realidad que muchos desconocíamos. «El que todos podamos participar en una clase juntos me ha roto muchos esquemas, no sé si es porque desde pequeños se nos educa a no convivir, estar separados unos y otros«, reflexiona el director. «A pesar de que la danza es para mí muy ajena, tiene la capacidad de reunir a todas las personas, seamos como seamos, y de hacer algo bonito»; es el aprendizaje que tuvo el director cuando se encontraba tirado por los suelos y bailando con todo el mundo. Fuera miedos y ¡a bailar!

Letizia, Javier y Violeta escuchan los secretos entre bambalinas de Lydia
El corto documental se va ahora de ruta por festivales y su primera selección ha sido en el ‘Festival de Cine y Derechos Humanos de Madrid’, una gran noticia y un gran honor para Javier Gracia estar seleccionado. «Estoy muy contento por el apoyo de la productora y porque he hecho lo que quería«, confiesa. La obra también ha sido seleccionada en el Resistencia Film Fest de Chile y el 2 de marzo podrá verse dentro de la XVIII Muestra de Cine y Derechos Humanos de Zaragoza. Y como a Gracia no le gusta ponerse barreras, ha subtitulado la obra en castellano, francés, inglés, italiano y portugués, para poder llevarla por todo el mundo.