Hace poco más de 25 años nacen, de casualidad, unas Jornadas de Cine en una villa de Aragón. Personalidades del cine y la cultura acuden como premiados o invitados y esa actividad pasa de ser algo humilde a convertirse en un festival de renombre, en el pueblo que vio nacer a dos grandes cineastas, Florián Rey y Adolfo Aznar.
Ahora, en el presente, dos jóvenes que en aquella época tenían 4 y 2 añitos se han propuesto contar esta increíble, pero cierta historia, en la pantalla grande. El documental «25 veces un sueño» relata la creación del Festival de Cine de La Almunia (Fescila) que ha cumplido un cuarto de siglo, a través de imagen de archivo y de testimonios actuales de los protagonistas. La periodista Laura Hevia y el realizador Javier Gimeno dirigen el filme.
El baúl de los recuerdos de José María Pemán
Detrás de estos premios de cine se encuentra la Asociación Florián Rey. «El documental fue una iniciativa por parte de la presidenta y la vicepresidenta de la asociación. En principio, nació como un pequeño reportaje y conforme fuimos buscando entrevistados y fue cogiendo forma, vimos que tenía mucho más potencial del que inicialmente habíamos pensado», explica Gimeno a Secuenciadas. El director se ha encargado de la parte de grabación, montaje y postproducción, además de producir el docu, y Hevia se ha ocupado de toda la parte de narrativa. «Para mí, el pilar de este documental es José María Pemán, que es el que creó el festival. Él ha sido mi referente«, afirma la directora.
Para conocer esta bonita historia, la directora no dudó en hacerle un tercer grado al expresidente del Fescila, para que le contara todos los entresijos. Una entrevista que le ha servido tanto para elaborar el guion, como para que aparezca en montaje. Pero no es el único protagonista, también pasan por la indiscreta cámara de Gimeno otros rostros conocidos como Miguel Ángel Lamata, Antón Castro, Luis Alegre, Gracia Querejeta o Jorge Asín. «El actor habla maravillas de La Almunia. Él empezó también allí, yendo como actor de un pequeño cortometraje y eso marca sus inicios», desvela Hevia.
También hay cabida para las instituciones y para el testimonio de la presidenta del Fescila, Carmen Pemán. «Empezó siendo una muestra muy modesta y ahora llegamos a recibir más de 500 cortometrajes«, dice Pemán en este trabajo. O el antiguo alcalde de La Almunia, Victoriano Herráiz, quien asegura que: ”En la segunda edición vino la mismísima Imperio Argentina, nos dejó a todos cautivados». Seguro que se puso a cantar una jota a lo «Nobleza Baturra» (1935) para rendir homenaje a Florián Rey. Anécdotas que recoge el audiovisual y que, según Javier Gimeno, harán que «el espectador sea capaz de ver no solo la historia, sino cómo funciona el festival en un plumazo».
Laura Hevia toma apuntes de todo lo que le está contando la actual presidenta del Fescila, Carmen Pemán
Además de las impresiones a cámara grabadas de propio para el docu, vamos a descubrir fotografías antiguas del archivo personal de José María Pemán y se recuperan imágenes cedidas por Aragón TV. Papel importante también el de la Universidad San Jorge, que ha prestado material técnico y medios para las grabaciones y también alumnos que han participado en el rodaje.
LA HISTORIA DETRÁS DE LA HISTORIA
Laura Hevia y Javier Gimeno ya se denominan como fans totales de La Almunia .En el pasado, Gimeno estaba en Morata de Jalón y ya sabía de la fama del festival de un pueblo vecino. Cuando comenzó su carrera cinematográfica presentó su primer corto al certamen y ganó el premio de la Comarca de Valdejalón, ilusión a tope. Allí viviría una de sus noches más especiales .
«Como persona cercana y que le interesaba el audiovisual, me enamoré de la gente del festival y ya me quedé», recuerda Gimeno y no es que se empadronara allí, pero forma parte de la asociación de manera activa. Mientras, Laura Hevia se iniciaba en el mundo del periodismo y estando en una agencia de noticias conoció todos los festivales de Aragón, que son muchos, pero seguramente el de La Almunia le dejó huella. » A veces parece que la cultura solo pasa en las grandes ciudades y en realidad no. Hay muchísimas buenas ideas y grandes eventos en sitios mucho más pequeños. Por allí ha pasado cantidad de gente y sobre todo se han quedado con un grato recuerdo».
El actor Jorge Asín rememora su primera vez en el festival, con el cortometraje «El último aragonés vivo»
Algo por lo que destaca este festival, es por la cercanía de los premiados con la gente de la asociación o los vecinos del pueblo. «Al ver todo el archivo de material me he dado cuenta de que han estado todos, todo el mundo del cine español de los últimos 25 años» y todos se van encantadísimos, subraya Gimeno.
Y ya no os vamos a hacer más spoilers, solo os contaremos una curiosidad.
EL MAYOR RETO
Coinciden los dos en que ha sido el covid, ya que esperaban estrenar en 2020, como cierre de la 25 edición, pero la pandemia obligó a retrasarlo todo. «El 80 por ciento de los entrevistados estaban diciendo algo que no iba a ocurrir. Porque nunca llegó la 25 edición en el momento que iba a llegar«, recuerda Gimeno. Y es que el festival fue cancelado en 2020 y aplazado en 2021.«Nos obligó a cambiar todo, cambió toda la estructura y había que meter declaraciones nuevas. Las viejas no es que no sirvieran, pero se quedaban cojas», añade Hevia.
Y por fin, esta edición del Festival de Cine de La Almunia, arrancará con el estreno de «25 veces un sueño» y los directores verán el parto de la criatura. Será el sábado 7 de mayo, a las 19:00 horas, en el Salón Blanco de la localidad.
Reconócelo, alguna vez se te ha caído un calcetín cuando estabas tendiendo y, solo por pereza, ni se te ha pasado la cabeza bajar a buscarlo. Y además tener que hablar con el vecino, uffff ¡quita, quita! Pues cuando descubras el corto ‘Vidas apiladas’, dirigido por Laura Hevia, quizás te lo replantees la próxima vez que alguna de tus pertenencias acabe unos pisos más abajo, porque nunca sabes lo que puedes encontrar…
A Jota y Fran (Alba Gállego y Jacobo Castanera) no les gusta que sus calcetines se queden viudos y, gracias a ello, podremos disfrutar de su historia en ‘Vidas apiladas’
La periodista Laura Hevia escribe y dirige esta historia que nace de una casualidad y que trata de hacernos ver que, a veces, y sin pensarlo, quienes tenemos más cerca pueden hacernos “despertar del letargo”. Tras participar en varios cortometrajes, primero ejerciendo labores de prensa, después como script, en producción y en otras funciones, “metí cabeza” en el mundo del audiovisual que, reconoce, siempre le ha gustado, aunque le parecía algo “inalcanzable”, y se lanzó a escribir esta historia.
“También fue por culpa del Covid todo esto, del confinamiento, porque lo escribí sin intención de nada, si no lo hubiera hecho más sencillo, pero me vino a la cabeza la historia y luego pensé que no había quedado mal”, explica a Secuenciadas. Sus amigos le plantearon por qué no lo grababa y le empujaron a dar el paso.
Así comenzó a tomar forma esta historia que nace “de la imagen de ir por la ciudad por la noche, de ver ventanas encendidas y pensar que detrás de cada una puede haber una historia súper bonita”, subraya. En su corto, los actores Alba Gállego y Jacobo Castanera dan vida a Jota y Fran, esos vecinos que acaban conociéndose por la casualidad, por el famoso calcetín que todos perdemos.
La dire, Laura Hevia, contempla alucinada lo bien que trabajan sus actores (Foto: Eduardo García)
Hevia había currado previamente con Alba Gállego en ‘Millenial’, si bien “Jacobo fue un descubrimiento”, asegura, para resaltar que ambos “han estado impresionantes y se han volcado muchísimo”, hasta el punto de que la dirección de actores “ha sido súper fácil”. “Los veía y me explotaba la cabeza porque eran ellos, se han entendido muy bien en escena y estoy agradecida al cien por cien de su trabajo”. Pero ¡qué majica! Así da gusto, Laura.
Para poner en escena su historia, la realizadora ha contado con el equipo técnico con el que ha trabajado en los últimos proyectos en los que ha participado, como ‘Millenial’, de Javier Gimeno, y ‘Valiente’, de Ana Pemán, así como “ha habido incorporaciones nuevas”. En la dirección de producción, como ayudante de dirección y montaje está Javier Gimeno, el fan número 1 de Laura y una de las personas que más la animó en esta aventura.
Eduardo García ha sido el director de fotografía; Diego López como gaffer; Lucía Martínez y Eva Trasobares se han encargado del maquillaje; Daniel Caudevilla de arte y vestuario y José Luis Crespo y Alfredo Borraz, de sonido. “Son todos unos cracks”, afirma la dire, para apuntar que, además, en el trabajo colabora el grupo de música local ‘Ziro’, que se hará cargo de la banda sonora.
El equipo, muy concentrado revisando cómo ha quedado una de las escenas (Foto: Eduardo García)
FIEL AL TEXTO
¿Y cómo se adapta una historia escrita sin pensarse para la pantalla? Pues la dire lo tuvo claro: “he dejado el guión tal cual, aunque con eso me he complicado la vida un poco más, pero he sido fiel” al texto que tenía. Como anécdota relata que había algunas cosas básicas para la historia, como la presencia de un patio interior en el edificio donde se rodara, algo que “nos trajo por la calle de la amargura” a la hora de encontrar un sitio para grabar que cumpliera con el requisito. “Al final lo hicimos en la casa del pueblo de una tía, pero el resultado merece los desplazamientos” que el equipo tuvo que hacer hasta allí.
‘Vidas apiladas’ se rodó el 1 de mayo en una localización en Zaragoza y, tres semanas después, cuando los confinamientos lo permitieron, el rodaje se trasladó a Alagón y Torres de Berrellén otros dos días más. De esas jornadas recuerda especialmente la “tensión” de no saber si podrían desplazarse para grabar o no, debido a las restricciones de la pandemia. “Fue un estrés añadido y lo que peor he llevado”, reconoce. En cuanto a su primera vez como directora, “estaba nerviosa, pero tranquila también porque el equipo iba a estar allí para ayudar”.
Un momento divertido del rodaje. ¡Qué ganas de poder ver el resultado! (Foto: Eduardo García)
El cortometraje se encuentra ahora en fase de montaje y ya disponen de una primera versión, pero “estamos haciendo revisiones, viéndolo con distintas personas”. La directora, que está centrada en este proyecto, desea poder estrenarlo en un acto con el equipo y, superadas las limitaciones pandemicas, ¡estamos seguras de que así será!
Caminaba sola hacia casa. Estaba bailando a mi ritmo en un bar. Fue en un autobús. En un ascensor. En la calle. Sin mediar palabra y muchas otras veces expresando un no rotundo y claro. Me ha pasado a mí, pero también te ha pasado a ti. A una amiga, a tu hermana, a tu sobrina, a tu hija. Le pasó a tu madre, a tu abuela. A la mujer que te sonríe al cruzarse vuestra mirada paseando por la calle. A todas.
Pero mujer, si solo fue un roce en el culo. Un manoseo inocente. Si en el fondo así te sube el ego, si te hace apetecible. Un magreo de nada. No me digas que no te gustó, si además paré en cuanto vi el asco y el daño que te estaba causando. Lo herida que te sentiste. En cuanto me di cuenta de que mi comportamiento suponía agredirte, violar tu intimidad. No es para tanto. ¿O sí?
Pensaréis “esta historia me suena” y acertáis seguro, porque es más común aún de lo común que pensamos que es. Y contar que sigue ocurriendo y que no es algo leve, ni gracioso, que es una agresión, es el objetivo del cortometraje ‘Valiente’, con la aragonesa Ana Pemán por primera vez en la dirección y protagonizado por Natalia G. Santamaría. Completan el reparto Mónica Callejo, Jaime García Machín, Esther Albala, David Brown y María José Moreno.
“Esta historia era una necesidad para mi”, asegura Pemán a Secuenciadas, dado que le ocurrió de forma muy similar a una de sus compañeras de trabajo y le hizo recapacitar sobre la importancia de narrarla, de plasmar algo demasiado común como denuncia, pero también como apoyo a las personas que han pasado por lo mismo.
Incluso el mismo equipo técnico del proyecto “conoce o ellos mismos han pasado por una situación similar”. En este caso, además, entran en juego dos policías incrédulos que harán pasar un mal rato a la protagonista y una familia dispuesta a “quitarle hierro al asunto” a una situación que “merece ser escuchada”, recalca Pemán.
Antes de rodar, Ana Pemán presentó el guion de este cortometraje a la 24 edición del Festival de Cine de La Almunia y ganó en la categoría de mejor guion aragonés. La cineasta se embarca en este rodaje de la mano de Javier Gimeno, ayudante de dirección y director de producción de este cortometraje, quien le animó a rodarlo. “Él tenía más experiencia y los contactos y juntos elegimos a los actores y el equipo técnico”, explica. Juntos habían trabajado anteriormente en el corto dirigido por el propio Javier Gimeno «Noche de Reyes’ (2018) donde Pemán ejerció las labores de guionista.
Ana Pemán mirando el encuadre de cámara con Hugo Falcón
EQUIPAZO
Les acompañan María Cantos como jefa de producción; Eduardo García como director de fotografía y operador de cámara; Hugo Falcón como gaffer (ayte. iluminación); Daniel Caudevilla en arte y vestuario; Laura Hevia en script, prensa y making of; José Luis Crespo como responsable de sonido en directo y mezcla; Samuel Navarro como ayudante de sonido; Juan Latre auxiliando a los productores y Anchel Pablo en estas mismas funciones y actuando como extra.
Parte del equipazo del cortometraje ‘Valiente’, en una comisaría real de La Almunia de Doña Godina (Zaragoza)
Con este cartel nada podía salir mal. El rodaje ha ido a toda pastilla, cronómetro en mano, con un equipo de profesionales dándolo todo jota para que quedara perfecto, para transmitir la angustia de la protagonista, y de todas nosotras, ante estas situaciones.
El equipo rodó en primer lugar en Zaragoza, en la Librería La Pantera Rossa y en dos viviendas particulares y realizó una segunda jornada de rodaje en La Almunia y de nuevo en la capital aragonesa, donde suceden las escenas de denuncia en la Policía y la agresión, respectivamente.
La escena desde el otro lado de la cámara. Eduardo García, María Cantos, Hugo Falcón, Ana Pemán, Laura Hevia, Anchel Pablo, Samuel Navarro y José Luis Crespo a la pértiga.
JAVIER LOS CONOCE A TODOS
Natalia G. Santamaría coincide con la dire en que llegó a este proyecto gracias a Javier Gimeno. Javier, ¡eres el cupido del audiovisual aragonés!. Les pareció que Natalia encajaba en el papel y ella aceptó sin dudarlo porque, “desgraciadamente, prácticamente todos hemos vivido una situación similar o tenemos a alguien muy cercano al que le ha pasado”. “Es una pena, pero es fácil meterse en la piel de la protagonista”, lamenta.
Natalia G. Santamaría en un momento del rodaje entre escena y escena
Mónica Callejo es la policía que intenta ser comprensiva, aunque no le acaba de parecer tan grave eso de que a una la manoseen un poco. De nuevo nuestro cupido, Javier Gimeno, llevó a la actriz hasta este papel después de verla en el cortometraje ‘El vuelo de Lena’ (2018) y en la serie de Cuatro ‘Grupo 2’ (2016) en la que también encarna a una policía. “No es la primera vez que hago de policía, me estoy encasillando”, bromea Callejo, al detallar que lo que le atrajo de esta historia es “que es real, que nos pasa a muchas y no se le da la importancia que tiene a esos contactos sexuales no deseados”.
Su compañero de comisaría es Jaime García Machín, a quien si “alguien de la familia Pemán” le dice ven, él lo deja todo y se apunta a un bombardeo “inmediatamente”. Desea que este trabajo aporte un granito de arena “para solucionar este gran problema que son los abusos de género y las agresiones sexuales”.
Los actores Mónica Callejo y Jaime García Machín concentrados antes de empezar la acción, Javier Gimeno a la claqueta
Ahora el corto entra en su fase de postproducción y el objetivo es “que se vea lo más posible”, primero en el circuito de festivales y, después, proponiendo su visionado como herramienta educativa, destaca Ana Pemán. Este es su primer trabajo como directora, pero ha escrito también además del guión de ‘Valiente’ y el de ‘Noche de reyes’ (2018), donde contactó con Javier Gimeno y esta historia comenzó a volar. Además, crea otros proyectos de forma amateur con jóvenes en el instituto donde trabaja. Te deseamos suerte, Ana. Para liderar un audiovisual también hay que ser valiente.