La décima edición de los Premios Simón del Cine Aragonés está a punto de celebrarse y en Secuenciadas estamos living pensando ya en la gala, que este año se traslada a Andorra, para convertirla en una localidad de cine. A la emoción del viaje hacia el corazón turolense, sumamos los nervios de los nominados y la felicidad del Premio Simón de Honor que este año es para el cineasta zaragozano Pedro Aguaviva (1942).
Proyeccionista en sus inicios, el realizador siempre ha estado vinculado al cine, un oficio del que, según reconoce, “no te retiras nunca, pues forma parte de tu propia vida”. Gracias a la concesión por parte de la Academia del Cine Aragonés de este reconocimiento, podremos disfrutar de su filmografía en la Filmoteca de Zaragoza el próximo 17 de junio, a partir de las 18.00 horas, en una sesión especial en la que se proyectarán ‘Las cuevas del flaco’, ‘Esencias de Nada’, ‘Me voy a Nueva York’, ‘Farsantes’ y ‘Reciclando basura’. Pero antes os invitamos a conocerlo a través de esta entrevista que ha concedido a Secuenciadas.
¿Dónde naciste y dónde has vivido?
Soy zaragozano, nacido en la plaza de la Magdalena, en aquel entonces un bello rincón enmarcado por la antigua universidad.
¿Cómo empezó tu amor por el cine?
Probablemente influyó el que mi padre, a los seis años, me comprara un pequeño proyector de cine de 35 mm a manivela con películas de Tom Mix y el gato Félix, y así me acostumbré a ver películas de celuloide por casa desde pequeño.
¿Recuerdas la primera vez que fuiste al cine?
Sí, era una película de dibujos animados: ‘Garbancito de la mancha’, que Arturo Moreno realizó en 1945. Después vendrían ‘El Capitán Blood’, ‘Robin de los Bosques’, y otras.
Pedro Aguaviva, cámara en trípode, en el rodaje de ‘Esencias de Nada’ (1995) (Fotos: Pedro Aguaviva)
Tu contacto profesional con el cine fue trabajando como proyeccionista ¿qué nos puedes contar de aquellos años y en qué cines proyectaste?
Comencé en La Salle donde me enseñó el oficio un operador de cinematógrafo ya retirado. Más tarde, y tras obtener el carnet necesario, estuve en los cines Dux, Pax y Mola, en este último ya como jefe de cabina.
En una época en la que era difícil acceder a cursos o talleres de cine, ¿cómo te formaste para realizar tus propias películas? ¿En qué directores te fijabas?
La única forma de aprender era viendo cine y tratar de emular a los grandes maestros. Tenía la ventaja de que si una secuencia me interesaba podía verla varias veces hasta descifrar las claves del lenguaje cinematográfico. Scorsese y Truffaut estaban entre mis directores preferidos.
El cineclub Gandaya, del que formé parte junto con Alberto Sánchez, fue otra fuente importante en la que beber, pues se programaban películas que no era fácil de ver en las salas comerciales.
Perteneciste al grupo Sefilma, de la Agrupación Artística Aragonesa. ¿De qué trataba este grupo y qué significó en tu carrera?
En los años 80 pertenecía a la Tertulia Aragonesa del Café Levante y allí aparecieron miembros de la Agrupación Artística Aragonesa con la idea de formar un grupo de cine en su sede, y poco a poco me integré en lo que se llamó SEFILMA (Sección Filmográfica Audiovisual de la Agrupación Artística).
El grupo Sefilma lo crearon en 1989 Enrique Susín, Patxi García, Chema Novoa, y otros jóvenes cinéfilos de la Agrupación Artística. Este colectivo, además de la producción de cortometrajes, organizaba cursos de formación en el lenguaje audiovisual y concursos de guiones. Más tarde comenzó a organizar las primeras muestras de cine independiente, que personalmente impulsé como coordinador y que fueron preámbulo de lo que hoy es el Festival Ciudad de Zaragoza (FCZ).
Tertulia cinematográfica en el Café Levante (1989)
También teníais un fanzine que se llamaba ‘Secuencias’, ¿en qué consistía?
‘Secuencias’ se inició en la tertulia del Levante y continuó en la Agrupación Artística donde siguió publicándose hasta su desaparición en 1995. Era reflejo de los rodajes que se realizaban y una forma de darnos a conocer en el ámbito cultural del cine independiente.
Tu primera realización fue ‘Este férreo mundo’ (1976). ¿Cómo surgió este proyecto?
En los años 70, el medio ambiente no preocupaba demasiado, solo algunas voces de alcance limitado se dejaban oír. El documental ‘Este férreo Mundo’, en 8 mm y 15 minutos de duración, plantea los problemas de la contaminación industrial. Le dieron el Gran Premio en el Festival Internacional de Zaragoza, que en 1976 organizó el cineclub Saracosta.
«Siempre me ha gustado crear desde el principio, desde el germen de la historia»
El 17 de Junio programan en la Filmoteca de Zaragoza varios de tus trabajos. A modo resumen, ¿qué nos puedes contar de estas obras?
Excepto ‘Las Cuevas del Flaco’, que el guión es de Javier Peña, en todas las demás el guión ha sido mío. Siempre me ha gustado crear desde el principio, desde la propia germinación de la historia y trabajar en aquellos temas que me interesaban, ha sido mi pequeña parcela de libertad donde he elegido lo que quería hacer hasta donde he podido. ‘Las cuevas del Flaco‘ (1988) está realizada en súper 8 mm. En ella, la labor de Javier Peña como actor y guionista es muy destacable y fue premiada en Pau (Francia) y en el VII Festival Internacional de Teruel, que se celebró en 1988.
‘Esencias de Nada’ (1995) supuso la transición del pase de la película analógica al vídeo. Es una obra muy divertida donde se enfrentan una desenfadada ama de llaves (Luz Gabás) y un estirado político (Alberto Sánchez). Se rodó en la torre de Santa Engracia, una señorial mansión que el Ayuntamiento de Zaragoza nos cedió en Movera.
Por su parte, ‘Me voy a Nueva York’ (1998) es la historia de un fracasado pintor de artes plásticas que decide ir a Nueva York en busca de nuevas oportunidades. En esta obra participaron un gran número de socios de la Agrupación Artística, marcando una interesante impronta del ambiente que entonces se vivía en esta entidad. ‘Farsantes’ (2000) es un trabajo del que estoy muy satisfecho, tanto en la realización como en el guión. El mundo del teatro siempre me ha atraído bastante, y aquí cuento en tono de comedia los apuros de un pequeño grupo de teatro para estrenar una obra. Se rodó en el salón de actos del Colegio Mayor Cerbuna y tuvo un interesante recorrido por varios festivales, incluido el de Huesca.
Por último, ‘Reciclando Basura’ (2002) es una comedia de humor negro, de producción y guión propios. Es la obra de ficción de la que estoy más satisfecho. Es la historia de dos mujeres que se confabulan para castigar a un maltratador. Pilar Aguirre, Jesús Pola y Teresa Lario forman un trío fuera de lo común. La labor de José Manuel Fandos como director de fotografía es muy destacable, como también el magnífico cartel de Oscar Sanmartín.
Una escena de ‘Las Cuevas del Flaco’ (1988)
¿Qué te parece que tus trabajos se vayan a volver a ver en una sala de cine? En tu época de proyeccionista ¿existía la Filmoteca de Zaragoza?
Es una gran satisfacción que se vuelvan a proyectar mis trabajos, siempre es agradable que se acuerden de uno de vez en cuando. Cuando se crea la Filmoteca en 1981, profesionalmente ya no trabajo en el medio de la exhibición, me muevo en el campo de la mecánica-electrónica. Es en mi tiempo libre cuando me dedico a la realización de cortometrajes.
«El humor es fundamental para entender la vida»
En tus trabajos utilizas bastante el humor negro
El humor me parece fundamental para entender un poco la vida. Siempre me ha gustado el humor sutil, un tanto sarcástico y rayano en el absurdo, no me gusta el humor de carcajada. Los humanos vivimos nuestras pequeñas tragedias, que muchas veces son ficticias, inventadas, creando nuestra propia película, y ahí es donde me gusta moverme, en ese filo cercano al ridículo donde no somos conscientes por donde nos movemos.
¿Cuál ha sido tu último trabajo audiovisual? ¿Vamos a poder ver algo tuyo próximamente o que esté relacionado con el mundo audiovisual?
En YouTube tengo una parte importante de mis trabajos, entrando como Pedro Aguaviva aparecen fácilmente, ficción, documentales, reportajes,. A señalar un documental de carácter ferroviario, ‘El Ferrocarril del Puerto de Pajares’, realizado en 2006, de 50 minutos de duración, y otro sobre las grullas, ‘Laguna de Gallocanta Paraíso de las Grullas’. Ahora estoy trabajando sobre un hecho muy significativo de la Guerra de la Independencia en Zaragoza, ‘La Batalla de las Eras’, sucedida el primer día del primer sitio, y que habría de significar mucho en todo lo que sucedió después.
¿Sigues el audiovisual aragonés? ¿Qué opinión te merece?
La creación de la Academia de Cineastas Aragoneses ha supuesto un paso muy importante en el resurgir del cine en Aragón. Han sido los propios cineastas quienes, agrupándose, han conseguido hacer saber a las instituciones de nuestra existencia, instituciones que no sabían muy bien qué hacer con el cine en Aragón. Los cineastas han puesto en valor sus trabajos sin necesidad de agradecérselo a nadie, demostrando de lo que somos capaces cuando nos proponemos algo. Solo hay que asistir a las galas de la Academia para ver la evolución que año tras año muestran las producciones, con unos niveles que están a la altura de cualquier otro lugar.
Una compañía de teatro en apuros en ‘Farsantes’ (2000)
En una época en la que, desgraciadamente, están desapareciendo los cines, ¿cómo consumes tú cine? ¿Te sigues desplazando a las salas o eres fan de alguna plataforma?
Vivimos una época donde las opciones son diversas e interesantes y hay que saber aprovecharlas, creo que no está reñido ir a una sala con los últimos adelantos técnicos, con visionar cine clásico en casa. En cuanto a las series, creo que hay tratarlas con medida y sin adicción.
¿Cómo recibiste la noticia de ser el Simón de Honor de este año?
Al principio con sorpresa e incredulidad, después te vas haciendo a la idea y al final aceptas. ¿Por qué no?
Fuiste uno de los socios fundadores de la Asamblea de Cineastas Aragoneses, actual Academia de Cine Aragonés. ¿Cómo recuerdas esa época? ¿En qué año fue y quiénes estabais? ¿Aún eres socio?
Desde aquella asamblea fundacional en 1999 ha pasado más de veinte años y, según su manifiesto, fue creada para reivindicar y difundir el audiovisual aragonés. Los nombres de sus fundadores siguen estando en la palestra: José Ángel Delgado, Jorge Nebra, Ana Esteban, Jorge Blas, Pablo Aragüés y muchos otros. Creo que en su pervivencia se mantiene la ilusión y el mismo espíritu apasionante e inspirador que teníamos cuando se fundó. Desde luego que sigo siendo socio y lo voy a seguir siendo. Siempre he pensado que en este oficio no te retiras nunca pues forma parte de tu propia vida, y hay que morir con las botas puestas, no queda otra.
Desde hace nueve años, el audiovisual aragonés tiene una cita ineludible para reconocer los trabajos de los profesionales del sector: los Premios Simón que organiza la Academia del Cine Aragonés (ACA). Sabemos de sobra que nuestros creadores tienen talento a raudales y que son muy guerreros, así que este año el coronavirus no va a impedir que celebren su gran fiesta anual para distinguir la calidad de un arte con denominación de origen propia en Aragón.
El cine hay que vivirlo, sentirlo y celebrarlo como la parte esencial de nuestras vidas que es. “Esto del COVID ha demostrado la importancia de la cultura en nuestras vidas, sin ella no se vive igual y aunque ha sido el patito feo para los gobiernos, cuando pasan cosas como esta pandemia vemos lo importante que es ver una obra de teatro, una película, asistir al cine”, subraya el presidente de la ACA, Jesús Marco.
La gala del cine aragonés debía haberse celebrado el pasado 23 de mayo, en pleno confinamiento, y tuvo que suspenderse. “Pensamos en realizar una entrega virtual de premios, pero eso no era lo ideal, preferimos esperar”, detalla a Secuenciadas.
Como buenos aragoneses, cabezonería a tope y en el buen sentido, este próximo 20 de septiembre la sala Mozart del Auditorio de Zaragoza acogerá a las 20:00 horas una ceremonia “totalmente condicionada por el protocolo para prevenir el COVID”, con un aforo reducido al 35 por ciento, la prohibición de realizar fotos de grupo, de instalar el photocall en el interior, la obligatoriedad de llevar mascarilla, de desinfectar y mantener las distancias. “Será una gala muy rara y atípica”, reconoce, pero lo importante es que se llevará a cabo.
La dirección artística correrá a cargo de la propia Academia, presentará el periodista Alejandro Aísa, quien también ha realizado el guión, y dirigirá la ceremonia Raúl Ortega. El equipo tendrá el reto de cumplir con el tiempo límite que se ha fijado en hora y media, por lo que ha sido necesario “recortar muchísimas cosas para que sea más ligera”. “No será una súper gala, pero la intención es que los nominados y los premiados reciban sus premios y se reconozca su trabajo y mérito”.
Como sorpresa, se han programado dos actuaciones musicales que serán top secret hasta ese mismo día. Y la ceremonia se emitirá en directo en Aragón Cultura desde las 20:00 horas y en diferido en Aragón Televisión.
ACTOS PREVIOS
Como actos previos, el pasado julio pudimos disfrutar de talento aragonés al aire libre con la proyección de los dos únicos largometrajes de ficción nominados este año ‘Planeta 5000’ y ‘Ojos negros’una re conversión de la Filmoteca de Zaragoza que abrió sus puertas para trasladarse a la plaza del Centro de Historias de la ciudad.
Este mismo miércoles ha continuado este ciclo, ya en la sede original de la Filmoteca de Zaragoza, con entrada libre, pero aforo limitado, con los documentales nominados a los premios este año, ‘Esta no soy yo. Autorretrato de una anoréxica’, de Mónica Callejo, y ‘Los cielos españoles’, de Isabel Soria y José Manuel Herraiz; mientras que el jueves 10 el público ha disfrutado de ‘Auterretrato’, el largometraje documental de Gaizka Urresti.
Las secuenciadas nos quedamos perplejas con las palabras de Mónica Callejo y su docu más personal ‘ ‘Esta no soy yo. Autorretrato de una anoréxica‘. Foto Comunicación ACA
Las sesiones continuarán el miércoles 16, con el largo ‘Zaragoza vil’, de Antonio Tausiet; el día 18, con los cortometrajes nominados a los Simón: ‘Cardelinas’, de Tomás Generelo, ‘Gastos incluidos’, de Javier Macipe, ‘Intimidad’, de Alfonso Desentre, ‘Leonardo muere’, de José Luis Galar, y ‘Ofra & Khalil’, de José Alberto Andrés Lacasta. Por último, el sábado 19 se proyectará el largo documental ‘The rise of the synths’, de Iván Castell. ¡No tenéis excusa para no disfrutar de todos ellos!
Además, este sábado, día 12, la Academia ha organizado un acto al aire libre para proceder a la entrega de diplomas acreditativos de las nominaciones a todos los nominados de esta novena edición de los premios. “Ha sido un acto más íntimo, para pasar un rato agradable con todos ellos como antesala de los Simón”, indica Marco. Este acto ha contado con Jorge Aparicio como presentador y se ha entregado también una estatuilla de la ACA a José Ángel Delgado, anterior presidente, Antonio Tausiet y Jesús Aparicio en reconocimiento a sus años de dedicación a la Academia y a su trabajo en anteriores ediciones de los premios Simón.
Foto de final de carrera de varios de los nominados a los Premios Simón 2020 que han asistido a la recogida de diplomas. Foto Comunicación ACA
LUISA, WE LOVE YOU
La Academia del Cine Aragonés rendirá homenaje en esta edición a la actriz Luisa Gavasa, a quien nosotras concederíamos más Simones, Goyas, la tira de Oscars… y, tras su aparición en la serie ‘El último show’, otra cita con Armando del Río a ver si solucionan lo suyo. “Luisa está encantandísima y muy emocionada”, asegura el dire de la ACA, porque ya se sabe que lo que más puede llenar a un profesional es sentir el reconocimiento y el cariño de su tierra.
“Desde que ganó el Goya (mejor interpretación femenina de reparto en 2016 por ‘La novia’, de la también aragonesa Paula Ortiz) no ha parado de recibir homenajes y de trabajar aún más” y en la ACA están “encantadísimos” de dedicarle esta distinción. “Queremos que su protagonismo en la gala sea absoluto”, subraya. La actriz acudirá a Zaragoza para recibir los aplausos de sus compañeros y abanderar esta cita con el audiovisual aragonés.
La actriz Luisa Gavasa cuando le comunicaron la noti de su Simón de Honor este año.
CALIDAD CON DENOMINACIÓN DE ORIGEN
De nuevo los Simón se proponen reivindicar que en Aragón “se hace cine de primera calidad”, algo que está quedando demostrado estas mismas semanas con la película ‘Las niñas’. La zaragozana Pilar Palomero triunfó en Málaga y ahora en los cines, recuerda Marco. “Tenemos una denominación de origen de calidad en el cine aragonés, los profesionales que se forman aquí no tienen nada que envidiar a otros y, además, en los últimos años las abanderadas del cine aragonés están siendo mujeres y eso nos llena de más orgullo todavía”, resalta, para mencionar los trabajos de Paula Ortiz, Pila Palomero, Luisa Gavasa, Nata Moreno, la labor de la guionista Isabel Peña o Carla Pérez de Albéniz que ganó un Goya este mismo año como directora de producción de la película ‘Mientras dure la guerra’, de Alejandro Amenábar y que también está nominada en nuestros premios este año.
En los propios nominados a los Simón se demuestra cada año “que los trabajos que se presentan son de mayor calidad y profesionales”, manifiesta, si bien advierte de que para la próxima edición sobrevuela la incógnita de cuántos largos, cortos y docus podrán competir si el COVID sigue afectando a los estrenos este año, dado que muchos proyectos se han tenido que suspender o retrasar.
CANTERA Y TALENTO INNATO
Mientras que hace algunos años para hablar del cine aragonés “siempre había que remontarse a Segundo de Chomón, Luis Buñuel o Carlos Saura, ahora ya tenemos una cantera de gente joven que es una realidad en el cine español y de la que estamos orgullosos”.
Este despertar y la época de oro que vive el audiovisual aragonés responde, en su opinión, a tres factores: el apoyo de las instituciones, la labor de los centros de formación públicos y privados y, especialmente, “al talento innato de nuestros profesionales” que han permitido que el nombre de Aragón en el cine nacional resuene cada día con más fuerza.
También esta comunidad tiene un gran potencial como escenario de rodajes. “Pocos sitios en España pueden presumir de que se puede hacer cualquier cosa en cualquier paisaje, tenemos montañas, desiertos, ciudades grandes, pequeños pueblos, se puede recrear cualquier ambiente y ese es un gran valor aún poco explotado”, considera, para agregar que a la labor de la Aragón Film Commission, “a la que la ACA siempre ha apoyado”, aún le queda “camino” para mejorar en este sentido.
Con música de banda sonora de película de fondo, porque para hablar del séptimo arte, como os decíamos, hay que vivirlo a tope, ya estamos living esperando que llegue el día 20 para celebrar la fiesta del cine aragonés.
Nos alegra infinito poder regresar al cine y aún nos alegra más si es para disfrutar del audiovisual aragonés en pantalla grande. Si a ello sumamos una proyección al aire libre en las noches de verano, el planazo nos parece perfecto.
Una de las proyecciones en la plaza del Centro de Historias de Zaragoza. Foto de Sergio Sánchez Casamayor.
Con esta idea diseñó la Filmoteca de Zaragoza el ciclo ‘Indiana Jones y talento aragonés’, que inició sus proyecciones el pasado 1 de julio con las aventuras de Indy y continúa este mismo miércoles, 29 de julio, con una sesión de luxe: la película ‘Ojos negros’, de Marta Lallana e Ivet Castelo, y las restauraciones de las cintas ‘Salida de misma de doce del Pilar de Zaragoza’, de Eduardo Jimeno Peromarta y Eduardo Jimeno Correas, y de los trabajos de Ignacio Coyne Lapetra.
Y vosotros os preguntaréis, ¿qué pinta Indiana con el talento aragonés? Pues todo, evidentemente. Como nuestro aventurero favorito, los creadores aragoneses son atrevidos, valientes, arriesgados y siempre están dispuestos a embarcarse en nuevas aventuras que nos sorprendan y nos emocionen ante la pantalla. El mismo espíritu que ha guiado a la Filmoteca en el desarrollo de esta propuesta que nos anima a volver a la cultura, nuestro santo grial.
“A principios de mayo, en el confinamiento, cuando aún no sabíamos muy bien cómo se iba a plantear la primavera ni el regreso a la sala en la Filmoteca, plantee la posibilidad de hacer un cine al aire libre”, recuerda la responsable de programación de la Filmoteca, Toña Estévez, nuestra Indy del cine aragonés.
La limitación de aforo vinculada al desarrollo de la pandemia suponía en el caso de la Filmoteca que la sala se quedara solo con 37 butacas disponibles, por lo que se pensó rápidamente en buscar una solución que ampliara la capacidad. Al principio se iban a programar todos los trabajos nominados a los premios Simón del cine aragonés de este año, “pero vimos que quizás ver los cortos al aire libre era una idea más difícil porque no se dan las condiciones ideales”, de modo que se pensó en proyectar trabajos de los Simón, obras aragonesas y cintas clásicas, como las del señor Jones, que mueven al público.
De este modo, el público zaragozano ha podido lanzarse ya ‘En busca del arca perdida’, adentrarse en ‘El templo maldito’ y vivir con Indiana ‘la última cruzada’, mientras que las primeras sesiones cien por cien aragonesas han llevado a los espectadores al‘Planeta 5000’, de Carlos Val, y a repasar los trabajos de Segundo de Chomón (1871-1929), con música en directo del creador oscense de bandas sonoras Juanjo Javierre.
Fotogramas del cineasta turolense Segundo de Chomón
UN LUJO
Este miércoles podremos descubrir el magnífico trabajo de restauración que lleva a cabo la Filmoteca, con el pase de la considerada primera película del cine español, ‘Salida de misa de doce del Pilar de Zaragoza’, del zaragozano Eduardo Jimeno Correas (1870-1947); y visitaremos escenas callejeras del cineasta aragonés Ignacio Coyne Lapetra (1872-1912), al que seguirá ‘Ojos negros’, de Marta Lallana e Ivet Castello, nominada a mejor largometraje en los premios Simón y que ganó la biznaga de plata en el Festival de Málaga del pasado año.
Fragmento de Gigantes y Cabezudos de Ignacio Coyne Lapetra
Concluirá el próximo viernes, 7 de agosto, con el preestreno de nuestro amigo ‘Marcelino, el mejor payaso del mundo’, de Germán Roda, que lo está petando fuertemente en los cines. Para cada sesión, mascarilla obligatoria mediante, hay 140 butacas y “se están agotando, el ciclo está funcionando muy bien”.
Cuando se cerró este ciclo con Zaragoza Cultural, ya en mayo, “tuvimos muy claro que la distancia de seguridad era fundamental” y, por ello, se eligió el patio del Centro de Historias, un espacio “inmenso” que da la posibilidad de colocar las sillas con la distancia necesaria para garantizar unas proyecciones seguras.
El objetivo, además de permitir un regreso a la cultura en condiciones de seguridad, ha sido dar a conocer estas películas aragonesas “a las que comercialmente se les da poca estima, no se estrenan en condiciones ideales y ‘Ojos negros’ y ‘Planeta 5000’ son dos grandísimas películas, muy diferentes, con una fotografía magnífica y un cine que está a la altura del cine español que se estrena”, considera la responsable de programación de la Filmoteca.
LA CASA DEL CINE ARAGONÉS
Toña abandera el audiovisual aragonés como los Jacksons lo hicieron con el pop y desea que la Filmoteca sea “más espacio de cine aragonés”. A pesar de que la sala “es pequeñita”, en Filmoteca quieren ser “la casa del audiovisual aragonés”, no solo con estrenos, sino que también puede albergar pruebas de equipo y otro tipo de actividades.
“El audiovisual aragonés goza de muy buena salud, pero adolece de falta de dinero, las instituciones tendrían que poner más recursos encima de la mesa y ayudar a la producción más en serio”, porque Aragón es “tierra de cineastas”, pero no cien por cien de cine, dado que muchos cineastas aragoneses aún tienen que emigrar a otros sitios para desarrollar sus proyectos.
Fotograma de ‘Marcelino, el mejor payaso del mundo’ en la piel de Pepe Viyuela y a su lado la actriz Salomé Jiménez.
Respecto a la labor de restauración que realiza la Filmoteca, Estévez elogia el trabajo de sus compañeros, una labor “magnífica, lenta, callada, pero espectacular con los medios de que se dispone”. Seguro que disfrutaremos mucho este miércoles de esta sesión de lujo.
Y las buenas noticias no terminan aquí, porque Filmoteca proyectará el resto de los nominados a los Simón en su sala, si las condiciones lo permiten, entre el 9 y el 19 de septiembre, cuya gala de premios será el 20 de septiembre en el Auditorio de Zaragoza. Apuntado queda en el calendario de los imperdibles de Secuenciadas.