Listado de nominados a los Premios Simón del Cine Aragonés 2022. La Academia del Cine Aragonés concederá sus premios en una gala que se celebrará el próximo 25 de junio en Huesca.
NOMINACIONES A MEJOR LARGOMETRAJE
Armugán – El último acabador, de Jo Sol Buñuel, un cineasta surrealista, de Javier Espada García y García, de Ana Murugarren Héroes. Silencio y Rock&Roll, de Alexis Morante
NOMINACIONES A MEJOR DOCUMENTAL
Ansó: rasmia, funcias y muita historia, de Isabel Aparicio Los acordes de la memoria, de Fernando Vera Los muros vacíos, de José Manuel Herráiz e Isabel Soria Rosa Rosae. La Guerra Civil, de Carlos Saura Vilas y sus dobles, de Germán Roda
NOMINACIONES A MEJOR CORTOMETRAJE
For Pete’s Sake, de Gerald B. Fillmore Hold for applause, de Gerald B. Fillmore No te verán correr, de Miguel Casanova Parresia, de Ignacio Lasierra Vuelve con mamá, de José Manuel Herráiz
NOMINACIONES A MEJOR DIRECCIÓN
Gerald B. Fillmore, por For Pete’s Sake Ignacio Lasierra, por Parresia Javier Espada, por Buñuel, un cineasta surrealista José Manuel Herráiz, por Vuelve con mamá Miguel Casanova, por No te verán correr
NOMINACIONES A MEJOR DIRECCIÓN DE PRODUCCIÓN
Ana Sanagustin, por No te verán correr Camino Ivars, por Vuelve con mamá Inés Laporta, por Parresia Isabel Soria, por Los muros vacíos Raúl García Medrano, por Héroes. Silencio y Rock&Roll
NOMINACIONES A MEJOR ACTOR
Gerald B. Fillmore, po For Pete’s Sake Gerald B. Fillmore, por Hold for applause Nacho Rubio, por La pared Rafa Maza, por Vuelve con mamá Saúl Blasco, por Vuelve con mamá
NOMINACIONES A MEJOR ACTRIZ
Alba Gallego, por Vidas apiladas Laura Gómez-Lacueva, por Parresia Marina Herranz, por Parresia Rosa Lasierra, por Vuelve con mamá Viki Lafuente, por Aquí y Más Allá
NOMINACIONES A MEJOR FOTOGRAFÍA
Adrián Barcelona, por Pierres Vedel y la magia del agua Daniel Vergara, por Armugán – El último acabador Isabel Aparicio Sainz de Varanda, por Ansó: rasmia, funcias y muita historia José Manuel Herráiz, por Los muros vacíos Sergio de Uña, por Héroes. Silencio y Rock&Roll
NOMINACIONES A MEJOR GUION
Gerald B. Fillmore, por For Pete’s Sake Ignacio Lasierra, por Parresia Isabel Soria y José Manuel Herráiz, por Los muros vacíos José Manuel Herráiz, por Vuelve con mamá Miguel Casanova, por No te verán correr
NOMINACIONES A MEJOR MONTAJE
Ignacio Estaregui, por Parresia José Manuel Herráiz, por Los muros vacíos Nacho Blasco, por Héroes. Silencio y Rock&Roll Carlos Saura, por Rosa Rosae. La Guerra Civil Emilio Gazo, por Vuelve con mamá
NOMINACIONES A MEJOR BANDA SONORA ORIGINAL
Chus Fernández, por Tren a Saturno Jesús Aparicio, por Ansó: rasmia, funcias y muita historia Juanjo Javierre, por Armugán – El último acabador Luis Giménez, por Parresia Sergio Jiménez Lacima, por No te verán correr
NOMINACIONES A MEJOR MAQUILLAJE Y PELUQUERÍA
Ana Bruned, por Héroes. Silencio y Rock&Roll Irene Tudela, por Vuelve con mamá Kike Franco, por Aquí y Más Allá Laura Liñán, por Golosinas Virginia Maza, por Elvira de Hidalgo. Donare la Divinità
NOMINACIONES A MEJOR VESTUARIO
Ana Sanagustin, por No te verán correr Ana Sanagustín, por La pared Asociación «A Cadiera» de Ansó, por Ansó: rasmia, funcias y muita historia Laura Sanz, por Vuelve con mamá Silvia Puyal, por Aquí y Más Allá
NOMINACIONES A MEJOR DIRECCIÓN ARTÍSTICA
Ainhoa Sánchez, por La canción del loco Ralph Álvaro Sancho Mauleón, por La sombra de quien fui Arkady Gil Cortés, por García y García Luis Sorando, por Vuelve con mamá Sara Abecia y María Espinosa, por Atada
NOMINACIONES A MEJOR SONIDO
Álvaro Pérez y Jesús Aparicio, por Golosinas Dani Orta, por Héroes. Silencio y Rock&Roll Irene Solanas, por Parresia José Manuel Herráiz y Emilio Gazo, por Los muros vacíos Leo Dolgan, por Armugán – El último acabador
NOMINACIONES A MEJORES EFECTOS ESPECIALES
Álvaro Mazarrasa, por Buñuel, un cineasta surrealista Emilio Gazo, por Vuelve con mamá Jaime Cebrián Orgaz, por García y García Javier Toledo y Paul Lacruz, por Armugán – El último acabador José Ángel Guimerá y Cristina Vilches, por Tren a Saturno
NOMINACIONES A LA MEJOR OBRA POR SU CONTRIBUCIÓN SOCIAL
Golosinas, de Jorge Aparicio La calle, de Leonor Bruna Los acordes de la memoria, de Fernando Vera Rosa Rosae. La Guerra Civil, por Carlos Saura Voiceless, El Genocidio Silenciado, por Víctor G.Villavieja
“El cine tiene que ser dos cosas: primero, que no sea aburrido y segundo, que sea divertido”. Esta frase del Simón de Honor 2021, el cineasta Pedro Aguaviva, encarna a la perfección al mundo del audiovisual y la décima gala de los premios Simón, que la Academia del Cine Aragonés celebró el sábado, 26 de junio, en la localidad turolense de Andorra.
El premio Simón en manos de uno de los premiados de la noche. ¿Quién será?… Foto: Josian Pastor
Pero, ¿cómo podríamos describir mejor lo que ocurrió antes y durante la ceremonia? El encargado de hacerlo, en su intervención en la gala, fue el propio alcalde de Andorra, Antonio Amador, quien poco antes de entregar el galardón a la mejor película aragonesa del año aseguró que el cine había hecho todo un homenaje al pueblo ese día al ofrecerle una muestra “de todos los géneros posibles”.
Sábado 26 de junio. Lugar previsto de celebración de la gala: exteriores de la Ermita de San Macario. Comienza a llover, y con ganas además. La previsión es que pare, pero aquello arrecia y convierte “la típica película de ilusión, familiar, de qué chulo ha quedado” todo el escenario de la gala montado, en un “thriller, pero de los chungos”. Seguía lloviendo y la cosa adquiría tintes de drama, pero la Academia no iba a dejar que cuatro gotas, rayos, truenos y algo de barro arruinaran la fiesta del cine aragonés.
Así que lo que habían preparado durante meses para su desarrollo en la ermita, se organizó de nuevo en unas horas en la Casa de Cultura, un espacio de dimensiones mucho más reducidas, pero que permitió ese final feliz que tanto nos gusta en las pelis. “No ha sido en el sitio que se pensaba, pero ha quedado apañadico”, subrayó el alcalde, y tenemos que darle la razón, porque en un tiempo récord se levantó una gala igualmente emotiva y espectacular.
Al ritmo del agente 007 salió al escenario el presidente de la ACA, Jesús Marco, quien aseguró que jamás olvidará a San Macario y la animada tarde que les había dado. Reivindicó la labor de la Academia en Aragón y pidió a las instituciones que crean en estos profesionales, para dar paso a la embajadora de los Simón 2021, la actriz Miriam Díaz Aroca, que llegó bailando y haciendo bailar al presi.
Miriam Díaz Aroca, divertidísima durante toda la gala, se parte la caja con estos premios aragoneses. Foto Josian Pastor
VALIENTES
“Somos una raza de valientes, gente resolutiva, siempre con alegría”, manifestó la artista sobre los profesionales del sector, defendiendo que el mejor premio “es seguir trabajando y que seamos visibles a pesar de la edad”. “Los cincuenter y sesenter tenemos un potencial maravilloso que dar en el cine; los veteranos tenemos tanto que decir y una vivencia inmensa para dar vida a personajes maravillosos”, remarcó. Elogió también la capacidad de la Academia aragonesa para reorganizar la ceremonia, observando que “si esto pasa en Hollywood o en los Goya, aplazan la gala”, y abandonó el escenario de nuevo bailando, reconociendo estar “feliz” por ser embajadora del evento y por representar “una profesión que es maravillosa, a pesar de la incertidumbre».
La presentado, Ana Roche, animó la gala con sus intervenciones entre premio y premio, con guion de Roberto Malo y Daniel Tejero. Foto Josian Pastor
Entre los momentazos de la gala, además de la gran labor de la presentadora, la actriz Ana Roche, hubo apariciones estelares, como las de las actrices María José Moreno y Luisa Gavasa, divertidísimas sobre el escenario. Ambas recordaron a quienes no habían podido asistir al evento por los cambios de última hora causados por el tiempo, y que obligaron a reducir aforos, y felicitaron a la ACA por su capacidad de respuesta. Presentaron el premio a mejor dirección y aprovecharon la ocasión para bromear porque “¿qué pasa si no entiendes al director, si no sabes lo que te quiere decir o eres un error de casting?”, planteó entre risas María José Moreno.
La actriz María José Moreno atendiendo la charrada de su compi Luisa Gavasa.Foto Josian Pastor
Igual de enérgico y eufórico se mostró el actor y productor Jaime García Machín, que recogió el premio a mejor cortometraje para ‘En racha’, de Ignacio Estaregui, y el de mejor actor, para su compañero Saúl Blasco, por este mismo trabajo. Muy emocionada logró Andrea Fandos su Simón a mejor actriz por ‘Las niñas’, dedicando el premio a la directora Pilar Palomero, a sus compañeras de reparto y a su familia; mismas sensaciones que tuvo Germán Roda, director de ‘Marcelino, el mejor payaso del mundo’, docu con el que ganó tres galardones que quiso dedicar al productor, y su amigo, Jaime Fontán, recientemente fallecido, y a su hermana y compañera de oficio, Patricia.
Nosotras le daríamos el premio a mejor discurso a la actriz polifacética Ana Esteban, voz en off de la gala y que se marcó un speech digno de Pedro Almodóvar en los Oscars al recoger su Simón a mejor dirección de producción por ‘La mujer que soñaba con números’, de Mirella R. Abrisqueta. Ana, emocionada, ¡no se dejó a nadie en los agradecimientos! Y mención especial, también, para el equipo del corto ‘Souvenir’, animando la gala con sus vítores y su alegría.
Ana Esteban, ganadora de la mejor dirección de producción, viniéndose muy arriba con el Simón en la mano. ¡Viva el rock and roll! Foto Josian Pastor
‘LAS NIÑAS’ Y SUS SIMONES
‘Las niñas’ fueron las grandes triunfadoras de la noche, con seis ‘Simones’ y su directora, Pilar Palomero, no dejó pasar la oportunidad de agradecer a sus padres el apoyo que siempre le han dado en “esta aventura de hacer cine”. “Mi padre es ingeniero agrónomo, mi madre venía de la física, profesora de matemáticas, y el cine me quedaba muy lejos”, pero en su camino se cruzó también el cineasta Bigas Luna, “por quien seguramente terminé haciendo cine y que nos inició y marcó (con el taller que el director impartía) a muchos de los que estamos aquí”, indicó.
Afirmó sentirse “muy feliz” de haber podido crear una película en Aragón, en Zaragoza, con la mayor parte del equipo de esta tierra y mencionó a todo el equipo y las personas que ayudaron en el rodaje.
La productora, Valérie Delpierre (Inicia Films), que la acompañó para recoger el galardón a mejor película, recordó también al productor de Aragón TV, Jaime Fontán, y el apoyo que prestaron a este proyecto instituciones como la Film Commission o el Ayuntamiento de Zaragoza, “que nos abrió las puertas y las calles”, los zaragozanos y las personas que se presentaron al casting. “Encontramos perlas, pero hay una cantera de actores y actrices maravillosos en Aragón”, dijo.
Valérie Delpierre y Pilar Palomero, recogiendo el Simón a mejor largometraje por ‘Las niñas’. ¡Ya han perdido la cuenta de los premios que llevan!Foto Josian Pastor
Los tambores de los nueve pueblos que conforman la Ruta del Tambor y el Bombo del Bajo Aragón resonaron en la sala para recordar en el homenaje in memoriam al compositor Antón García Abril y al productor Jaime Fontán, fallecidos este año.
Y en esta gala, llena de emociones, el Simón de Honor 2021, Pedro Aguaviva, expresó su agradecimiento a la Academia a través de un videomensaje en el que manifestó que recibir este reconocimiento es “una de las cosas más estimulantes que me pueden suceder en la vida”. El cine es un trabajo que apasiona, “nuestra vida es un arrebato creador y eso no tiene precio”, indicó, asegurando: “yo no me retiraré de la vida nunca, aquí hemos venido a hacer cosas y hay que morir con las botas puestas”.
La Ruta del Tambor y el Bombo del Bajo Aragón hizo aparición al final de la gala, emocionando al público con sus golpes y resonando en Andorra entera. Foto Josian Pastor
PALMARÉS
La décima edición de los Simón fue una gala de matrícula de honor, de lucha contra los elementos para celebrar un año más con el sector el momento que vive el cine aragonés. Y, como en todas las ceremonias de premios, aquí vamos con el palmarés de 2021:
‘Las niñas’de Pilar Palomero – Seis premios ⭐⭐⭐⭐⭐⭐
Mejor Largometraje Mejor Dirección a Pilar Palomero Mejor Actriz a Andrea Fandos Mejor Guion a Pilar Palomero Mejor Banda Sonora Original a Carlos Naya Mejor Vestuario a Arantxa Ezquerro
Siete cineastas aragoneses y una pandemia mundial. Podría ser el inicio de una película taquillera, ¿verdad? Aragón TV lo tuvo muy claro y encargó a la directora Vicky Calavia que coordinara un largometraje en el que siete realizadores, siete caras muy conocidas del audiovisual aragonés, contaran al público su visión personal sobre el confinamiento, la pandemia y la nueva normalidad.
Esta apuesta se ha convertido en la película ‘Reset’, en la que un hilo invisible une las historias de los muy grandes Pablo Aragüés, Alejandro Cortés, Ignacio Estaregui, Javier Macipe, Nata Moreno, Pilar Palomero y Gaizka Urresti. Un flechazo en los tiempos de la mascarilla y la distancia social; racismo en la época del covid; las andanzas de un titiritero que regresa a los escenarios; la importancia de vivir el presente; una compañía teatral que deberá decidir su futuro; cómo el distanciamiento ha afectado a las personas, especialmente a los mayores; y las vivencias de una familia saturada de compatibilizar teletrabajo y tele-estudiar. Os suena todo, ¿verdad?
Y muchas sorpresas, con algunos directores que se atreven delante de las cámaras, cortos en blanco y negro, falsos docus, ficción. Un planazo atractivo desde el minuto uno que podremos ver este domingo, 11 de octubre, a partir de las 21:20 horas en Aragón TV, tras su preestreno este martes en los Cines Palafox de la capital aragonesa.
Todo ello capitaneado por la directora Vicky Calavia que cuando recibió la llamada de Aragón TV se mostró “encantada” de coordinar este proyecto y de “poder ayudar de alguna manera” en esta peli. “Me ha gustado mucho hacer de agente cultural y que el público pueda ver todos los proyectos”, explica a Secuenciadas.
“Estamos viviendo algo histórico y una nueva normalidad tan apabullante”, observa Calavia, destacando que este largometraje recupera la fórmula de ‘París, je t’aime’, convirtiéndose en una especie de ‘Aragón, je t’aime’ para hablar de lo que estamos viviendo en un año que, cuando termine, no pasará a estar entre nuestros cinco favoritos. Eso os lo aseguramos desde ya.
Acompañándola en esta aventura encontramos también a Carlos Navarro, que se ha encargado del etalonaje final del largo, de darle un aspecto cinematográfico, pero manteniendo la esencia de cada corto, respetando la libertad que cada director tuvo a la hora de contar su historia.
Pero, ¿de qué van los cortos y cómo han trabajado los realizadores?
Pablo Aragüés – ‘Runners’
¿Qué te animó a sumarte a este proyecto?
Es algo que nos propuso la propia televisión, me contó el proyecto y me pareció que era una cosa que estaba muy bien, era una muy buena idea contar una visión de la pandemia con un punto de vista aragonés y, sobre todo con un punto positivo, optimista, porque estábamos saturados de drama cotidiano. Nos dieron libertad para elegir qué contar y cómo contarlo y yo llevaba un tiempo queriendo hacer algo sin diálogos, de dos personas que se cruzan, se miran, pero no hablan. Quería contar la historia solo con imágenes y tan apenas diálogos.
¿Ya habías pensado en hacer algo relacionado con la pandemia antes de esta propuesta?
No, la verdad es que no. Durante la pandemia sí que he ido pensando cosas, trabajando en una serie que a ver si se puede desarrollar, pero es una cosa que nos ha pillado a todos tan de sopetón que no sabes tampoco como enfocarlo porque el problema es que a toro pasado es muy fácil contar las cosas, pero cuando no sabes cómo va a acabar tienes que tener mucho cuidado con qué contar y cómo contarlo.
¿Cuál es la historia de tu cortometraje?
Son dos runners que se cruzan todos los días en el Parque Grande de Zaragoza, un chico y una chica que van corriendo en tiempos de mantener la distancia social y de mascarillas. Se cruzan, pero no hablan y tan apenas se ven los ojos y es un poco cómo se relacionan dos personas así y si lograrán relacionarse más allá de las miradas y la distancia social o no.
¿Quiénes aparecen en el corto?
Los actores son Irene Ferrándiz y Rubén Martínez, hay alguna figuración, pero los protagonistas son ellos y llevan toda la historia. Como Aragón TV está detrás del proyecto tuvimos acceso al archivo universal de música y me pareció interesante poder contarlo con música clásica y que la música fuese también un personaje más.
Rubén Martínez e Irene Ferrándiz viven encuentros fortuitos en el Parque Grande de Zaragoza. Love is in the air.
¿Dónde se ha rodado, en cuánto tiempo y qué localizaciones aparecen?
-En el Parque Grande de Zaragoza, principalmente en el paseo de los Bearneses, y se rodó durante dos días y un par de mañanas más que estuvimos en el parque rodando a la gente cuando iba pronto a trabajar y a correr.
¿Cómo fue el rodaje?
Fue muy bien, es una pena porque queríamos haber metido algún vehículo en el parque para poder hacer algunos planos, pero no pudimos, no nos dejaron, pero nos apañamos. Tuneamos un cochecito de bicicletas del parque, lo apañamos para poder poner la cámara y demás y fue una experiencia curiosa, la verdad. Yo ya había rodado otras veces en el parque y en general siempre ha salido muy bien.
Yo operaba la cámara, lo llevo haciendo desde hace tiempo porque me permite estar un poco cerca del actor. En este caso, me parecía que aportaba mucho la manera de trabajar y también como los equipos ahora con lo del Covid tienen que ser pequeños, pues facilitaba el tema de que fuéramos pocos.
Pablo Aragües improvisando un travelling out, graba al actor Rubén Martínez en su faceta de runner.
¿Qué recibimiento esperas por parte del espectador?
No lo he pensado, la verdad. Es una historia de comedia, con cierto punto de ironía. Es necesario normalizar estas cosas que hay en la nueva normalidad y verlas con un punto de humor, si ya es difícil relacionarnos de por sí de una manera normal, en un entorno normal, en esta nueva normalidad es más complicado, no te ves la cara, no te puedes acercar; creo que la clave está en eso, en darle un punto de comicidad.
Alejando Cortes – ‘La nueva normalidad’
¿Qué te animó a sumarte a este proyecto?
Me llamaron para participar en el proyecto, me preguntaron si me gustaría dirigir un texto escrito por otra persona, en este caso Alex Rodrigo y me gusta mucho escribir para que dirijan otros y dirigir lo que escriben otros.
Alex y yo comenzamos a trabajar juntos con el intercambio de ideas iniciales: de qué queríamos hablar, qué temas nos interesaban y enseguida nos pusimos de acuerdo.
Alex empezó primero a mandarme sinopsis, luego la escaleta del guión y, conforme avanzábamos y corregíamos las versiones, encontramos un punto en común en el que yo me sentía súper cómodo para dirigir la historia. Los dos teníamos en mente hablar sobre los rebrotes de odio y de racismo como algo casi tan peligroso como los rebrotes de la enfermedad, de ahí partió todo.
Teníamos la necesidad de contar también qué nos pasaba a nosotros que habíamos estado encerrados y sin poder trabajar en equipo y pensé que era el momento perfecto para este proyecto porque nos anima a hacer cine, que es un arte colectivo, y que es justamente lo que no habíamos podido hacer en casa.
¿Ya habías pensado en hacer algo relacionado con la pandemia antes de esta propuesta?
Tenía como ideas sueltas que no terminaban de tomar cuerpo porque la realidad evolucionaba tan rápido y cambiaba tanto, cada vez a peor, que muchas veces la realidad superaba las expectativas de la página en blanco. Lo que más me motivo a seguir adelante fue hablar sobre algo histórico como lo que nos está ocurriendo. Nos va a quedar algo chulo, diferente y cada punto de vista de las siete piezas será distinto e interesante, cada una en su estilo.
¿Cuál es la historia de tu cortometraje?
Habla de un ambiente rural en una población imaginaria donde tiene lugar una infección de coronavirus dentro de un centro de menores extranjeros y de una niña que intenta huir en un contexto hostil.
¿Quiénes aparecen en el corto?
Es un equipo casi todo aragonés, en el que hemos contado con tres personajes jóvenes, de los cuales los dos chicos son aragoneses (Luis Herbella y Hugo Grimalt), están Rubén Martínez, Laura Gómez-Lacueva, Salomé Jiménez y Habana Rubio, que interpreta a la niña extranjera. El resto son extras y figurantes también de la tierra. Además, Usha Jadhav, que fue premio nacional de cinematografía como mejor actriz en la India, colabora de manera especial.
La actriz Habana Rubio, en el corto, pasea por las calles de Fuentes de Ebro mientras se cruza con un perrete.
¿Dónde se ha rodado, en cuánto tiempo y qué localizaciones aparecen?
Se rodó en tres días en Zaragoza, Fuentes de Ebro y en otras localizaciones.
¿Cómo fue el rodaje?
Fue muy interesante porque aplicar los protocolos que se tienen que llevar a cabo en un rodaje por el Covid implica un 20 o 25 por ciento más de tiempo para cada toma y eso en una pieza como la nuestra que tiene tal cantidad de planos, llegamos a hacer 15 o 17 planos por día, es apurar muchísimo los tiempos. Intentamos hacer en las primeras tomas, con ensayos previos, el mejor resultado posible. Era como dirigir cuando hacía mis primeros cortos en 16 mm y en 35, como pensar que se te acababa la película, que tenías que hacerlo en las primeras tomas para poder llegar, como cuando el cine era analógico.
El equipo se redujo en lo posible, pero por la historia había un número de personas mínimo que tenía que estar, dirección, fotografía, sonido, producción, arte, vestuario, maquillaje y peluquería. Fue todo muy complejo y con el equipo indispensable para conseguir un resultado de calidad.
Alejandro Cortés todo motivado en la vuelta a la nueva normalidad de un rodaje.
¿Qué recibimiento esperas por parte del espectador?
Creo que se van a sentir identificados, nuestra historia no va de buenos y malos, de blanco y negro, hay que darse cuenta de que no hacer nada implica ponerse del lado del intolerante, eso sí, y los personajes que aparecen en el corto son gente con la que te puedes identificar que puede tomar buenas o malas decisiones. Me parece que eso va a generar empatía, que a la gente le va a gustar mucho y creo que el ritmo de cómo lo contamos a la gente le va a enganchar.
Ignacio Estaregui – ‘Astillas’
¿Qué te animó a sumarte a este proyecto?
A principios de mayo, durante el confinamiento, nos llamó la televisión y nos presentó la propuesta a diferentes autores: participar en esa mirada sobre lo que estaba pasando, sobre el confinamiento y la nueva normalidad que se avecinaba de manera inmediata. Querían dejar una especie de legado, sobre cómo se vivió ese momento. Fui uno de los autores elegido y yo encantado, era un honor que me llamasen.
Había que crear un corto de unos doce minutos, dando una visión, cada uno la suya personal, pero regida por un patrón de cierto optimismo y que reflejase la situación que se estaba viviendo.
Yo estaba en mi casa escribiendo, no tenía un rodaje inminente, estaba moviendo otro corto y que me llamaran es un honor y una responsabilidad también.
¿Ya habías pensado en hacer algo relacionado con la pandemia antes de esta propuesta?
No, estaba escribiendo un largometraje que no tiene nada que ver y no pensaba hacer nada en concreto. Al principio me costaba un poco más centrarme y seguir escribiendo ese guión en el que estaba involucrado y cuando vi que otros artistas a nivel musical y audiovisual tomaban iniciativa de hablar sobre el tema yo no sentí esa necesidad, aunque en el momento en el que te llaman se genera y no hay quien la pare.
El guión es mío, la historia es mía y viene un poco de la idea de contar que el momento en el que estábamos, recién terminado el confinamiento, era el de la incertidumbre de la vuelta de los espectáculos y de la cultura en general. Al mismo tiempo era conocedor del magnífico trabajo del actor y titiritero Javier Aranda, del que soy total fan, y vi la oportunidad de fusionarlo en esta historia que quería contar.
¿Cuál es la historia de tu cortometraje?
La historia sigue las andanzas de Javier, un titiritero que emprende una gira por pequeños pueblos durante la nueva normalidad. Él se enfrenta a los espectáculos de nuevo teniendo que llevar un gran vacío dentro que es el que le provoca la ausencia de un ser querido.
Fue curioso, porque preparando el personaje Javier tuvo como un ensayo general dado que actuó en la casa del circo justo antes de grabar el corto, el último fin de semana de junio.
¿Quiénes aparecen en el corto?
Javier Aranda es el protagonista principal, es su historia, y se va encontrando en el corto con diferentes personajes: un guardia civil, el alcalde de un pueblo, la concejal de cultura, una espectadora. Todos son gente de Bujaraloz e interpretan a personajes muy próximos a ellos en la vida real.
Uno de los protagonistas de cartón del espectáculo ‘Parias’ de Javier Aranda que también tiene su propio papel en el corto ‘Astillas’.
¿Dónde se ha rodado, en cuánto tiempo y qué localizaciones aparecen?
Hemos rodado los exteriores de la furgoneta en Pedrola, pero después el grueso de la historia se desarrolla en la Comarca de Los Monegros, que es donde el personaje de Javier realiza esa gira por diferentes pueblos. Se rodó íntegramente en Bujaraloz, aunque se mencionan pueblos como La Almolda y Castejón. La asociación de cine y el Ayuntamiento de Bujaraloz se volcaron totalmente y a nivel logístico nos facilitó mucho las cosas rodar en una sola localización. Aparece el ayuntamiento, las plazas y calles del pueblo, el restaurante El Español. Fueron tres días de rodaje, sábado y domingo en Bujaraloz y al día siguiente, en rodaje nocturno, en Pedrola las tomas en las que Javier está con la furgoneta.
¿Cómo fue el rodaje?
Fue un rodaje muy extraño, porque acabábamos de salir del confinamiento, la gente estaba como sin saber qué iba a pasar, con la incertidumbre de la propia situación en sí del rodaje, las mascarillas, el gel, mantener las distancias. Fue un buen rodaje porque fuimos un equipo muy pequeño, más de lo habitual, pero por pura precaución. En esos momentos una persona más en el equipo multiplicaba por cien las posibles conexiones y lo que hicimos es que fuera un equipo muy pequeñito, asumiendo a lo mejor más tareas de las que tocan. Tiene la parte positiva de que fue un rodaje muy llevadero, en el que estábamos muy compenetrados.
Equipazo del corto ‘Astillas’ con Javier Aranda en el centro e Ignacio Estaregui con calcetines azules de Zalando Moda.
¿Qué recibimiento esperas por parte del espectador?
Entiendo que la película se recibirá de una manera y a lo mejor los trabajos de los diferentes autores se pueden recibir de otra. Creo que el nuestro es un corto que al público le va a gustar mucho y tengo esa sensación por la propia historia y por la verdad que hay gracias al trabajo de Javier, él lleva el peso del corto en los hombros y creo que gustará mucho porque él está fantástico.
Javier Macipe – ‘La tierra’
¿Qué te animó a sumarte a este proyecto?
Es un orgullo que me lo propusieran y se dio la circunstancia de que la pandemia me dejó de repente sin trabajo, estaba rodando una película, La estrella azul y se tuvo que parar el tercer día de rodaje, con lo cual me vino genial porque pude trabajar en esta circunstancia en la que pensaba que iba a estar meses sin trabajar. También por el tema que nos toca a todos y me parece interesante mostrar mi visión particular del Covid.
¿Ya habías pensado en hacer algo relacionado con la pandemia antes de esta propuesta?
No, como estaba tan metido en otro proyecto, en mi película, toda la pandemia la pasé más bien con conversaciones para ver cuándo la podríamos retomar, adaptando todo, reorganizando. Me vino bien para sacarme de mi propio proyecto y poder tomar aire.
¿Cuál es la historia de tu cortometraje?
Mi cortometraje habla de que la pandemia lo que nos ha hecho es, a muchos, replantearnos las prioridades en la vida, sobre todo el tener focalizada mucho la felicidad en el futuro y esto nos ha enseñado que todos los planes, todo lo que damos por hecho que se va a cumplir pues puede ocurrir algo como esto y caerse todo. Nos ha enseñado a vivir más el presente y a centrarnos en las cosas esenciales.
Eso como concepto, en concreto lo que hicimos fue hacer un documental pasando varios días con Jaime González y Maribel Lardiés, que son dos músicos amigos míos que son un ejemplo de personas que antes de que llegara la pandemia ya tenían una vida centrada en lo esencial, una vida sabia, personas que viven mucho el presente.
¿Quiénes aparecen en el corto?
En el corto se incluye la metaficción y se nos ve a los técnicos, los que estamos detrás de las cámaras. Los protagonistas son Jaime González y Maribel Lardiés, aparecen Jaime Lapeña y Alicia Fernández y después los técnicos: Javier Macipe, el director de fotografía Álvaro Medina, Claudia Andrés y Amelia Hernández, de producción, y Adrián Barcelona.
Jaime González, a la guitarra, formó parte del grupo Almagato junto al poeta y músico aragonés Mauricio Aznar (1964-2000).
¿Dónde se ha rodado, en cuánto tiempo y qué localizaciones aparecen?
Se ha rodado durante cinco días en casa de Jaime y Maribel y un poco en su barrio, en San Gregorio (Zaragoza), pero casi todo se centra en su rutina en su casa, porque pretendía mostrar en el corto cómo había sido su vida en el confinamiento, que en realidad es muy parecida a como es su vida normalmente.
¿Cómo fue el rodaje?
El rodaje intentamos que fuera con el dispositivo mínimo e indispensable, por la situación del Covid, minimizamos el equipo, pero está justificado porque en el propio corto se habla de eso, decimos que preferimos rodar con más tiempo, en cinco días, disfrutarlo más.
Javier Macipe se atreve en ‘La Tierra’ con la guitarra y Jaime Lapeña le acompaña al violín, mientras esperan carne a la brasa.
¿Qué recibimiento esperas por parte del espectador?
Espero que de alguna manera pueda vivir con nosotros lo que fue pasar ese día con Jaime y Maribel. Lo que hemos intentado es un corto muy contemplativo, en el que hay escenas que respetan mucho el tiempo real, y que, de alguna forma, esa reflexión que hacemos de que vivir focalizados en el futuro nunca te lleva a ser feliz pueda calar en la gente.
Nata Moreno – ‘El espacio vacío’
¿Qué te animó a sumarte a este proyecto?
Cuando te llaman desde tu comunidad y te dicen que quieren apoyar a un sector al que uno pertenece, en el que cree y que además defiende para mi era prácticamente imposible decir no. Yo apoyo al sector y a Aragón, me siento muy aragonesa y de la tierra, me hacía especial ilusión y con Aragón TV tengo muy buena relación y me parecía que era preciosísimo generar un proyecto con muchos compañeros.
¿Ya habías pensado en hacer algo relacionado con la pandemia antes de esta propuesta?
La verdad que no. Obviamente cuando estuve confinada me vinieron temas a la cabeza que tenían que ver con esto, porque hay un antes y un después a nivel histórico y uno piensa cómo a través del audiovisual se puede mostrar esta realidad, pero no tenía una idea muy clara. Estaba releyendo el texto de ‘La gaviota’, de Anton Chejov, y pensé que ese texto era muy actual con nuestra realidad y cuando me llamaron me pareció que era inspirador el texto de Chejov, de una compañía que vuelve a verse las caras tras estar encerrados cuatro meses.
¿Cuál es la historia de tu cortometraje?
Es una compañía aragonesa que ha estado ensayando ‘La gaviota’ de Chejov, que no puede ahora estrenar porque ha habido una pandemia y nos han confinado a todos, han cerrado los teatros, lo que pasó a nivel real que ha pasado en muchas compañías de teatro, y después se juntan, cuando se puede volver a salir a la calle, para decidir si van a volver a actuar o van a matar el proyecto. Se cruza la realidad personal con la realidad de los personajes de ‘La gaviota’.
¿Quiénes aparecen en el corto?
Laura Gómez-Lacueva, Carmen Barrantes, Jorge Usón y José Luis Esteban. Son compañeros de muchos años y era un proyecto que era un reto muy grande porque yo vivo en Madrid, no nos habíamos visto hacía meses y tenía que llegar y en el día, en una jornada, rodar con los actores sin ensayar. Necesitaba que nos conociéramos y que supiéramos todos de lo que estábamos hablando para poder hacerlo fácil y ellos son cuatro bestias y me lo pusieron facilísimo. Yo aparezco como parte de la compañía.
José Luis Esteban alucinando cuando le comunicaron que Marianico el Corto no estaba en el reparto de la compañía.
¿Dónde se ha rodado, en cuánto tiempo y qué localizaciones aparecen?
Solamente tengo una localización, he rodado en la sala Oasis (en Zaragoza), en una jornada.
¿Cómo fue el rodaje?
Fue maravilloso, fue una experiencia muy nueva, que yo quería probar, basada en la improvisación, con textos diferentes para cada uno, entre ellos no conocían los unos los textos de los otros y era un gran misterio para todos. Los iba a buscar ya con las cámaras, los microfonaba y ya grababa. Está planteado como un falso documental, pero también entramos dentro de la ficción.
Nata Moreno explicando como sostuvo el Goya por ‘Ara Malikian: Una vida entre las cuerdas’, Laura Gómez-Lacueva, Jorge Usón y Carmen Barrantes ¡atentos!.
¿Qué recibimiento esperas por parte del espectador?
Nunca me lo planteo mucho, no me pongo una expectativa, yo quiero que lo disfruten, que les mueva algo en el corazón, que sientan algo bello, la parte que sea, la fotografía, la música, los textos; no tengo una expectativa muy clara, obviamente que todos queremos gustar. Lo hemos hecho con un equipo íntegramente aragonés, con unos actores fantásticos, hacemos un trabajo que nos chifla, con el que nos sentimos todos muy identificados y muy en la línea de lo que queremos contar, así que ahora dependerá del espectador.
Pilar Palomero – ‘A un metro y medio’
¿Qué te animó a sumarte a este proyecto?
Me pareció un proyecto súper interesante por el hecho de que es el primer largo conjunto hecho en Aragón, por poder hacer una pieza en la que colaboremos directores que nos conocemos desde hace mucho, que hemos coincidido en festivales, y por hacerlo tras los meses de confinamiento y de falta de actividad. Era una propuesta bonita por el apoyo a la industria audiovisual por parte de Aragón TV; por trabajar con cineastas aragoneses y por retomar la actividad después del confinamiento y la historia que he propuesto me tocaba de cerca y me parecía que podía aportar algo al proyecto.
¿Ya habías pensado en hacer algo relacionado con la pandemia antes de esta propuesta?
La verdad que lo empece a reflexionar a raíz de la propuesta de la tele, había aprovechado en el confinamiento para escribir todo lo posible, pero de cara a un rodaje no me había planteado nada por lo incierto del momento.
¿Cuál es la historia de tu cortometraje?
Sobre todo lo que quiero transmitir es la sensación que han vivido las familias de no poder reencontrarse durante este periodo de confinamiento y lo importante que es el contacto físico, sobre todo para las personas mayores. Abuelos y nietos no han podido verse y se necesitan mucho mutuamente, ese es el punto de partida.
¿Quiénes aparecen en el corto?
Son mi familia. Es un corto documental en el que mi madre es la protagonista, aparecen mis hermanos y sobrinos. He trabajado con ellos porque al ser un corto documental refleja la realidad que ha vivido mi madre y la necesidad que ha tenido de contacto físico de su familia. El confinamiento le ha producido ansiedad y depresión, lo ha pasado realmente mal y el corto es una manera de entenderla, de comprender algo que le ha pasado a mucha gente y de tratar de buscar la luz dentro de toda esa tristeza que ha producido el confinamiento a ella y a otras personas mayores.
La mama de Pilar Palomero prota total de ‘A un metro y medio’.
¿Dónde se ha rodado, en cuánto tiempo y qué localizaciones aparecen?
Se puede ver el Pilar desde el Puente de Hierro y varias calles de Zaragoza no tan reconocibles. Hemos grabado en casa de mi madre y varios días por el centro de Zaragoza. Estuvimos rodando una semana aproximadamente. Cuando grababa con mi madre, por protegerla y cuidarla, estábamos solamente la persona que me ha ayudado en todo y yo, manteniendo todos los protocolos de seguridad y grabamos menos horas al día, por lo que se extendió más en el tiempo.
Con mi familia habíamos hecho ya alguna cosa, en los cortos ‘Horta’ (2017) y ‘Niño balcón’ (2009) aparecen como figurantes; siempre que he rodado han estado próximos y han participado de alguna manera, pero es la primera vez que protagonizan uno de los cortos.
¿Cómo fue el rodaje?
Éramos un equipo reducido, tratando de cumplir las medidas de seguridad todo el tiempo porque trabajamos con niños, con mi sobrinos, y con una persona mayor, como mi madre. Fue muy familiar y con ilusión y ganas después de todo este tiempo de parón y a la vez difícil porque la situación es muy pesada y el shock de lo que todos hemos vivido estaba ahí, pero también muy bonito. Lo que ocurre en el corto ocurría de verdad, ese cariño entre mis familiares.
Pilar Palomero con vestido rayado dirigiendo a su propia familia y Carlos Naya en el sonido.
¿Qué recibimiento esperas por parte del espectador?
No lo he pensado mucho, me encantaría conseguir que la gente logre empatizar y producir alguna emoción en quien lo vea.
Gaizka Urresti – ‘Sitiados’
¿Qué te animó a sumarte a este proyecto?
Primero que llevábamos muchos meses sin poder rodar en la circunstancia de la pandemia y era una oportunidad de salir y de intentar recuperar cierta normalidad. Luego, me parece muy bonito que sea un trabajo colectivo, siempre me han gustado este tipo de películas colectivas que tienen como escenario un sitio, como puede ser ‘París je t’aime’, y de hecho yo he fantaseado alguna vez con hacer en Zaragoza, si hubiera una financiación pública, entre varios directores historias sobre la ciudad.
En este caso no es el tema, no era sobre la ciudad, pero sí que era un grupo de cineastas aragoneses sobre un tema y al final ahí está como obra colectiva y eso fue la máxima motivación, me parecía un proyecto bonito, una excusa para rodar e incluso para facturar también, para poder dar de comer a la máquina.
¿Ya habías pensado en hacer algo relacionado con la pandemia antes de esta propuesta?
No directamente, no tenía una idea muy clara, creo que estaba la idea germinando en la cabeza de lo que se podía contar, pero tampoco tenía yo mucho la cabeza para esto. Yo creo que ha sido el aliciente del encargo lo que me ha movido.
¿Cuál es la historia de tu cortometraje?
Con el telón de fondo del Covid, es la vivencia de una familia normal que tiene que convivir con el teletrabajo estando confinados y teniendo a un niño en casa que también está teleestudiando y los conflictos que ello genera. Aunque es dramático como lo hemos vivido muchos padres, lo he planteado como una comedia costumbrista, llevando las situaciones al exceso, estirándolas para llevarlas a la comicidad.
¿Quiénes aparecen en el corto?
Al ser una historia tan personal, que está ambientada en mi casa, con vivencias personales, pues me animé a poner a mi familia como protagonista.Mi mujer, mi hijo y yo somos los actores principales y luego se cuelan por internet otras historias, en algunas son personajes reales como mi madre y los problemas que tenía con la tecnología, y luego he cogido actores profesionales para hacer, por ejemplo, de una paciente de mi mujer, que es psicóloga, a Carmen Barrantes y como uno de los profesores de mi hijo, a Jorge Asín. Básicamente somos actores naturales, no somos profesionales, yo de hecho nunca había interpretado, además de dirigir. Es una autoficción.
Jorge Asín interpretando a un profe entendiéndose con las nuevas tecnologías.
¿Dónde se ha rodado, en cuánto tiempo y qué localizaciones aparecen?
Se rodó en tres días, básicamente en mi casa, unos exteriores en Zaragoza, de madrugada y al amanecer que no había gente, y la escena final en la Plaza de los Sitios. Hubo planos recursos que se hicieron un cuarto día, pero lo que es con los actores en tres días.
¿Cómo fue el rodaje?
Es complejo seguir la normativa de seguridad y la distancia social con un equipo de rodaje. Yo limité tanto por presupuesto como por seguridad el número de personas, fue un equipo reducido de un operador, un ayudante de cámara que se encargaba de las luces, un técnico de sonido, una directora de producción y un director de actores o coach, en total cinco personas, además de los actores.
Prescindimos de maquillaje, de peluquería, de dirección de arte, porque también la historia lo permitía, al ser nuestra propia casa ejercíamos también de maquillaje y vestuario, nos encargábamos de seguir el racord y de mover los muebles si era necesario.
No había interpretado y es muy difícil estar encargándote de todo, de que el equipo esté preparado, dar acción y de repente ser tú el que tienes que empezar a decir las frases. Fue una experiencia muy interesante, pero no se si la repetiré porque es agotadora, si antes respetaba a los directores-actores ahora ya me parece que es dificilísimo estar siendo consciente de lo que estás haciendo y mirando a los demás estando tú en escena.
En cuanto a las interpretaciones, la mía creo que es correcta, me sabía el texto, lo había escrito yo, pero me quedé muy contento con la interpretación de mi mujer y de mi hijo. Estamos en general bastante bien y naturales.
Mamá, ¿si un tren va a 180km por hora desde Bilbao…?, pregúntaselo a tu padre.
¿Qué recibimiento esperas por parte del espectador?
La comedia es un género puro, espero que la gente se ría con esta historia y que, de alguna forma, mucha gente se sienta identificada con esta vivencia que hemos tenido y que quedará como testimonio de lo que hemos vivido. Igual en diez o veinte años no nos acordamos y la gente que no lo vivió viendo el corto verá en parte esas situaciones emocionales, las noticias que había en la prensa, los balcones, la policía en la calle, las calles solitarias; eso quiero reflejar pensando en el futuro, en dejar un legado de todo eso.
Lo importante es tener un plan. Siempre, eso es lo esencial. Y más cuando te propones cometer un robo a la aragonesa, con alevosía, nada de nocturnidad y varios capítulos desternillantes. Alberto Vallejo (Zaragoza, 1983), conocido en el mundillo como Al Baltax, nos invitó a formar parte del robo del siglo con el cortometraje ‘The spanish job’ en 2016. Rodó su segunda parte ‘The spanish job 2. Ladrones de traje y corbata’ en 2018, pero el atraco se les fue un poco de las manos y, antes de dar a conocer este trabajo, llegó la pandemia y el confinamiento y, con ello, la oportunidad de disfrutar de ‘The spanish job 3. Estado de alarma’.
Al Baltax, apatrullando la ciudad con parte de la banda (Foto: Pedro Popker)
Como os decíamos, Al tenía un plan y encontró su inspiración en la película ‘The italian job’ (1969), la original , y a buenos compañeros de viaje en el festival de cine de Fuentes. Tras presentar ‘Operación Fair Play’ y alzarse con el premio a mejor ópera prima en 2016, conoció en Fuentes al director de cine Ignacio Estaregui y lo convenció para participar en su siguiente corto, pero debutando como actor.
Con el objetivo de presentarlo a un concurso patrocinado por Mini —sí, la marca de coches tan cuquis e ideales para aparcar— en el Festival Ull Nu, de cine emergente de Andorra —el país, no la nuestra, pero ¡viva Teruel!—, se puso manos a la obra a pensar en una historia en la que tenía que aparecer el famoso coche y “se nos ocurrió hacer una parodia de ‘The italian job’, pero a la española”.
Estaregui se apuntó al plan loco y Baltax comenzó a escribir a la semana siguiente. “Soy muy de pelis antiguas y me gusta esta cinta de 1969, quería homenajearla, pero no teníamos presupuesto para rodar en Roma o cortar túneles de metro”, aunque un contacto sí les podía facilitar una parte esencial: el Mini.
Se unieron al plan los actores Javi Lázaro, Chaime Magallón, Miguel Ángel Ariño, Javi Usón, Mino Tapia e Iñaki Sánchez. Con esta plantilla se animó como colaboración muy especial el oregonés Luis Rabanaque.
Los Ocean’s Eleven aragoneses, posando con el Mini y pensando en cómo escaquearse del atraco (foto: Pedro Popker)
UNA BANDA ALGO PECULIAR
El dire se quedó in love de un coche negro con líneas amarillas y aspecto deportivo que “parecía muy chunguillo” y, a partir de ahí, comenzó a construir las personalidades de sus personajes. Estaregui sería el jefe de una banda que iba a reunir a un gitano muy dicharachero, un tartamudo al que apodan Metralleta, un cerrajero con muchas fobias y traumas, un tío duro y otro más interesado en comer que en el robo. “El zampón era un personaje que no teníamos muy definido, pero Javi Usón se pasaba todo el día comiendo en el rodaje y en todas las escenas procuramos que saliera comiendo también, algo que hemos mantenido en toda la saga”, explica Baltax a Secuenciadas.
En este primer capítulo vemos cómo preparan el plan, pero cuando el jefe comienza a detallar todo lo que tendrán que hacer para poder robar el oro, el equipo al completo acaba poniendo pegas. Que si me duele la espalda y no puedo cargar, que si tengo miedo a la oscuridad… ¡Vaya banda! “Es un corto de tres minutos, pero está lleno de detalles”, subraya.
Rodaron en una nave abandonada de Tauste y, desde las Cinco Villas, el corto y el propio director viajaron al festival de Andorra y a su sección patrocinada por Mini, donde esta desternillante historia llegó a la final. “No ganamos, pero llegar a la final nos animó mucho”, recuerda Baltax, para agregar que Estaregui, el capo de nuestra mafia aragonesa, logró el premio a mejor actor en la Gala Clack en 2017, del CPA Salduie.
Alberto dejando a sus actores las cosas claras: o robamos algo ya o vamos a tener secuelas de ‘The spanish job’ hasta que nos den un Goya y dos Oscars (foto: Pedro Popker)
Con la adrenalina del plan perfecto para un robo aún en todo lo alto, decidieron aventurarse en una segunda parte para la que Alberto ya había escrito hasta “cinco o seis guiones”. De la mano de Baltax y Pedro Popker surgió la idea original de ‘Ladrones de traje y corbata’, en la que repitió gran parte del equipo, pero cambiaron de escenario. Esta vez se rodó en el Moncayo en verano de 2018 y próximamente saldrá a la luz.
¿OS ACORDÁIS DE ZOOM?
Así, les pilló la pandemia y el confinamiento y la banda decidió que era una buena ocasión para hacernos reír, mientras esperábamos la segunda parte, por lo que grabaron y difundieron en redes sociales ‘The spanish job 3. Estado de alarma’. “Se me ocurrió hacer una videollamada grupal”, relata Baltax, pero de nuevo la banda está más a todo lo que ocurre a su alrededor que a preparar el atraco.
Baltax agradece la generosidad de sus actores, de su banda de atracadores, que no dudaron en apuntarse a este nuevo proyecto, a pesar de las dificultades técnicas. Para evitar la locura de una videollamada real con tanta gente, acordaos todos de lo que hemos vivido con los zooms familiares (oh my God!!), decidieron simular esa videollamada, de modo que cada actor se grabó en su casa y, para ello, “les di unas pautas que nadie siguió”, bromea Alberto.
Al Baltax intentando convencer al dire de fotografía, Adrián Barcelona, de que se una a la banda y se ponga delante de la cámara (foto: Pedro Popker)
Unas correcciones por aquí, y otras por allá, dieron lugar a esta divertida videollamada que pone fin a la preparación del atraco cuando llegan las 20.00 horas, el momento de aplaudir. Un final surrealista, pero real y a la altura de un año de aupa. Pero la cosa no terminó ahí, porque una nueva videollamada nos espera en ‘The Spanish Job 3.1/3’ que continúa con la trama de ‘Estado de alarma’ en una nueva llamada zoom para dar un palo en el Museo del Prado, ahora en patinete.
RODAR Y RODAR
A pesar de las complicaciones técnicas, “soy de la escuela de cine de rodar sea como sea, a veces se puede suplir un equipo técnico buenísimo con una buena interpretación o una buena historia que superen esas deficiencias técnicas”, asegura, agregando que en este caso los actores se rodaron con sus móviles. “Arriesgamos la calidad técnica para resaltar la interpretación y el guión, pero sobre todo queríamos transmitir que el estado de alarma no frena la creatividad, no podíamos reunirnos, estábamos alicaídos, no sabemos aún cómo acabará esto, pero eso no impide seguir creando y pasándolo bien”, manifiesta.
Reconoce que le gustaría presentar ‘The spanish job 2’ en un pase con amigos, pero por la situación sanitaria, y “por sensatez”, será complicado, por lo que centran su atención en presentarlo a festivales y, de entre todos ellos, especialmente al certamen de Fuentes de Ebro. Allá donde vayan podrán ir vestidos para la ocasión, ya que desde 2018 disponen de unas camisetas conmemorativas del corto. ¡Eso es previsión y lo demás tonterías!
Al Baltax se apunta a todo. Además de su robo a la española en tres partes, y preparando nuevas secuelas, en 2016 ganó un premio por el cortometraje de comedia reivindicativa ‘Un sueldo con hielo’, ese mismo año realizó el spot navideño ‘Mi mamá es una súper heroína’ y durante los meses de confinamiento se ha animado también con un proyecto familiar, ‘Freaky de guardería’, tan inquietante como divertido.
RODRIGO, NATALIA Y LOS ZOMBIES
Ahora tiene entre manos una webserie, XtinZion, que constará de cinco capítulos, de unos seis u ocho minutos de duración, de temática zombi, y que sigue en desarrollo. Con Rodrigo Moreno y Natalia Gómara como protagonistas, han rodado ya tres capítulos y se encuentran de parón debido a la pandemia.
Si este 2020 acaba en apocalipsis zombi, ¡que nos pille con ellos! Equipo de XtinZión
“Queremos hacer una temporada entera y emitirla online, aunque ahora estamos atascados por la situación sanitaria, Natalia tiene otros rodajes, nosotros tenemos nuestros trabajos y nuestras familias y nos cuesta coincidir y conciliar”, admite.
“Yo no me dedico profesionalmente a esto, no es mi modo de vida, pero muchas veces no necesitas dedicarte a una cosa para poner todo el alma en ella”, asegura Baltax, quien se reconoce más en la figura de guionista que de realizador y que siempre ha tenido inquietud por el séptimo arte, aunque “fue a partir de 2015 cuando me centré en ello”. Seguro que tu trabajo nos depara nuevas sorpresas.
Rodrigo y un bate, esto prometeNatalia si te descuidas te mete un sartenazoZombis y 2020, what else?
Pedro Popker currándose unos carteles épicos para la saga ‘The spanish job’
La realizadora Vicky Calavia creó en 2017 el ciclo ‘La Aljafería, un lugar de cine’ con el que propone a tres realizadores, hombres y mujeres de Aragón, rodar un proyecto audiovisual dentro del Palacio de la Aljafería de Zaragoza. Este año los elegidos han sido Orencio Boix, con un video ensayo ‘Notas de la Aljafería’, Carlos Navarro, con un video en 360 grados ‘Herejía’ e Ignacio Estaregui con un cortometraje de ficción ‘En racha’. Los tres directores nos presentan a cámara estos audiovisuales aragoneses.