¿Os imagináis ser padres adolescentes? Ser madre a los 14 años, cómo cambia tu vida, cómo te juzga la sociedad, que siempre tiene que opinar de todo. La directora Pilar Palomero regresa a la gran pantalla con esta historia en ‘La Maternal’. La película, que se estrenó en el Festival de San Sebastián, está protagonizada por Carla Quílez, que logró la Concha de Plata a Mejor Interpretación por el papelón que realiza en esta cinta.
Carla Quílez, con melena al viento y aguantando como una campeona el sol de frente. Foto de Laura Sipán.
¡Cuánto talento y emoción en esta peli! Es nuestro primer pensamiento tras asistir al preestreno de ‘La Maternal’ en los Cines Palafox de Zaragoza, un pase del que disfrutaron familiares y amigos del equipo, entre ellos las protagonistas de la primera película de Pilar Palomero, ‘Las Niñas’, con la que cosechó innumerables premios y arrasó en los Goya el pasado año.
En ‘La Maternal’ conocemos la historia de Carla, una chica de 14 años que se entera de que está embarazada cuando ya está de cinco meses y se ve obligada a ser madre. Por su situación personal, la derivan a vivir a una residencia para madres adolescentes en Barcelona, donde conocerá a otras jóvenes en su misma situación. ¡Un problemón! Pero ojo, porque las historias de las chicas son duras, pero no esperéis un dramón. ‘La Maternal’ resalta por encima de todo la fortaleza, valentía y capacidad de superación de estas madres adolescentes, sin evitar hablar del miedo que sufren o del abandono.
“Cuando conocí los casos reales de chicas que habían sido madres en su adolescencia, y me los contaron, fui consciente de lo poco que sabía sobre el tema”, explica la dire, Pilar Palomero, a Secuenciadas. Escribió el guion en el marco del programa de Residencias de la Academia de Cine con el deseo de abordar cómo es la maternidad en la adolescencia, pero especialmente lo que conlleva para estas jóvenes.
Las protas de esta historia haciendo una videollamada a Pilar Palomero. Foto de Laura Sipán.
En la preparación de la película, “la confianza que depositaron las chicas en mí la sentí como algo que yo tenía que tratar con mucho cariño y eso he intentado en todo momento”. Así, las primeras entrevistas con ellas pasaron a ser charlas de amigas, en las que también participó la educadora Carol Ruiz y el coach y actor Rubén Martínez, que también aparecen en la película. El trabajo fue parecido al desarrollado con las protas de ‘Las Niñas’, con un guion cerrado, pero dejando margen a que “estuviera siempre vivo y pudieran darse situaciones inesperadas”.
El rodaje, que se desarrolló en los parajes de Los Monegros y en el entorno de Barcelona, “fue muy guay, muy entrañable”, destaca Palomero. Y es que su equipo estuvo en todo momento “súper volcado” y, además, aunque han trabajado con actrices con experiencia, “para la mayoría era la primera vez que participaban en una película”. “Lo he vivido todo a través de sus ojos, con esa emoción de la primera vez”, relata.
Ahora la película está ya disponible en pantalla grande y la dire desea que “la gente vaya al cine, que le apetezca verla, que la apoyen y que, si les gusta, la recomienden”. “Tenemos muchas ganas de compartirla porque ha sido un trabajo muy bonito, pero también muy duro y estamos muy orgullosas del resultado”, afirma Pilar Palomero.
Carla Quílez paseando en bicicleta por Los Monegros. ¡Qué fresqui! Foto de Laura Sipán.
UNA EMOCIONANTE INTERPRETACIÓN
Y no es para menos. Además de abordar con tremenda sensibilidad un tema tan delicado como la maternidad en la adolescencia, la directora consigue meternos de lleno en cada plano en la vida de estas chicas, interpretadas por un reparto de diez. Carla Quílez da vida a la protagonista, a esa niña de 14 años que tiene que seguir adelante con su embarazo como puede. “Es una niña libre y la maternidad le paraliza; de estar con sus amigos pasa a estar en un centro de maternidad, tiene que aprender a convivir con ello y salir como pueda”, detalla la actriz.
Para preparar su papel, Carla se apoyó en la ayuda y consejos del coach de la peli, Rubén Martínez; de la directora de casting, Irene Roqué; y de Pilar Palomero, “que ha estado en las buenas y en las malas”. “Me llevo de ellos tres un gran aprendizaje y sobre ellos me he basado para hacer el papel técnico”, dado que después, en rodaje, conoció a las chicas que completan el reparto y que cuentan su testimonio sobre lo que supone ser una adolescente embarazada.
Las protas de ‘La Maternal’, disfrutonas y risueñas en las ferias, pensando en subir a la noria. Foto de Laura Sipán.
En este sentido, la actriz observa que no se conoce lo que supone la maternidad en la adolescencia “hasta que no te metes en el papel y sabes por lo que ellas están pasando”. “En esta película yo he pasado ese miedo de ir por la calle con una barriga y que la gente te mire mal, que te juzguen, y pedía que me pusieran un abrigo largo para taparme la barriga, no quería mostrarla”, comenta sobre el miedo que sufren las chicas de ser juzgadas por la sociedad.
Las chicas de barrio llegan a Puerto Venecia. Foto de Laura Sipán.
Carla se come la pantalla en todo momento y, gracias a su talento, logró la Concha de Plata a Mejor Interpretación en San Sebastián. Se enteró del premio cuando llegaba del instituto, “con una inesperada llamada de Pilar”. “Estábamos en casa y, de repente, me dice mi madre “acabas de ganar la Concha de Plata” y me quedé flipando, me tiré al suelo, empecé a llorar, fue un momento muy bonito”, rememora. ¡¡Tuvo que ser una pasada!! ¡Vaya momentazo, Carla!
¿Y cómo ha sido rodar con Pilar Palomero? “Es un amor de persona, para mí Pilar lo ha sido todo, ha puesto un peso muy importante sobre mí y lo he podido llevar de la mejor manera posible porque es una persona muy cercana”. Así que lejos de pensar que un director de cine puede ser una persona muy distante y estricta, Carla ha comprobado que Pilar es todo lo contrario y la considera su “madrina”.
Todas las niñas de Pilar¡Ese equipazo!
MUY ENRIQUECEDOR
Acompañando a Carla encontramos a Ángela Cervantes en el papel de su madre, con quien mantiene una relación un poquito de amor-odio, aunque su madre la comprende bien porque también tuvo a Carla siendo aún joven. Sin desvelar la trama, completan el reparto Jordan Dumes, Pepe Lorente, Olga Hueso, Gal-la Sabaté, Neus Pàmies y Rubén Martínez.
Ángela Cervantes le enseña a su hija de la ficción, Carla Quílez, lo que era Tuenti. Foto de Jorge Fuembuena.
El actor aragonés (Martínez), además de interpretar a uno de los educadores de la residencia, ha participado como coach acompañando a las actrices y a Pilar en la preparación del rodaje. Destaca el proceso de ensayos con Carla, Ángela y Jordan y con el resto de chicas y los educadores. Esos dos bloques de ensayos “basados en improvisaciones, en juegos, en crear relaciones” se unificaron en el rodaje cuando Carla conoció al resto de compañeras, y surgió esa magia que podemos ver en pantalla.
Respecto a su papel, ”ha sido muy bonito” dar vida al educador que trabaja con las chicas y que tiene un peculiar sistema semafórico en el que nosotras siempre desearíamos estar en verde. “Yo he tenido relación con la enseñanza, he sido profesor, pero con temas sociales no había tenido contacto, he tenido que conocer un poco más cuáles son los protocolos y las formas de trabajar y ha sido muy enriquecedor”. También “he aprendido mucho (como lo harán los espectadores) de las actrices que han pasado por esta vivencia”, apunta Martínez.
La película, una producción de Inicia Films y Bteam Prods, cuenta entre su equipo técnico con otros aragoneses como Arantxa Ezquerro, responsable de vestuario; Carmen Arbués, en maquillaje, Jorge Fombuena y Laura Sipán como foto fija o Leo Dolgan, en sonido directo y mezclas. Os dejamos con el trailer de ‘La Maternal’, una peli que a nosotras nos ha enamorado.
El audiovisual aragonés es lo más, lo está petando, triunfa allí dónde pasa, pero es una industria que aún no se ha puesto en valor. De ahí que un grupo de empresas haya decidido formar el Clúster Audiovisual ,«un viejo sueño que existía en Aragón». Hacemos rewind: después de unas primeras reuniones, un grupo de 11 empresas pensaron que era el momento de «generarlo sí o sí y también porque había un momento de ayudas europeas importante y de hacer fuerte el sector. En Aragón es más de lo que parece», cuenta a Secuenciadas su presidenta, la periodista y productora Adriana Oliveros.
En julio del pasado año celebraron la primera asamblea en la que detectaron a 80 empresas que trabajaban en el audiovisual como tema principal, y que han estado informadas durante todo le proceso. «El 28 de febrero de este año se constituyó el clúster, somos 45 empresas y alguna más en proceso. Así que ha sido un pequeño sueño hecho realidad», dice ilusionada Oliveros.
El día de la asamblea constituyente del Clúster Audiovisual de Aragón ¡Qué majicos todos!
Un notición que se haya creado este clúster para que crezca la producción audiovisual en Aragón. Como bien defiende su presidenta «estamos en un punto geográfico brutal. En este momento en que España se plantea ser el plató del sur de Europa, Aragón debería tener una posición ahí. Somos muy ambiciosos». Así sí, deseamos que vengan a rodar con nuestros paisajes y nuestros talentosos profesionales. «Por ejemplo en Zaragoza, te encuentras desde el plano de la ciudad más anodina que no sabes ni dónde estás a una ciudad utópica. También un entorno absolutamente monumental y tradicional», describe Oliveros.
LA INDUSTRIA AUDIOVISUAL ARAGONESA
La industria audiovisual aragonesa, como Teruel, existe y es que como han podido comprobar, representan más del 1% del PIB. «Hemos podido presentar el expediente, lo que se llama una agrupación empresarial innovadora, que es lo que te permite tener fondos del Ministerio de Industria, para lo cual tienes que ser el 1% de PIB. Ojo, lo que tenemos que juntar en facturación es mucho, y cumplimos ese requisito», recalca la presidenta. Han presentado el papeleo correspondiente y serán el segundo clúster que tenga reconocida esa figura, después del de Galicia. «Eso prueba, que hay mucha más potencia de lo que vemos y empresas que llevan mucho tiempo haciéndolo muy bien”. ¡Yeah!
Una de las características diferenciadoras de este clúster, respecto a otras asociaciones del sector, es que «consideramos el audiovisual como lo que creemos que va a ser en el futuro», por eso están abiertos a todo tipo de empresas, como creadores de videojuegos, realidad aumentada, realidad virtual, museología, empresas de audio… «Entendemos que en el futuro las historias pueden ser contadas de muchas maneras, no podemos cerrarnos a lo que es la producción clásica».
La presi Adriana Oliveros, defendiendo el Clúster allá donde pasa, ante la vicealcaldesa de Zaragoza, Sara Fernández.
OBJETIVOS
De momento han incorporado una clúster mánager, que se va a dedicar al 100% a conseguir todos los objetivos que se han propuesto. Por un lado, hay un objetivo hacia dentro de cooperación, crear sinergias dentro de la propia organización. «Hasta en la propia generación del clúster han surgido vínculos» nos confiesa Oliveros. Y otro objetivo hacia fuera, para poder acceder a las ayudas europeas en proyectos de grupo y sobre todo traer proyectos. «Creo que en Aragón estamos un poco hartos de exportar talento. Está muy bien que Pilar Palomero o Paula Ortiz ,que es amiga mía, hagan ‘Las niñas’ o ‘La novia’, pero son producciones catalanas».
Otra novedad es que van a crear un catálogo online de empresas del sector. Una ventanilla única para que cuando alguien venga a rodar tenga a un clic una empresa que le alquile cámaras, que le haga localización, una empresa que le haga pospo, una empresa que le facilite actores de doblaje o que le lleve sonido. «Crear esto es importante porque es el enlace que nos falta con la gente que viene a rodar. Se trata de que también promocionemos el talento cuando vengan de fuera», destaca.
Miembros del Clúster en una de sus reuniones prolíficas con uno de sus socios institucionales, ITAINNOVA.
FUTURO
Para informarse y formar parte del clúster hay varias vías; la propia cámara de comercio, las redes sociales del clúster o a través de una próxima página web que está en proceso. La cuota va en función de la facturación. Todo es muy democrático, una empresa, un voto. «Es el primer clúster en el que el voto de un emprendedor vale lo mismo que el de los grupos y es algo que es un gesto de generosidad», manifiesta su presi.
«Esto es un camino largo en el que vamos a intentar dar mucho que hablar a Secuenciadas, vamos a intentar que el audiovisual de Aragón llegue a lo más», apunta con ilusión su presidenta Adriana Oliveros. Desde Secuenciadas, seguiremos contando los proyectos que surgen en nuestra comunidad, para que se difunda su trabajo por el mundo.
Alumnos y profesores aragoneses participan cada año en el programa ‘Cine y salud’. En esta nueva edición, el ciclo celebrará este viernes y sábado, días 8 y 9 de abril, el Día Mundial de la Salud 2022 con actividades formativas y culturales en Ibercaja Patio de la Infanta, en Zaragoza. ¿Pero qué tienen que ver el cine y la salud?
“La salud se puede trabajar desde diferentes perspectivas y, hace veinte años, se pensó que el cine podría ser una buena herramienta para ello”, explica a Secuenciadas Elisa Ferrer, jefa de sección del área de Promoción de la Salud de la Dirección General de Salud Pública del Gobierno de Aragón, que organiza esta actividad junto a la Dirección General de Planificación y Equidad.
Los participantes en una de las ediciones de ‘Cine y Salud’, felices tras visionar sus trabajos y recibir los premios.
“Fue una idea innovadora trabajar la salud a partir del audiovisual y el programa ha ido creciendo”, siempre con el objetivo de ofrecer a los profesores recursos para trabajar en el aula la promoción de la salud, con actividades atractivas para los jóvenes. Así, en cada edición se eligen películas para tratar determinados temas y se propone a los alumnos que se pongan en la piel de los protagonistas y comprueben si las decisiones que toman son acertadas o cuáles tomarían ellos.
Además, se promueve la realización de cortometrajes y spots para abordar las cuestiones que interesan a los estudiantes. De este modo, en las aulas y en los audiovisuales se trabajan las emociones, la empatía, el bienestar emocional, la autoestima, las relaciones, los entornos saludables, la convivencia o la corresponsabilidad social. No queremos contar batallitas, pero ¡ojalá este ciclo hubiera existido en nuestros tiempos de instituto!
“Una imagen vale más que mil palabras y es una manera atractiva de enganchar”, resume Ferrer, para detallar que esta edición se ha centrado en la educación afectivo sexual, a través de la película ‘Las Niñas’, de la aragonesa Pilar Palomero. Así, se han distribuido en las clases dos guías didácticas, una para el profesorado y otra para los alumnos, en las que se explica la trama de la película y que permiten abordar el paso de la niñez a la adolescencia, la identidad sexual, las inseguridades o discriminaciones, las relaciones de amistad y afectivo sexuales, los estereotipos de género. El cuaderno del profesor incluye los objetivos a alcanzar y actividades previas y posteriores al visionado de la cinta que, recordamos, arrasó en los Goya, los Feroz, los Forqué, en Málaga, en la Berlinale y allá por donde pasó.
La película ‘Las Niñas’, de la directora zaragozana Pilar Palomero, ha centrado este año la guía didáctica para trabajar en las aulas. Pilar conquistando premios y los corazones de los jóvenes aragoneses.
En el caso de la creación de los cortos y anuncios, también se ofrecen pautas y recomendaciones, si bien el guion, el rodaje y el montaje depende de los alumnos y del apoyo del profesor. “Es un trabajo importante porque les permite trabajar en equipo, mejoran las relaciones con el profesorado y los cortos tienen un mensaje positivo”, señala Elisa Ferrer. Las piezas se presentan a concurso y los ganadores se incluyen en la programación del siguiente año para trabajarlos en clase, junto a la película que se selecciona en esa edición.
“Es un programa consolidado y la idea es seguir manteniéndolo porque al profesorado le gusta trabajarlo, el alumnado lo recibe muy bien y es una manera de aprender muy atractiva”, subraya, para agradecer especialmente a los profesores su apoyo a esta iniciativa.
JORNADA #cineysalud2022
Como coordinador de la programación encontramos al periodista y experto en cine, Carlos Gurpegui, quien también resalta las bondades del ciclo para trabajar la alfabetización audiovisual y la salud desde la adolescencia. “Este programa fue pionero en Aragón en usar el cine como herramienta para la alfabetización en salud, poniendo como protagonistas a los adolescentes”, coincide.
Para dar a conocer la actual edición y entregar los premios a los cortos creados por los alumnos, Ibercaja Patio de la Infanta acogerá este viernes y sábado la Jornada del Día Mundial de la Salud. Los actos incluyen este viernes una presentación de la guía didáctica sobre la película ‘Las Niñas’, con la presencia de la directora y guionista Pilar Palomero; del profesor y autor del material formativo, Carlos Moreno, y de la coordinadora del proyecto Cine y Educación de la Academia de Cine de España, Mercedes Ruiz.
A continuación, se entregarán los premios al concurso de carteles ‘Cine y Salud 2022’ y tendrá lugar una mesa redonda sobre los 20 años del ciclo, con profesores y alumnos que han participado en estas dos décadas. La tarde del viernes concluirá con el coloquio titulado ‘El mundo es nuestro: nuestro planeta, nuestra salud’, sobre cine y generaciones, tribus y ciberculturas, en el que intervendrán el actor y cantante Jimmy Barnatán y el crítico de cine Carlos Gurpegui. Una tarde bien interesante; ¡nos apuntamos a todo, Carlos!
Gerardo Sánchez, Francisco Javier Falo, Mariano Barroso y Carlos Gurpegui posan sonrientes en la XVII edición del ciclo.
PROYECCIONES Y PREMIOS
Este sábado, día 9, a partir de las 10.00 horas y con entrada libre hasta completar aforo, se proyectarán los cortometrajes y spots seleccionados, un total de 27 trabajos de alumnos de institutos de secundaria de Aragón. “Los cortos son espontáneos, nosotros establecemos unas bases, pero tratan temas de interés para ellos”, detalla el coordinador del ciclo, estimando que el resultado “refleja mucho la agenda de la adolescencia en Aragón”.
Este año se han inscrito 74 obras, se realizó un corte inicial para ponerlas a disposición del público en el perfil de YouTube de SARES Aragón, donde pueden verse 55 de ellas, y de esta muestra online, que ha alcanzado las 57.578 visualizaciones en total, han pasado 27 piezas a la gala final.
En las veinte ediciones del certamen se han recogido 912 vídeos realizados por jóvenes menores de 18 años, de los que 323 trabajos han pasado a la fase final del concurso. Los mejores cortos son editados en una bobina y centran una guía, de modo que regresan al aula como herramienta de trabajo para el profesorado de los centros participantes.
Dos alumnas del IES Pedro de Luna en una imagen del cortometraje ‘Sukha’
Se pueden presentar a tres categorías: aula aragonesa, para estudiantes de ESO de centros de la comunidad, en las modalidades de corto, spot y videocreación; nuevos jóvenes, para entidades juveniles, otros centros educativos de Aragón y de otras comunidades; y activos para la salud, en el caso de trabajos sociosanitarios o universitarios de buenas prácticas en la promoción de la salud. Se entregan premios especiales para la exhibición online y, después, un primer premio en la gala de este sábado, que consta de una tablet y una placa, dos finalistas y otras menciones especiales.
Antes de conocer el fallo del jurado y de otorgar los galardones, se celebrará también la entrega de premios profesionales, que se conceden a las actrices María Cerezuela y Almudena Amor, en la categoría joven; a la cineasta y presidenta de la Academia del Cine Catalán, Judith Colell, como autora; a International Youth Film Festival Plasencia Encorto, al actor Pepe Viyuela y a la coordinadora de Cine y Educación de la Academia de Cine de España, Mercedes Ruiz, como premios iniciativa global; y al bailarín Miguel Ángel Berna y ‘El travelín de Chomón’, con su coordinador Gonzalo Montón, como premios a la iniciativa local. “Es bonito porque juntamos a profesionales con trayectoria, o que acaban de empezar, pero ya son reconocidos, con los alumnos”, algo que siempre “les hace ilusión”, afirma Gurpegui. Estamos seguras de que la jornada será, de nuevo, un exitazo.
Podéis seguir los actos de esta XX edición en redes sociales con el hashtag #cineysalud2022
El actor zaragozano Rubén Martínez estaba destinado a ser una estrella, aunque de pequeño se resistiera a interpretar ese papel en una función navideña de la escuela (sííí, luego os explicamos). El interprete dejó su trabajo como profesor para apostar por la actuación y afirma que, en este tiempo, ha sido como una hormiguita, un incansable trabajador que ha logrado crecer en su carrera.
‘Élite’, ‘Antidisturbios’, ‘El último show’, ‘Planeta 5000’, ‘Nosotros’, ‘Grupo 2: Homicidios’. Su nombre forma parte de un sinfín de obras en televisión, teatro y cine. Firme defensor de sus personajes y de dar lo mejor de sí mismo en cada papel, es también coach de actores. Amable, paciente y divertido (es un amor, eso es así), nos transmite su pasión por la profesión mientras paseamos junto a la ribera del Ebro, y convertimos nuestra charla en esta entrevista sobre su vocación como actor y su trayectoria profesional.
¿Cómo surgió tu vocación, ya de pequeño querías ser actor?
Surge de cuando iba al cine, cuando hacía teatro en el colegio, el típico festival de Navidad, y veía que era algo que me gustaba, me lo pasaba bien, me despertaba curiosidad, y de alguna manera siempre que había oportunidad me apuntaba.
Recuerdo en el colegio que, en el festival de Navidad, me tocó hacer de pastorcillo 3. Mi madre me preguntó si en la función hablaría y cuando fui al reparto de personajes, como era rubito, me dijeron que iba a ser la estrella. Yo me imaginaba que iba a estar toda la función de medio lado encima del portal y decía: “¿pero la estrella habla?” y me decían “no, la estrella no habla, pero es la protagonista”. Entonces les dije que no quería ser la estrella y las monitoras flipaban porque la estrella de Belén es a quien todos buscaban, pero yo pensaba “si no habla, no quiero” y pensaba en la bronca que me echaría mi madre si venía a verme y se quedaba en los ensayos y luego no abría la boca en la función.
Me ofrecieron ser pastorcillo y me acuerdo que me dieron un papelito mecanografiado y mi texto era: ‘queremos que nos ayudes a buscar la estrella’. Nos dijeron que teníamos que hablar claro y alto para que nos entendiera el público en el salón de actos.
Llegó el día de la función, me tocaba salir y, milagrosamente, había un micrófono aquel día; yo me quedé con que había que hablar alto y claro y dije: “¡¡QUEREMOS QUE NOS AYUDES A BUSCAR LA ESTRELLA!!” (gritando). Creo que mi madre debió de pensar: “para qué le diría yo que hablara”. Reventé el tímpano de todos los asistentes y me quedé a gusto pensando que se me había oído. Y vaya si se me oyó (ríe).
Eras profesor, pero ¿cuándo decides dar ese cambio, irte a Madrid y apostar por la actuación?
Me había dedicado a nadar, una actividad que requiere mucho tiempo y dedicación, y cuando me retiro de nadar tengo tiempo y digo, ahora voy a ser actor. Empecé en un grupo de teatro universitario que se llamaba ACME Teatro, que lo dirigía María Ángeles Pueo, actual directora de Teatro Che y Moche.
Acabé magisterio de educación física, era también entrenador de natación y durante un momento compaginaba el trabajo de educación física con el teatro, de una manera amateur, pero veía que me servía para jugar, para divertirme, para evadirme y seguir aprendiendo.
En clase tenía que poner yo las actividades, corregir, pero en el teatro era abandonarte y decir qué hay que hacer. Me lo pasaba bien, disfrutaba y llegó un momento que sentía que quería profundizar más en la interpretación y me dije “date la oportunidad” porque veía que pasaba el último tren y era “o coge y súbete o lo pierdes”. Decidí correr y hasta el día de hoy; me fui para un año a Madrid y van a ser ya veinte años.
«He sido una hormiguita que ha ido subiendo escalones; sentía que iba siempre en camino ascendente, que cada trabajo sumaba y aportaba»
En Madrid seguiste formándote
Allí estuve en la escuela de interpretación de Antonio Malonda, en Bululu2120, y luego he complementado mi formación con cursos, con canto, con danza, y también aprendes mucho trabajando.
¿Cuándo comienzas a trabajar como profesional?
En teatro empecé haciendo alguna cosa aquí en Zaragoza y como de alguna manera en ese momento yo me estaba ganando la vida con otro trabajo, no era mi prioridad. Para mí, la mayor de las recompensas era actuar, aunque luego llega un momento en que dices “esta es mi apuesta profesional”, pero al principio no lo consideraba ni trabajo, era un placer pagado, una maravilla.
¿Qué recuerdas de aquella etapa?
La historia era que era llegar a Madrid y comenzar a construir desde un solar enorme, porque no conoces a nadie, nadie te conoce, no sabes por dónde empezar. Y ahora echo la vista atrás y pienso en todo lo que he conseguido, sin pegar un petardazo, ni hacer una carrera explosiva, pero en veinte años he sido una hormiguita que ha ido subiendo escalones, que ha ido consiguiendo logros pequeños, pero firmes; sentía que iba siempre en camino ascendente, que cada trabajo sumaba y aportaba y que de un trabajo salía otro.
Y ahora soy consciente y me pregunto: “¿a día de hoy tendrías fuerza para empezar algo así como en aquel momento?” y piensas “no lo se”. Pero no me ha parecido que haya sido costoso ni duro, echo la vista atrás y me fui con nada, sin conocer a nadie ni tener ningún contacto y no me puedo quejar porque no he parado de trabajar en teatro, cine, televisión, ahora también como coach. Qué suerte, qué afortunado soy que sigo aprendiendo y sigo creciendo y estoy muy contento.
Si no fueras actor, ¿qué serías ahora?
Seguramente seguiría siendo profesor.
¿Te lo has planteado alguna vez?
Estaba en un colegio dando clases y en una piscina, y si tuviera que volver a la enseñanza creo que lo llevaría bien porque me gusta. Pero después de haber estado veinte años como actor y dedicado también a la enseñanza, pero más enfocada en el tema de la interpretación, después de probarlo sería como más duro. Pero no me importaría volver, me encanta, prefiero ser actor, pero si tuviera que volver no sería una tortura.
«‘Grupo 2: Homicidios’ fue un master en el audiovisual, aprendimos mucho y tengo un buen recuerdo»
¿Cuál crees que fue el proyecto que te dio esa oportunidad en el mundo del audiovisual?
He ido sumando pequeños trabajos, cortometrajes, en televisión, pero ‘Grupo 2: Homicidios’ fue como el master que hice de audiovisual, porque poder estar siete capítulos coprotagonizando con Jorge Usón, y aprendiendo mucho de Jorge, haciéndote con la parte externa de la interpretación en el audiovisual, que hay que tener en cuenta cámaras, focos, marcas, y fue tan intensivo y tan gratificante.
Aprendimos mucho y fue de una manera divertida, relajada y tengo un buen recuerdo. Ese fue un máster y siento que en los trabajos que he hecho después esa experiencia está ahí. Me pesa a favor, es una mochila cargada de buenas herramientas.
Te hemos visto en cine, en televisión y en teatro, ¿qué te aporta cada uno?
Me encantan los tres medios, tienen sus matices. El teatro es la magia del directo, el riesgo, la adrenalina del pase lo que pase hay que seguir y esto ni se tiene que notar ni se puede parar y es maravilloso, además del contacto con el público, porque hay un diálogo evidente, aunque no hables directamente con el público, lo sientes, lo percibes y compartes la función con ellos.
Eso en audiovisual no lo puedes sentir, en el teatro sí, y es mágico y precioso. En audiovisual, la tele requiere de una inmediatez y un tiempo y eso también te permite ser ágil y tienes el reto de hacer creíble algo que no es nada creíble.
El cine te permite construir de una manera más profunda, que los personajes tengan capas, darle más tiempo al proceso de creación del personaje, al trabajo con el director. Es el que menos tengo trabajado como actor a día de hoy, pero cuando me ha tocado hacer algo me ha gustado mucho.
¿Cómo construyes tus personajes?
Me gusta mucho investigar los entornos. En ‘Grupo 2’ tuve la suerte de poder tomar un café cada capítulo con el personaje real que interpretaba, y eso era maravilloso. Otras veces desde lo corporal, ves personajes que tienen una actitud, o el vestuario ayuda mucho y te coloca. Aprovechar los elementos de caracterización, vestuario, peluquería, maquillaje, arte. Porque de repente arte te pone un vestidor lleno de relojes y de trajes y ya no tienes que apretar en la interpretación porque lo cuenta el entorno.
Observando mucho, en la calle hay unos personajes maravillosos. Me encanta observar porque sacas cosas y matices de personajes y te los quedas. A veces también me gusta hacer un homenaje a personas de mi entorno a través de un personaje. Por ejemplo, mi trabajo de fin de carrera en la escuela, que era ‘El enfermo imaginario’ y yo interpretaba a Argan, era un homenaje a mi abuela Emiliana, que era la mejor enferma imaginaria que te podías encontrar, porque siempre estaba mala y se iba a morir, y se murió a los cien años.
«Construyo a los personajes para que no haya un juicio desde el actor, que sea el espectador el que los etiquete o valore»
¿Recuerdas algún personaje especialmente?
Cuando me confirmaron el personaje de ‘Élite’ le dije a mi madre: “mamá, voy a tener una vida que nunca he tenido y nunca tendré”. De repente era decir qué guay jugar a ser rico, que es algo que yo no busco porque no creo que la riqueza me vaya a dar la felicidad, pero jugar a ser rico, a tener poder y ser malo, poderte permitir tener licencia para hacer maldad. Además, me encanta no juzgar a los personajes, sino defenderlos a tope, y para mí Teo en ‘Élite’ no es malo. Se por qué hace las cosas, y construyo para que no haya un juicio desde el actor, que sea el espectador el que le de una etiqueta o lo valore, pero personaje que haga siempre lo voy a defender a muerte y le voy a dar dignidad.
Me gustó mucho ponerme en el lugar de Teo porque era divertido. Y también me está ayudando en mi carrera, para posicionarte en la profesión, como una referencia, que no eres ni mejor ni peor actor, pero de cara al escaparate estar en una serie que ha sido de las más vistas a nivel mundial en su estreno, un productor que no te conoce ya te coloca en un sitio que le das confianza. Sin ser ni mejor ni peor actor que antes, pero te ayuda de cara a la profesión.
¿Cómo es el trabajo en una serie como ‘Élite’?
Pues está muy cuidado en todos los aspectos, a nivel de foto, vestuario, arte, peluquería, maquillaje, guion, y sientes que estás muy protegido, trabajas de manera muy relajada, trabajas con varios directores, entre todos vas sumando cosas y construyendo el personaje y ha sido una experiencia muy agradable.
Tuve la suerte en la primera temporada de trabajar con Ramón Salazar, que es un excelente director de actores, y el primer día en el set de rodaje estábamos la familia y dijo una frase que me ayudó a colocar al personaje: “me encanta esta familia porque sois perfectos por fuera y estáis podridos por dentro”, y con eso ya sabía que es todo fachada, apariencia y aunque por dentro sienta que hay cosas que huelen mal, no tienen que salir, no se tienen que notar. Los buenos directores con poquitas palabras te abren un mundo como actor y te dirigen. Ha sido un gustazo poder trabajar con muchos directores en ‘Élite’ y con Ramón empezar a construir a Teo.
Es muy importante la dirección de actores
Muy importante. Un buen director puede salvar a un mal actor y un buen actor puede salvar una mala dirección. Cuando esas dos cosas son buenas, la magia se da y el resultado es evidente. Cuando a un director le encanta trabajar con actores, le encanta escucharlos y crea un clima de confianza en el proyecto.
En eso recuerdo a Rodrigo Sorogoyen. Yo tenía una secuencia pequeñita en ‘Antidisturbios’, tuvimos un día de ensayo con él y con los compañeros y allí miraba a mi alrededor y pensaba “aquí hay más Goyas que en el Prado”. Rodrigo escucha a los actores, no le importa cambiar el guion, tachar, corregir, poner notas nuevas, cambiar las líneas de orden cuando ve que suma a la historia, a lo que quiere contar. Si el actor le vende la propuesta y él la entiende y cree que aporta, no tiene ningún problema en ajustarla, no va a considerar que es una debilidad del director. Eso sí, una vez trabajado, hablado, dado forma y todos de acuerdo, el día del rodaje no nos ponemos creativos. Y el día del rodaje ya teníamos todos los deberes muy bien hechos, sabíamos lo que quería transmitir y contar, sabíamos cómo teníamos que intervenir, él operaba cámara en mano. Todo el mundo tiene claro lo que tiene que hacer y por qué lo hace y es genial.
«No entiendo el trabajo del actor como un sufrimiento, tiene que ser siempre como un juego»
Deseas hacer un papel dramático, algo que todavía no hayas hecho, ¿qué te gustaría?
Me gustaría un personaje que tuviera una referencia en un momento histórico concreto por hacer el trabajo también de documentarme; Edad Media, Guerra Civil, Guerra Mundial. Estos regalos como actor que tienes que hacer tus deberes, documentarte, leer, y que haya una carga emocional interesante, que al personaje le pasen cosas, que haya conflicto, sufrimiento, aunque me encanta la comedia.
María Ángeles Pueo me dijo que con esta cara no iba a hacer drama en mi vida y ahora lo que no hago es comedia, ¡será posible! (ríe).
Me apetece hacer como comedia en teatro y en audiovisual algo muy potente, un poco lo que hice en el corto ‘Nosotros’ (dirigido por Silvia Pradas), pero poder disfrutar ese trabajo más tiempo, porque lo rodamos en un fin de semana a tope y fue como muy duro.
Me gustaría hacer un trabajo con profundidad, con peso, porque además creo que bajaría a los infiernos y lo trataría de hacer de una manera saludable. No entiendo el trabajo del actor como un sufrimiento, tiene que ser siempre como un juego porque si no puede ser muy peligroso, se te puede ir la pinza.
¿Cuál ha sido tu último trabajo?
El último fue en julio, en ‘Desaparecidos’. Era un personaje pequeño, hacía de sospechoso y tenía dos escenas. Fui dos días, tenía una secuencia cada día y eran dos interrogatorios, pero tuve la suerte de trabajar con una directora maravillosa, Begoña Álvarez Rojas. A veces es muy difícil que en tele se dedique tiempo al actor y ella lo hacía, siempre apoyando, te decía anotaciones para ir afinando la interpretación. Un poco como yo hacía con Miguel Ángel Tirado (Marianico el Corto) en ‘El último show’, donde yo era coach. Cuando ya lo teníamos me acercaba, le decía que ya lo teníamos y que íbamos a por el doble tirabuzón.
Cuando ves que el actor ya está tranquilo porque está a lo que el director quiere, se puede seguir arriesgando, jugando y por eso disfruté mucho también. El trabajo con el actor Chani Martín (en ‘Desaparecidos’) también fue muy guay y lo rodamos en una hora, pero fue una sensación muy bonita.
No hay personaje pequeño, a veces vas a una serie y haces dos secuencias, pero las disfrutas y luego luce el trabajo en pantalla.
¿En qué momento de tu carrera surge tu trabajo como coach de actores?
De una manera natural, en Madrid ayudaba a compañeros a preparar pruebas de casting y me decían que se me daba muy bien, pero no le daba valor.
Pilar (Palomero) empieza ‘Las Niñas’ y aunque siempre se dice “no trabajes con animales, ni con niños”, pues ella en su primera película como directora novel se mete con un reparto de niñas. Se acordó de mí y me dijo si me gustaría ayudarla con la interpretación de las niñas. Por varios factores: porque yo era profe, había conocido la Zaragoza del año 92, había estudiado en un colegio de curas, donde éramos todo niños, y ella y yo nos conocíamos de hace tiempo.
Me lo dijo y me pareció fascinante. Estuve de coach y mientras hacía el rodaje de la película hice casting para la serie ‘El último show’, con Alex Rodrigo, que fue muy divertido, me cogieron y vieron que haría falta un coach también y me ofrecieron esa doble función.
De una manera natural he ido enlazando lo que mis amigos decían y yo de alguna manera no les creía, parece que era una posibilidad que se está dando.
¿Cuál es tu método para trabajar como coach?
Como coach me gusta trabajar siempre con el director, porque mi labor es ser el canal de comunicación entre director y actor. Primero tengo que saber qué quiere el director y después ayudar al actor a conseguir lo que el director necesita. Si como coach trabajo solo con el actor, vamos al set y el director dice que eso no es lo que quiere habría mareado al actor y hecho una propuesta de dirección cuando no es mi película.
Me gusta trabajar bien con el director y cuando me transmite qué quiere de los personajes, del tono de la interpretación, voy a ayudar al actor a conseguir eso. Es como un acompañamiento del actor, pero teniendo muy claro que no es lo que yo considero como director, sino lo que el director necesita y qué herramientas te doy para conseguir llegar a lo que pide.
Si es naturalidad, si es energía, el estado emocional que necesite el personaje, si tienes problemas para memorizar el texto qué consejos te puedo dar, si tienes problemas porque el texto te canta cómo lo podemos matar de ritmo y darle naturalidad. Darles herramientas que les ayuden.
¿Cómo ves el panorama audiovisual aragonés?
Afortunadamente en los últimos años hay un antes y un después aquí en Aragón, creo que se están haciendo las cosas muy bien. Vamos a echar mucho de menos a Jaime Fontán (jefe de producción de Aragón TV), que ha hecho mucho por el audiovisual aragonés, y cada trabajo y éxito de estos años estaba esa firma discreta de Jaime, porque era un hombre de una discreción maravillosa y que siempre estaba dispuesto a escuchar a todo el mundo.
Espero que se siga en esa línea, en apostar por darle cabida a todo el mundo, por apoyar los trabajos y hacer que el talento que hay en la tierra sea mejor, más visible y que sigamos creyendo en lo que tenemos en casa porque es muy grande, tanto a nivel técnico como artístico.
Los últimos años han sido muy buenos y hay que seguir apostando. Y esto también lo dice la industria, tenemos directoras como Paula Ortiz, Nata Moreno, Pilar Palomero, Elena Cid o Silvia Pradas que están teniendo repercusión con sus trabajos a nivel nacional. En Aragón hay unas directoras estupendas.
Eres un actor de trayectoria nacional, pero cuando puedes vienes a trabajar a Aragón. ¿Te sientes profeta en tu tierra y sientes ese cariño de los aragoneses?
Me siento muy querido y es una suerte, me siento privilegiado porque podría haber gente que piensa que reniegas de tu tierra porque te vas, pero no, no es eso. Es seguir aprendiendo, creciendo como actor, pero se de dónde vengo y tengo claro a dónde quiero volver siempre que me necesiten. Cuando la agenda lo permite, cuando hay proyectos interesantes que se hacen aquí en casa yo vengo con el doble de satisfacción y de ganas, porque es hacer algo que te gusta y, encima, en casa.
¿Dónde te podremos ver próximamente?
El mes que viene se estrena ‘Historias para no dormir’ (Amazon Prime Video) y tengo una pequeña participación en el capítulo ‘El asfalto’, que ha dirigido Paula Ortiz. También la segunda temporada de ‘Desaparecidos’ (Amazon Prime Video) irá en breve y en ‘Fuerzas de paz’ (TVE), que es lo último que he hecho en julio. Y hay un proyecto dentro de poco, después de la pandemia vamos retomando el ritmo, y este proyecto para los próximos meses me apetece mucho.
“El cine tiene que ser dos cosas: primero, que no sea aburrido y segundo, que sea divertido”. Esta frase del Simón de Honor 2021, el cineasta Pedro Aguaviva, encarna a la perfección al mundo del audiovisual y la décima gala de los premios Simón, que la Academia del Cine Aragonés celebró el sábado, 26 de junio, en la localidad turolense de Andorra.
El premio Simón en manos de uno de los premiados de la noche. ¿Quién será?… Foto: Josian Pastor
Pero, ¿cómo podríamos describir mejor lo que ocurrió antes y durante la ceremonia? El encargado de hacerlo, en su intervención en la gala, fue el propio alcalde de Andorra, Antonio Amador, quien poco antes de entregar el galardón a la mejor película aragonesa del año aseguró que el cine había hecho todo un homenaje al pueblo ese día al ofrecerle una muestra “de todos los géneros posibles”.
Sábado 26 de junio. Lugar previsto de celebración de la gala: exteriores de la Ermita de San Macario. Comienza a llover, y con ganas además. La previsión es que pare, pero aquello arrecia y convierte “la típica película de ilusión, familiar, de qué chulo ha quedado” todo el escenario de la gala montado, en un “thriller, pero de los chungos”. Seguía lloviendo y la cosa adquiría tintes de drama, pero la Academia no iba a dejar que cuatro gotas, rayos, truenos y algo de barro arruinaran la fiesta del cine aragonés.
Así que lo que habían preparado durante meses para su desarrollo en la ermita, se organizó de nuevo en unas horas en la Casa de Cultura, un espacio de dimensiones mucho más reducidas, pero que permitió ese final feliz que tanto nos gusta en las pelis. “No ha sido en el sitio que se pensaba, pero ha quedado apañadico”, subrayó el alcalde, y tenemos que darle la razón, porque en un tiempo récord se levantó una gala igualmente emotiva y espectacular.
Al ritmo del agente 007 salió al escenario el presidente de la ACA, Jesús Marco, quien aseguró que jamás olvidará a San Macario y la animada tarde que les había dado. Reivindicó la labor de la Academia en Aragón y pidió a las instituciones que crean en estos profesionales, para dar paso a la embajadora de los Simón 2021, la actriz Miriam Díaz Aroca, que llegó bailando y haciendo bailar al presi.
Miriam Díaz Aroca, divertidísima durante toda la gala, se parte la caja con estos premios aragoneses. Foto Josian Pastor
VALIENTES
“Somos una raza de valientes, gente resolutiva, siempre con alegría”, manifestó la artista sobre los profesionales del sector, defendiendo que el mejor premio “es seguir trabajando y que seamos visibles a pesar de la edad”. “Los cincuenter y sesenter tenemos un potencial maravilloso que dar en el cine; los veteranos tenemos tanto que decir y una vivencia inmensa para dar vida a personajes maravillosos”, remarcó. Elogió también la capacidad de la Academia aragonesa para reorganizar la ceremonia, observando que “si esto pasa en Hollywood o en los Goya, aplazan la gala”, y abandonó el escenario de nuevo bailando, reconociendo estar “feliz” por ser embajadora del evento y por representar “una profesión que es maravillosa, a pesar de la incertidumbre».
La presentado, Ana Roche, animó la gala con sus intervenciones entre premio y premio, con guion de Roberto Malo y Daniel Tejero. Foto Josian Pastor
Entre los momentazos de la gala, además de la gran labor de la presentadora, la actriz Ana Roche, hubo apariciones estelares, como las de las actrices María José Moreno y Luisa Gavasa, divertidísimas sobre el escenario. Ambas recordaron a quienes no habían podido asistir al evento por los cambios de última hora causados por el tiempo, y que obligaron a reducir aforos, y felicitaron a la ACA por su capacidad de respuesta. Presentaron el premio a mejor dirección y aprovecharon la ocasión para bromear porque “¿qué pasa si no entiendes al director, si no sabes lo que te quiere decir o eres un error de casting?”, planteó entre risas María José Moreno.
La actriz María José Moreno atendiendo la charrada de su compi Luisa Gavasa.Foto Josian Pastor
Igual de enérgico y eufórico se mostró el actor y productor Jaime García Machín, que recogió el premio a mejor cortometraje para ‘En racha’, de Ignacio Estaregui, y el de mejor actor, para su compañero Saúl Blasco, por este mismo trabajo. Muy emocionada logró Andrea Fandos su Simón a mejor actriz por ‘Las niñas’, dedicando el premio a la directora Pilar Palomero, a sus compañeras de reparto y a su familia; mismas sensaciones que tuvo Germán Roda, director de ‘Marcelino, el mejor payaso del mundo’, docu con el que ganó tres galardones que quiso dedicar al productor, y su amigo, Jaime Fontán, recientemente fallecido, y a su hermana y compañera de oficio, Patricia.
Nosotras le daríamos el premio a mejor discurso a la actriz polifacética Ana Esteban, voz en off de la gala y que se marcó un speech digno de Pedro Almodóvar en los Oscars al recoger su Simón a mejor dirección de producción por ‘La mujer que soñaba con números’, de Mirella R. Abrisqueta. Ana, emocionada, ¡no se dejó a nadie en los agradecimientos! Y mención especial, también, para el equipo del corto ‘Souvenir’, animando la gala con sus vítores y su alegría.
Ana Esteban, ganadora de la mejor dirección de producción, viniéndose muy arriba con el Simón en la mano. ¡Viva el rock and roll! Foto Josian Pastor
‘LAS NIÑAS’ Y SUS SIMONES
‘Las niñas’ fueron las grandes triunfadoras de la noche, con seis ‘Simones’ y su directora, Pilar Palomero, no dejó pasar la oportunidad de agradecer a sus padres el apoyo que siempre le han dado en “esta aventura de hacer cine”. “Mi padre es ingeniero agrónomo, mi madre venía de la física, profesora de matemáticas, y el cine me quedaba muy lejos”, pero en su camino se cruzó también el cineasta Bigas Luna, “por quien seguramente terminé haciendo cine y que nos inició y marcó (con el taller que el director impartía) a muchos de los que estamos aquí”, indicó.
Afirmó sentirse “muy feliz” de haber podido crear una película en Aragón, en Zaragoza, con la mayor parte del equipo de esta tierra y mencionó a todo el equipo y las personas que ayudaron en el rodaje.
La productora, Valérie Delpierre (Inicia Films), que la acompañó para recoger el galardón a mejor película, recordó también al productor de Aragón TV, Jaime Fontán, y el apoyo que prestaron a este proyecto instituciones como la Film Commission o el Ayuntamiento de Zaragoza, “que nos abrió las puertas y las calles”, los zaragozanos y las personas que se presentaron al casting. “Encontramos perlas, pero hay una cantera de actores y actrices maravillosos en Aragón”, dijo.
Valérie Delpierre y Pilar Palomero, recogiendo el Simón a mejor largometraje por ‘Las niñas’. ¡Ya han perdido la cuenta de los premios que llevan!Foto Josian Pastor
Los tambores de los nueve pueblos que conforman la Ruta del Tambor y el Bombo del Bajo Aragón resonaron en la sala para recordar en el homenaje in memoriam al compositor Antón García Abril y al productor Jaime Fontán, fallecidos este año.
Y en esta gala, llena de emociones, el Simón de Honor 2021, Pedro Aguaviva, expresó su agradecimiento a la Academia a través de un videomensaje en el que manifestó que recibir este reconocimiento es “una de las cosas más estimulantes que me pueden suceder en la vida”. El cine es un trabajo que apasiona, “nuestra vida es un arrebato creador y eso no tiene precio”, indicó, asegurando: “yo no me retiraré de la vida nunca, aquí hemos venido a hacer cosas y hay que morir con las botas puestas”.
La Ruta del Tambor y el Bombo del Bajo Aragón hizo aparición al final de la gala, emocionando al público con sus golpes y resonando en Andorra entera. Foto Josian Pastor
PALMARÉS
La décima edición de los Simón fue una gala de matrícula de honor, de lucha contra los elementos para celebrar un año más con el sector el momento que vive el cine aragonés. Y, como en todas las ceremonias de premios, aquí vamos con el palmarés de 2021:
‘Las niñas’de Pilar Palomero – Seis premios ⭐⭐⭐⭐⭐⭐
Mejor Largometraje Mejor Dirección a Pilar Palomero Mejor Actriz a Andrea Fandos Mejor Guion a Pilar Palomero Mejor Banda Sonora Original a Carlos Naya Mejor Vestuario a Arantxa Ezquerro